Estrategias que se acompañan en la mayor de las Antillas por otras medidas para contener y cortar las cadenas de transmisión ante la alta incidencia de la enfermedad y la amplia dispersión a nivel nacional.
En la última reunión del grupo temporal de trabajo, la máxima dirección de la isla insistió en la necesidad de acelerar los resultados de las pruebas de PCR, siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa, así como los traslados a centros de aislamiento de sospechosos y enfermos.
Las provincias de La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba, Mayabeque, Pinar del Río y el Municipio Especial Isla de la Juventud, mantienen el indicador más elevado de infectados.
En la actualidad, los territorios cubanos se enfocan en mejorar la pesquisa activa, incrementar la exigencia del control sanitario, aumentar las capacidades hospitalarias, crear nuevos laboratorios de biología molecular y aplicar restricciones a la movilidad.
Además, como parte de la estrategia nacional, el país desarrolla cuatro candidatos vacunales de los cuales Soberana 02 es el más avanzado y ya se produce a gran escala para iniciar en marzo próximo la fase III del ensayo clínico.
Este sábado, el presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez, recorrió la planta Biocen donde se produce a gran escala un nuevo lote del prototipo vacunal cubano.
Durante el recorrido, la vicedirectora de Operaciones Industriales del Instituto Finlay de Vacunas, Roselyn Martínez, dijo que el escalado productivo representa otro hito en la estrategia de desarrollo de las vacunas cubanas contra la Covid-19.
Recientemente, Martínez señaló que el sistema está diseñado para que, a medida que los candidatos vacunales avancen, también exista la capacidad de llevar a cabo el procedimiento productivo a gran escala.
La industria biofarmacéutica cubana finalizó el primer lote de 150 mil bulbos de Soberana 02, un hito científico-tecnológico para la isla, y comunicó que ya se producía el segundo grupo.
En opinión de la Organización Panamericana de la Salud, Cuba puede convertirse en el primer país latinoamericano en producir su propia vacuna y una vez concluidas las propuestas podrían beneficiar también a los pueblos de América Latina y el Caribe.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial precisó días atrás que en un contexto internacional marcado por disputas sobre la distribución equitativa de las vacunas contra la Covid-19, los candidatos cubanos podrían proporcionar un potencial salvavidas a los países en desarrollo.