Frente al bipartidismo capitalista, en EE.UU. la izquierda también se organiza y lleva sus partidos a las elecciones.
Estados Unidos (EE.UU.) vivirá el próximo 3 de noviembre sus elecciones generales número 59, en las que el actual mandatario Donald Trump se mide al demócrata Joe Biden para ganar la presidencia del país.
La encuesta presentada este domingo por la Oficina del Censo de EE.UU. dan a Biden como un posible ganador con el 52 por ciento de intención de voto, frente a un 43 por ciento para Trump.
Sin embargo, en Estados Unidos la victoria no la decide la mayor cantidad de votos alcanzados, sino los llamados votos electorales que corresponden a cada estado. En total, todo el país reúne 538 votos electorales, de los cuales, el ganador, como mínimo, debe alcanzar 270.
El candidato que pierda en un estado no acumula los votos electorales que obtuvo, sino que pasan inmediatamente al ganador. De esta manera, si Biden venciera en Arizona con siete votos electorales y Trump perdiera con cuatro, el candidato demócrata recibiría los 11 puntos que representa Arizona.
Debido a ello, los estados que más pesan en el resultado electoral son California con 55 votos electorales, Texas con 38, Florida y Nueva York con 29, Illinois y Pensilvania con 20 y Ohio con 18.
Los estadounidenses también tienen otra forman de escoger su presidente. Pueden poner el nombre de una persona al final de la boleta. En esta ocasión el rapero Kayne West, el pasado 12 de octubre, desde su cuenta en Twitter hizo un llamado para que, a través de ese método, voten por él para la presidencia del país.
Al mismo tiempo, una de las modalidades que más popularidad ha alcanzado esta vez, es el voto adelantado. Esta es una variante que debido al impacto de la Covid-19, ha tomado gran auge. Según el profesor de la Universidad de la Florida y jefe del equipo de investigación Elect Project, Michael Mc.Donald, hasta el pasado 1 de noviembre, en los comicios actuales 93.297.208 de personas emitieron su voto a distancia, la cifra más grande de una década.
A su vez, estos comicios decidirán la composición de la tercera parte del Senado, o lo que se llama, Senado clase 2 y la totalidad del Congreso.
Estos comicios tendrán la peculiaridad de se que harán elecciones especiales en el estado de Arizona, debido a la muerte del senador John MacCain y en el de Georgia, provocado por el retiro del parlamentario, John Isakson.
Los demócratas
Para estos comicios, el Partido Demócrata (PD), con Joe Biden al frente y Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia, aprobó en julio de 2020 el documento titulado Plataforma Política, que es el programa electoral con el cual los demócratas se presentarán a estos comicios generales.
Con el objetivo de marcar una diferencia respecto a la política conservadora de Donald Trump y tratando de aprovechar la crisis económica generada por la Covid-19, entre los primeros puntos de dicha Plataforma se encuentra “aumentar los salarios y promover los derechos de los trabajadores” e incluso, “restringir los abusos del Centro Financiero Wall Street”, así como combatir el calentamiento global, apoyar el aborto, los derechos de la comunidad LGTBIQ+, de la mujer y los pueblos indígenas.
En buena medida esto se debe también a que, el senador Bernie Sanders, durante su campaña por convertirse en candidato a la presidencia por el Partido Demócrata, logró crear un importante grupo de presión que influyó en la redacción de la Plataforma.
Las verdaderas intenciones de la dirección demócrata se ven claramente en la política internacional que expresa la citada plataforma al referirse a Venezuela como el “régimen dictatorial de Nicolás Maduro”, a la vez que entienden a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como “la alianza militar más formidable del mundo”, defensora de los “derechos y libertades universales en todo el mundo”, frente a los cuales debe imponerse Estados Unidos.
Los republicanos
El Partido Republicano, el cual se hace llamar el Viejo y Gran Partido (GOP por sus siglas en inglés), estila no presentar una plataforma política, sino un discurso que se construye según las estrategias políticas del momento y las cuales se recogen en las consideraciones de la llamada Conferencia Republicana.
Para estas elecciones, las principales propuestas de la Conferencia Republicana son “mantener nuestro país seguro en casa (…) y fuerte en el extranjero. Asegurar nuestras fronteras. Proteger toda la vida humana. Preservar nuestros derechos constitucionales. Reducir impuestos. Mantener los principios y valores que han hecho grande a Estados Unidos”.
Específicamente, en materia de libertas civiles, los republicanos se presentan como “pro vida”, es decir, en contra del aborto, refuerzan su política antiinmigrante , a la vez que insisten en defender la Segunda Enmienda, la cual establece que todos los ciudadanos de EE.UU. tienen derecho a portar armas de fuego.
La izquierda también vota
Contrario a lo que muchos piensan, en Estados Unidos también hay partidos de izquierda que se presentan a elecciones. Entre ellos, esta vez concurrirán a los comicios generales el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP, por sus siglas en inglés), el Partido Socialismo y Liberación (PSL) y el Partido Socialista, que comparte candidatura con el Partido Verde.
Aunque saben que el sistema electoral de EE.UU. no les permite ganar, debido a la cantidad de millones de dólares que es necesario invertir en las campañas políticas, estas organizaciones aprovechan la coyuntura electoral para hacer conciencia revolucionaria dentro de la clase trabajadora estadounidense.
El programa del SWP es en abierta defensa de la clase trabajadora, por la construcción de un Estado obrero y socialista en EE.UU., a la vez que en política exterior plantean una solidaridad incondicional con Cuba y Venezuela. En esta ocasión como candidata presidencial concursa Alyson Keneddy, y de aspirante a la vicepresidencia, llevan a Malcom Jarret.
Por su parte, el PSL trae como propuesta a la hispana Gloria La Riva como presidenta y ocupando la candidatura de la vicepresidencia, Sunil Freeman. Según plantea el programa del PSL, dicho partido propone “una alternativa (…) que defienda los derechos de la clase trabajadora (…) se opone a la guerra, el racismo y la destrucción del medio ambiente”, a la vez que exigen el levantamiento del bloqueo contra Cuba y Venezuela.
En estos comicios, los partidos Verde y Socialista, abogando por el ecosocialismo, han unido la candidatura, impulsando al Gobierno la fórmula del ecologista Howie Hawkins como presidente y aspirando a la vicepresidencia, la socialista Angela Walkers.
La otra derecha
Existen también organizaciones de la extrema derecha no republicana que concurre a los comicios. En estos casos se encuentran el Partido Libertario con la fórmula electoral de Jo Jorgensen y Jeremy Spike, el Partido de la Constitución, con los aspirantes Don Blankenship y Bill Mohr y el Partido de la Prohibición, con Phil Collins y Bill Parker, a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente.
Todos exigen la mínima intervención del Estado en el mercado, a la vez que se apoyan en el fundamentalismo religioso, el apego estricto a las tradiciones conservadores, la supremacía blanca, la defensa de la tenencia de armas y una dura política antiinmigrante.
(Con información de Telesur) (Tomado de Cubasí)