En la tarde de este 9 de diciembre, en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, fue presentado el libro La entrevista en televisión, del periodista Freddy Moros, presidente de la Delegación de Asesores de la Upec y quien fue durante años jefe de información y subdirector del Noticiero Nacional de Televisión, entre otros desempeños que caracterizaron su carrera profesional en ese medio.
De la Editorial En vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión, este título forma parte de los textos para la enseñanza, “una de las colecciones que nos empeñamos en engrosar”, dijo la directora Norma Gálvez.
Queremos también —añadió— realizar nuevos títulos biográficos de personalidades de la televisión y sobre asuntos teóricos relacionados con la práctica.
El autor de este pequeño volumen, Fredy Moros, considera que la entrevista es uno de los géneros más difíciles en el ejercicio del periodismo de cualquier medio, pero aún más en la televisión donde entra en juego un elemento primordial: la imagen.
Su intervención devino clase magistral, durante la presentación del libro en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, ante la presencia de periodistas, locutores, camarógrafos, conductores de revistas, entre otros trabajadores del citado medio, en particular. Algunos de los asistentes hicieron sugerencias y críticas en aras de la calidad en las trasmisiones de los informativos y de otros programas.
Moros hizo hincapié sobre la necesidad de que los entrevistadores conozcan los principios y técnicas que definen el género y logren desempeñarse correctamente ante las cámaras. Acerca del tema y contenido en la entrevista, destacó que debe ser interesante y ameno, pues de lo contrario el televidente cambia de canal o apaga el equipo.
Se entiende como tema –dijo- el asunto a tratar en la entrevista, apoyado por indicadores como el aspecto de interés informativo y noticioso, el sentido humano, actualidad inmediata o mediata, condiciones de lugar de los hechos o de la entrevista y conocimientos sustanciales sobre el entrevistado.
El cuidado de estos indicadores contribuye a que preguntas y respuestas resulten más valederas y facilite en el televidente la comprensión de lo expuesto, advirtió Moros. Y agregó: “Es determinante lo que se pregunta y cómo se pregunta, así como retirar del contenido lo que sobra, aquello sin preponderancia informativa.”
En otro aparte, resaltó que la edición y el montaje influyen de manera decisiva en el contenido, tanto como la previa preparación del entrevistador antes de realizar su trabajo.
“Por su lado, el realizador debe seleccionar lo mejor, dejando fuera lo banal, las respuestas inadecuadas, los ángulos de cámara que no reúnan los requisitos estéticos necesarios y las frases altisonantes y huecas”.
Acerca de la gestualidad y expresiones del entrevistado, señaló que ellas evidencian o proyectan sus ideas y estados de ánimos, particularidades que han sido estudiadas por los sinólogos, y amplió: “el gesto comprende la expresión del rostro, el lenguaje de las manos, los brazos, las piernas y otras partes del cuerpo humano.”
Algunos de los presentes, entre quienes se hallaron periodistas y locutores de gran experiencia en el medio televisivo, formularon críticas de lo que no debe hacerse o ser permitido ante las cámaras como el inapropiado vestuario, tutear e interrumpir al entrevistado por mucha confianza que se tenga con éste, el descuido de la ortografía en cintillos de programas, y la falta de rigor en determinadas ediciones. Asimismo, llamaron la atención sobre la tendencia de periodistas que asumen el rol de locutores o viceversa.
La televisión no es solo entretenimiento y medio informativo, es también promotora de la mejor educación y cultura y de ahí que la exigencia y el rigor estén presentes en cada uno de sus espacios, tal como se refleja en el libro La entrevista en la televisión.
Freddy, te felicito por Entrevista en televisión. He sabido de tí a través de Margolles. Apenas pase este viirurs nos veremos en la UPEC y refrescaremos de nuevo el patio de El Cochinito. Saludos para los viejos compañeros. Abrazos,
nicolas