En ese complejo escenario epidemiológico, el apoyo de la ciencia sigue siendo fundamental y así se constató en este nuevo encuentro donde se presentaron varios resultados, entre ellos un diagnosticador cubano para la extracción magnética del ARN con nanotecnología, otro paso tremendo de la ciencia nacional por lograr soberanía tecnológica, sustituir las cada vez más caras importaciones y exportar sus productos.
En este caso, según explicó la doctora Angelina Díaz García, directora del Centro de Estudios Avanzados, se trata del reactivo de laboratorio que permite extraer el material genético, lo cual es un paso esencial en el proceso de determinación de las pruebas PCR.
“Es la etapa previa para hacer el PCR, hay que abrir el virus, hay que sacar el ARN y hay que concentrarlo, en esa etapa estamos”, explicó de manera sencilla para los desconocedores del tema.
Díaz García precisó que este producto fue validado por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, tiene una concordancia del 100% con los kits importados, no precisa de una cadena de frío y cumple con las normas del CECMED, la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República de Cuba
Para este año, anunció, el compromiso es hacer nuestros kits para 20 000 extracciones diarias, a partir de un encadenamiento productivo que implica a varias instituciones, incluyendo un trabajador por cuenta propia.
Hasta el momento Cuba ha logrado producir el hisopo para la toma de muestras, el medio de transporte para su recolección y traslado, y ahora este diagnosticador. El doctor Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, afirmó que la idea es montar el sistema completo para el diagnóstico final.
Crear todas esas capacidades, aclaró el investigador, no solo sería para la COVID-19, sino para cualquier enfermedad de origen viral, bacteriano, las crónicas no trasmisibles, incluido el cáncer.
En el proyecto está, dijo, llegar hasta el equipo que hace el PCR, no solo el extractor. Vamos a producir todo lo que se requiere para el diagnóstico molecular y pensamos que para el 2022 tengamos toda esa tecnología.
En este encuentro de trabajo también se conoció de un estudio sobre la COVID-19 como causa de muerte en 50 autopsias. Según detalló la doctora Teresita Montero González, especialista del hospital militar Luis Díaz Soto, se confirmó que las comorbilidades alcanzan mayor importancia en las causas de muerte en los confirmados al SARS-CoV-2, fundamentalmente la hipertensión arterial y la diabetes. Asimismo, se corroboró que la malnutrición por exceso o por defecto (obesidad o delgadez extrema) es muy desfavorable.
Montero González aseveró que estudios avanzados de microscopía mostraron la presencia del virus en varios órganos —pulmón, riñón, hígado, corazón y cerebro— aun con resultados negativos del PCR, lo cual reafirma la importancia del seguimiento a los convalecientes.
La doctora alertó igualmente sobre la necesidad de la prevención y la modulación oportuna de la respuesta inflamatoria sistémica, evidenciada en el 95,8% de los fallecidos por la COVID-19 estudiados. Esto es clave, apuntó, para favorecer la evolución y recuperación de los pacientes, empleando para ello todo el arsenal disponible por la ciencia cubana.
Acerca de estos temas, la doctora Ileana Morales Suárez, directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del MINSAP, acotó que los estudios por necropsia —que sustentan las investigaciones médicas— están triangulando los estudios clínicos y corroboran varias conclusiones que están apuntalando el nuevo protocolo de tratamiento que en breve presentará el país.
Se ratifica el daño pulmonar, hepático, renal y cardiaco, lo cual también nos va a ayudar a tratar las secuelas.
En la reunión, se actualizó además acerca de la aplicación del producto cubano Nasalferón a los viajeros internacionales y las familias que los reciben en sus viviendas. Morales Suárez informó que se ha iniciado la administración de ese novedoso medicamento en más de 3 000 personas en la capital.
Ese producto se aplicará por el momento en La Habana y también en el municipio matancero de Cárdenas. Según se ha explicado, el Nasalferón es un fármaco de la industria biotecnológica cubana que contribuye a evitar la transmisión del virus y fortalecer el sistema inmunológico.
(Tomado de Cuba en Resumen)
