Como parte de un programa de uso de emergencia autorizado por Beijing, casi un millón de personas recibieron una vacuna experimental contra la COVID-19 desarrollada por la farmacéutica china Sinopharm.
De acuerdo con el Presidente de la compañía, Liu Jingzhen, hasta el momento no han sido reportados efectos adversos graves en los receptores de este preparado y solo unos pocos presentaron algunos síntomas leves, publicó CNN.
El directivo explicó, además, que la vacuna fue administrada a trabajadores de la construcción, diplomáticos y estudiantes chinos que viajaron a más de 150 países de todo el mundo durante la pandemia, y que ninguno de ellos ha informado infección.
Entre los vacunados que viajaron al extranjero están 81de los 99 empleados de una transnacional, explicó Liu. “Posteriormente, en la oficina de esta firma se desató un brote y 10 de las 18 personas que no fueron vacunadas estaban infectadas, mientras que ninguno de los inyectadoslo estaba”.
Por otra parte, Sinopharm desarrolló ensayos clínicos de fase 3 para este inmunógeno chino entre casi 60 mil personas en 10 países, como Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto, Jordania, Perú y Argentina.
(Tomado de Cuba en Resumen)