La Televisión Cubana comenzó a transmitir recientemente la serie The Morning Show, producida por el servicio streaming Apple TV+. Su trama se basa en las dinámicas internas del programa matutino de una cadena de noticias, que trata de reinventarse tras un escándalo que afectó considerablemente su imagen frente al público.
La serie aborda algunos de los temas más controversiales de la actualidad y lo hace desde la perspectiva de la prensa. A través de dos de los personajes principales presenta una de las cuestiones más debatidas en el gremio en los últimos años, la batalla entre el infoentretenimiento y el periodismo tradicional, las soft news versus las noticias a profundidad, contienda que estas últimas parecen estar perdiendo.
¿Qué es el infoentretenimiento?
Es básicamente la producción de información con el objetivo de entretener, en la que se potencia una narración emotiva por encima de la noticiabilidad. El interés humano prima sobre el interés público. El infoentretenimiento consiste en empaquetar los acontecimientos con humor, sátira, historias de vida; elementos que le aporten un contexto tan o más atractivo que la noticia en sí misma.
Este formato surgió a finales de los 80 en las cadenas privadas de televisión de los Estados Unidos, que frente a las demandas de un mercado tan competitivo tuvieron la necesidad de diferenciarse de sus semejantes. Los estudios de audiencia jugaron un papel importante en su desarrollo, ya que demostraron que estas narrativas atraían a una mayor cantidad de televidentes.
Pero la nueva forma de hacer no se quedó enclaustrada en la pantalla pequeña, encontró una excelente acogida en los medios tradicionales. En la era de internet se ha desarrollado aún más, alimentándose de la interacción que ofrece la plataforma. Ya las noticias no son necesariamente unidireccionales. El espectador puede, incluso, ser parte del hecho noticioso, a través del llamado periodismo ciudadano.
Videos virales, declaraciones de figuras públicas en redes sociales ofrecen el combustible para que continúen extendiéndose en el espectro comunicativo actual, donde muchas personas prefieren recibir sus noticias a un clic de distancia. Poco a poco, la frontera entre la información y el entretenimiento se ha vuelto más borrosa.
¿Amigo o enemigo?
La popularidad del infoentretenimiento puede ser vista como una consecuencia y no como una causa de los problemas que enfrenta la sociedad de la informatización. Contrario a lo que muchos esperaban, Internet no ha sido la cura contra la desinformación. La accesibilidad es un arma de doble filo, pues resulta muy fácil perderse en ese océano de versiones, donde abundan las fake news y las noticias chatarra.
El uso excesivo del humor puede descontextualizar la información y simplificar la realidad que enmarca la noticia. El exceso de engalanamiento y la carencia de fuentes oficiales puede generar desconfianza en el público. El infoentretenimiento crea una tendencia a la banalización de los acontecimientos y pondera hechos más triviales, pues suele desviar el foco de atención de lo que es verdaderamente importante hacia aspectos específicos de un tema, generando desinformación.
Sin embargo, no todo es negativo. El infoentretenimiento ha logrado que las personas se identifiquen más con la noticia que consumen, sensibilizándose con la historia de sus protagonistas. Ha demostrado que parte de la labor de los medios tradicionales es mostrarse más atractivos en sus discursos y ha resaltado la necesidad de estos de aprovechar mejor las nuevas tecnologías.
Por otro lado, ha puesto en marcha nuevas formas de presentar el hecho noticioso y ha demostrado que el público pude informarse y entretenerse al mismo tiempo. Pavimentó el camino para hacer que los espectadores se relajen de los avatares de sus rutinas diarias, sin dejar de estar alerta sobre el mundo que los rodea. Revalorizó la sátira como expresión popular.
Existen formas positivas de hacer infoentretenimiento. Un ejemplo de ello es el talk show Last Week Tonigth con John Oliver (HBO), donde se tratan problemáticas transversales de la política y la sociedad en los Estados Unidos. Su estructura está basada en trabajos de periodismo investigativo, presentados a través de un humor inteligente y una aguda sátira política. Esto demuestra que puede existir un punto medio entre ambas vertientes.
Coexistencia pacífica
The Morning Show dedica un tiempo considerable de su primera temporada a la búsqueda de la fórmula ideal para su programa. Sus personajes se encargan de ofrecer distintos puntos de vista, pero, al final del día, aboga por un equilibrio entre el entretenimiento y el periodismo puro y duro. Propone crear contenidos más dinámicos que combinen la realidad y el espectáculo, el esparcimiento y la información.
En los medios cubanos existe una visión muy concreta sobre la labor periodística y la ética que viene implícita con ella. Los espacios estrictamente noticiosos son imprescindibles para la realización de un periodismo de calidad. Puede que no atraigan a un número desorbitante de lectores o espectadores, pero representan ese cable a tierra tan necesario en el contexto informativo cubano, en el que los actores han cambiado.
Estos escenarios no van a desaparecer, pero hay que tener presente que con el desarrollo de internet la competencia por la atención se ha diversificado. Actualmente sobresalen del montón aquellos medios que, valiéndose de recursos menos ortodoxos, logran llamar la atención y se adaptan a las diferentes plataformas. Existe la posibilidad de analizar los códigos del infoentretenimiento y aplicar sus aspectos positivos, desde un punto de vista ético. Es necesario aprovechar todas las herramientas posibles a nuestro alcance, aprender de todas las tendencias, crear para todo tipo de público.
En Cuba tienen que continuar existiendo los espacios periodísticos tradicionales, pero también es necesario crear sitios donde se ofrezcan noticias más ligeras, presentadas de otra manera para atraer a ese fragmento de la audiencia que busca el entretenimiento. El reto del periodismo cubano no consiste solo en atraer a aquellos que ya consumen sus productos, consiste también en atraer a aquellos que no lo hacen, adaptándose a los formatos que imponen los nuevos tiempos.
Excelente. A partir del párrafo que inicia “EN Cuba… Muy atinado. El reto de 2021 debe ser cuando empezamos? Quién se atreve? Tenenemos mucho de lo mismo, y muchos aburridos y repetitivos. Y no es un” fragmento” pequeño el que necesita información amena. Pienso en los jóvenes que se van formando un gusto diferente con todo lo que ven de afuera. Éxitos.