El continente africano está lejos de implementar lo que será su mayor campaña de inmunización, cuando los esfuerzos para encontrar vacunas seguras y efectivas contra la COVID-19 se muestran cada vez más prometedores.
De acuerdo con Matshidiso Moeti, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África, los Gobiernos de esa región deben acelerar la preparación urgentemente, e indicó que la planificación y la preparación harán o romperán este esfuerzo sin precedentes.
La llamada del funcionario se produjo-según señala el sitio web de noticias de Naciones Unidas-a partir de un nuevo análisis de la OMS que revela una participación rezagada de África en el programa de vacunación internacional.
“Necesitamos un liderazgo activo y la participación de los niveles más altos de Gobierno con planes y sistemas de coordinación nacionales sólidos e integrales establecidos”, agregó el Dr. Moeti.
El análisis de la OMS, basado en un autoinforme emitido por las naciones africanas, encontró que ese territorio tiene un puntaje promedio del 33 por ciento de preparación para el despliegue de la vacuna contra el virus, el cual está muy por debajo del punto de referencia deseado que es del 80 por ciento.
Solo el 49 por ciento de los Estados miembro de la OMS ha identificado poblaciones prioritarias para la vacunación y tiene planes para llegar a ellas, el 44 por ciento posee estructuras de coordinación establecidas; mientras, el 24 por ciento tiene planes adecuados de recursos y seguimiento, y solo el 12 por ciento tiene planes para comunicarse con las comunidades con el propósito de generar confianza en la inmunización.
“Si las comunidades no están convencidas que una vacuna protegerá su salud, avanzaremos poco. Es fundamental que los países se acerquen a las comunidades, escuchen sus preocupaciones y les den voz en el proceso”, destacó el Dr. Moeti.
La OMS ha proporcionado su “Herramienta de evaluación de la preparación para las vacunas” a los 47 países miembro. La Herramienta, para uso de los Ministerios de Salud, proporciona una hoja de ruta con el objetivo de planificar la introducción de la vacuna COVID-19 y cubre diez áreas clave, desde la planificación y el financiamiento, hasta la capacitación, el monitoreo y la participación comunitaria.
(Tomado de Cuba en Resumen)