Como muestras de gratitud al personal médico, paramédico, técnicos y especialistas de la salud; así como a los artistas, creadores y educadores que se destacaron con sus respectivos aportes a la lucha en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, los secretarios generales de los sindicatos de la Cultura, la Salud y la Educación, respectivamente, recibieron, en representación de los trabajadores de sus sectores, diplomas de reconocimiento durante la ceremonia de inauguración de la Feria Nacional de Artesanía (FNA) 2020, efectuada el martes último en la capital.
Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura; y Reynaldo García Zapata, gobernador de La Habana entregaron los documentos de gratitud, en nombre del Ministerio de Cultura (Mincult) y del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), auspiciadores de esta exhibición de artesanía artística, a Nereida López Labrada, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura; Santiago Badia González, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud y Niurka María González, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
La FNA, pensada como valioso regalo para los cubanos ante el advenimiento del aniversario 62 del triunfo de la Revolución, desde el pasado cuatro de diciembre y hasta el nueve de enero del próximo año, se desarrolla en 11 provincias del país —donde las condiciones epidemiológicas lo han posibilitado—. La edición correspondiente a la capital estrenó la plataforma expositiva de la antigua estación de ómnibus de Línea, entre 18 y 20, en el Vedado habanero, donde se mantendrá hasta el venidero lunes 28.
El nuevo recinto, aún en fase de terminación en algunas de sus áreas, fue habilitado en tiempo récord para acoger esta nueva versión, adaptada a la nueva normalidad, de la tradicional Feria Internacional de Artesanía (Fiart) que en el último mes de cada año ha movilizado a cientos de habaneros que durante más de dos décadas han convertido a este evento como uno de los más populares entre los organizados por el Mincult.
Se encontraban presentes, además, Luis Morlote Rivas, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; y Roberto Ripoll, presidente de la Asociación Nacional de Artesanos Artistas, además de representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, presidentes de institutos, instituciones y otras dependencias del Ministerio de Cultura, entre otros.
A pesar de las adversidades ocasionadas por la pandemia de la Covid-19 en nuestro país, entre ellas la imposibilidad de adquirir materias primas para sus producciones, mediantes loables inventivas y el reciclaje de materiales, una buena parte de los artesanos artistas de todo el país lograron llevar a los más de 150 stands habilitados en el vetusto e histórico inmueble y sus áreas exteriores, numerosas creaciones en orfebrería, piel, calzado, textiles, muebles, cestería, metales, cerámica y madera, entre otros artículos utilitarios.
Se percibe la ausencia, debido a las causas anteriormente expuestas, de connotados artífices cuya obra ha devenido emblemática en el amplio abanico de propuestas nacionales e internacionales que han caracterizado las muestras de Fiart.
El espacio estrenado por la FNA a partir de ahora será denominado Estación Cultural de Línea, importante entidad prevista en el Corredor Cultural de Línea, proyecto que desde hace varios años fomenta el Mincult y que aglutinará a otros importantes centros e instituciones culturales existentes en la célebre avenida del Vedado.
Bajo el eslogan La autenticidad es nuestra diferencia, la exhibición se extiende hasta el circuito ferial de Rancho Boyeros e incluye otras áreas de ventas de organismos y empresas estatales; a la vez que en unos 30 stands se posibilita, de forma experimental, el acceso a las principales tiendas online mediante la plataforma de pago Enzona. Igualmente se facilitan las oportunidades de negocio entre entidades cubanas como Artex, Caracol, Zona Franca Mariel y Cimex.
Momentos de singular atractivo fueron las pasarelas con vestuarios de las prestigiosas diseñadoras Mariela Alemán e Hilda R. Peña. La primera de ellas con una ovacionada muestra de atuendos que bajo el título de África mía, sorprendió a los presentes con su explosivo imaginario de colores, tejidos entintados, texturas e ideas que resaltan el buen gusto en el vestir; y la segunda con su cubanísima colección Habana 501. Las indumentarias de ambos proyectos fueron presentadas por jóvenes modelos del grupo Entre poses, y la Agencia Actuar.
Arturo Valdés Curbeira, director general del FCBC, al declarar oficialmente inaugurada la feria, destacó los extraordinarios esfuerzos realizados para hacer realidad esta novedosa versión del esperado encuentro anual, en tanto destacó el apoyo del Partido, el Gobierno y demás instituciones de la capital en la materialización de este extraordinario proyecto.
Posteriormente, Torres Iríbar, García Zapata y Alonso Grau, acompañados por Valdés Curbeira, realizaron un recorrido por los stand y dialogaron con los creadores, en tanto numeroso público accedía al recinto.
Las entradas tanto a la Estación Cultural de Línea como al Recinto de Rancho Boyeros poseen un valor de cinco pesos moneda nacional, en tanto se venden invitaciones permanentes por 25 pesos. El horario de exhibición pública está concebido entre las 10:00 a.m. y las 5:00 p.m.
La enorme sede de la FNA radica en un edificio construido a principios del pasado siglo para acoger la Estación El Carmelo, instalación perteneciente entonces a la compañía Havana Electric Railway, donde se estacionaban los tranvías que transitaban por diferentes arterias de la capital. En la década de los años 50 del pasado siglo, estos medios de transporte se sustituyeron por ómnibus y hacia 1958 era el paradero de la sociedad Autobuses Modernos S.A. Luego del Triunfo de la Revolución Cubana, en el año 1959, al nacionalizarse el transporte urbano, los paraderos, estaciones y fábricas vinculadas a esta actividad, se agruparon en la Corporación Nacional del Transporte, de la cual surgió el actual Ministerio de Transporte de Cuba.
En el año 1962, el lugar fue convertido en fábrica de ómnibus para el transporte público y a partir de entonces se denominó Empresa Claudio Argüelles Camejo, cuyo mayor esplendor productivo se produjo entre 1970 y 1980, con el beneficio de partes y piezas procedentes del extinto campo Socialista, fundamentalmente de la Unión Soviética.
Con la llegada del denominado periodo especial en la década de los años 90 de la anterior centuria, allí dejaron de producirse los medios públicos conocidos en la ínsula como guaguas, y en 1995, bajo el nombre de Fábrica de Bicicletas Pipián —en recordación de Sergio Pipián Martínez, figura legendaria del ciclismo cubano, catalogado como El Rey de las carreteras de Cuba—, a través de la importación de piezas desde la República Popular China, fue dedicado al ensamblaje de estos imprescindibles recursos en la vida cotidiana de aquellos difíciles años.
En el año 2002 un devastador incendio redujo prácticamente a cenizas el lugar, el cual quedó totalmente inhabilitado. Ahora, como el Ave Fénix, resurge para bien de la espiritualidad de los cubanos gracias al interés del Mincult y el FCBC, con el apoyo del Gobierno en la capital.