El año 2015 significó un punto de inflexión para el colectivo del semanario avileño Invasor: comenzó la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión editorial abocado a la producción multimedial y a la colonización de nuevos espacios en la red de redes. Un modelo editorial que, en su camino a recorrer, tenía como objetivo bien claro que el “impresocentrismo” era un atavismo a superar.
A la altura de 2020, con un lustro de periplos andados y desandados y con la marca Invasor como sinónimo de profesionalidad y buen periodismo en el entramado que conforma el sistema de medios públicos de la Isla, el diario digital alcanzó uno de los cinco premios a la innovación mediática entregados en el Primer Festival Nacional Virtual de la Prensa, convocado por la Unión de Periodistas de Cuba (Upec).
Un evento gremial que para Roberto Carlos Delgado Burgos, director del rotativo, sirvió también de radiografía para aquilatar la fortaleza del proyecto de medio en maduración, retomar esencias, redibujar nuevos propósitos y afianzar otros que vienen de la génesis, cinco años atrás.
“Nos vemos como un periódico digital con múltiples salidas en la web y una edición impresa semanal, que debe ser resultado de lo mejor publicado en las demás plataformas lo que, por supuesto, no ha sido sencillo de lograr a partir de rutinas productivas e ideologías profesionales ancladas a la edición de un semanario impreso.
“El modelo de gestión de Invasor prepondera la producción de contenidos para la web, que comienza con la construcción de la agenda única, espacio en el que se definen las características de cada contenido a partir de la plataforma en la que será publicado inicialmente. Digo inicialmente porque luego, a través de un proceso de edición, queda listo para su publicación en otras plataformas, incluida la versión de papel”, señala Roberto Carlos.
Una sinergia a la que tributan tres momentos fundamentales: de planificación, ejecución, evaluación y control; de edición del sitio web, redes sociales y producción audiovisual; y de la edición del semanario que surge entre tintas.
Refleja el directivo que en el organigrama asociado a estas nuevas ideologías profesionales se define como líder editorial a la figura del director del medio, al delegar este la responsabilidad administrativa en el subdirector. Asimismo, apunta que son tres los departamentos que conforman la nueva estructura (Informativo, Redacción y Administración) que si bien mantienen los mismos nombres que antes, asumen una gestión hacia lo interno coherente con la visión del medio enfocada a la generación de contenidos para la web, sus plataformas y las redes sociales.
¿Desafios?, pues muchos; unos generales, otros puntuales; algunos ya superados a fuerza de reconvertir roles profesionales en una plantilla adscrita a lógicas comunicativas tanto superadas como encorsetadas; otros a medio camino de quedar atrás, gracias a competencias profesionales moldeadas con talento y neuronas dedicadas a la Academia y a mucho, mucho tesón.
“Nuestra redacción tradicional se ha venido transformando en una multiplataforma, aún sin la tecnología y los recursos humanos imprescindibles. Siempre hemos pensado que cuando estas condiciones existan, entonces estaremos mejor preparados para hacer un uso eficiente de ellas”, acota Roberto Carlos.
No obstante, varios proyectos contribuyen a la generación de contenidos hipermediales y multiplataforma que le brindan prestigio al rotativo dentro y fuera de las fronteras provinciales, y hacia el interior del gremio periodístico nacional. Uno de ellos es Invasor Investiga, del que nacen trabajos periodísticos que tocan temas candentes y medulares de la sociedad avileña, y cubana.
Katia Siberia García, integrante del equipo de periodistas investigadores, apunta que “ese periodismo de investigación, serio y contrastado, ha influido en el respeto de las fuentes hacia el órgano de prensa (amén de presiones e incomprensiones que han existido luego de publicado determinado reportaje) y de igual manera ha contribuido a evitar vacíos informativos o enjuiciamientos que pudieran darse ante la negativa a declarar”.
Entre hipótesis, estrategias, entrevistas y recopilación de datos van naciendo los trabajos, enriquecidos con el uso de recursos hipemerdiales, elementos sine quan non del periodismo digital.
“Los resultados no solo se sustentan en que ocho de los trabajos generados por el equipo han sido premiados en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de julio, en el de Periodismo Económico o en el Gilberto Caballero, sino en la repercusión y los estados de opinión generados. Por ejemplo, el reportaje “El papel lo aguanta todo” desencadenó un análisis en el Consejo de Ministros y, posteriormente, se realizó una visita a Ciego de Ávila que terminó con la inspección detallada a cada una de esas entidades señaladas.
“La mayoría de los reportajes han sido republicados en Cubadebate, multiplicando su alcance. Asimismo, las autoridades del territorio han coincidido en su profesionalidad y profundidad, y en algunos casos han tomado medidas en aras de solucionar el problema, o parte de él. El seguimiento de los temas ha sido, asimismo, una constante, pues muchos han partido de notas interpretativas o han derivado, luego del proceso investigativo, en el género de opinión”, acota Katia.
En tanto, Invasor Económico centra la diana con otro de los temas tradicionales del periódico. Hoy, en sus productos comunicativos que abordan la Economía abundan gráficos, tablas, hipertextos, audios y videos que permiten la integralidad del trabajo haciéndolo más atractivo a la vista del lector.
Katia subraya que la manera de hacer el Periodismo Económico se ha “heredado” y que el medio exhibe reportajes que permiten una mirada profunda a las complejidades de nuestra economía, comentarios que “decodifiquen”, entrevistas que muevan la opinión… así como caricaturas y recursos infográficos que complementan la idea expuesta.
Al modelo de gestión editorial, que Roberto Carlos cataloga de holístico, dinámico, participativo y centrado en las audiencias de igual manera brindan sustento los proyectos Invasor Especiales, Invasor Multimedia, Invasor Cultural e Invasor Verifica.
Filiberto Pérez Carvajal, subdirector y jefe del departamento informativo en funciones, explica que Invasor Especiales responde a la necesidad de contar con un procedimiento diseñado para dar cobertura a hechos excepcionales como huracanes, epidemias o presentaciones de los dirigentes del país en cadena nacional.
“Fundamenta las estructuras creadas en el periódico para dar salida a estas necesidades informativas, donde se complementan todas las plataformas, desde suplementos impresos, seguimiento en redes sociales, reportajes multimedia o coberturas en tiempo real en la web. Se marcaron cuatro tiempos, cada uno con sus acciones definidas, que incluye el antes, el durante, el análisis y el seguimiento del hecho noticioso”.
Acerca de Invasor Multimedia, la periodista Lisandra Morales Cruz refiere que aún está en ejecución, debido a la disponibilidad tecnológica del medio. Los primeros resultados pueden apreciarse en el canal de YouTube de Invasor y en sus perfiles en redes sociales.
El objetivo – reseña- es dar a conocer el día a día de la provincia a través de un producto audiovisual de alta factura, pero a la vez fresco, que atraiga a un público joven: “Está protagonizado por un equipo reducido de personas que doblan responsabilidades como periodistas de la redacción. La aspiración es contar con un departamento de producción y una agenda propia”.
Con Invasor Cultural se intenta articular parte de la creación de un suplemento mensual desde una posición de cercanía al consumo de sus lectores y usuarios. La propuesta debe integrar saberes, garantizar un diálogo más cercano con la audiencia que el que proponen una entrevista, una nota o incluso una reseña, y ahondar en prácticas emergentes que a simple vista escapan de lo que tradicionalmente se ha concebido como periodismo cultural.
La periodista Ailén Castilla Padrón enfatiza en que si bien esto no es una novedad porque ya en la década de 1980 Invasor tuvo el suplemento cultural Imágenes y en la prensa cubana la experiencia relativa a estas páginas especiales, el propósito es más amplio a partir del tipo de contenido y de su presentación en las diversas plataformas.
Se trata de elegir un tema y abordarlo, de la manera más inclusiva y abierta posible, a partir de los fenómenos y prácticas culturales que suceden en la red digital cubana.
Mientras, Invasor Verifica propone laborar con periodicidad y metodología la verificación de datos, informaciones o hechos que estén en el centro de la agenda pública. Para ello se propicia la capacitación del equipo de reporteros, de manera que todos puedan disponer de las herramientas y los conocimientos para producir periodismo de verificación de datos, así como construir de forma colectiva un procedimiento para el chequeo.
La periodista Sayli Sosa Barceló acentúa que algunos trabajos periodísticos recientes están enfocados así. “Se ha partido de una afirmación de una figura pública o un rumor que circula entre lectores, internautas o la población, y se ha salido a verificar. No podemos decir que se ha realizado verificación tal y como es la norma internacional, pero algo se ha hecho”.
“Florencia no está cruzada de brazos frente a la COVID-19”, “Ciego de Ávila vs. COVID-19: no hay cientos de positivos sin informar” y “Adiós a los rumores: ¿Qué ocurre en el lácteo de Ciego de Ávila?” constituyen los tres ejercicios más recientes efectuados en ese sentido, con la suma al monitoreo de herramientas especializadas de redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram.
“La intención es que los trabajos de verificación no solo respondan a una metodología única sino que tengan, igualmente, una identidad única en todas las plataformas donde se publiquen, que permita rastrearlos en el tiempo y contribuya al posicionamiento de la marca Invasor Verifica”.