Claudia Bracho Cardentey fue una de las primeras personas que conocimos en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (Ipk Cuba) cuando llegó el nuevo coronavirus al archipiélago cubano. En aquellos momentos no tenía los dolores que siente hoy en sus manos, en su espalda, provocados por las tantas horas en un laboratorio. Hoy sabe que ha podido estar durante meses en contacto con el virus sin contagiarse ella, ni ninguna de sus colegas en esa Institución, sin la cual no es posible contar la historia del enfrentamiento a la pandemia en Cuba. Ella tiene un rostro angelical, una mirada que emana solo de las buenas personas y una baja estatura, que parece crecer en la medida que se le conoce. Regresamos a conversar con ella a las cinco de la mañana, cuando estaba concluyendo una nueva guardia de 24 horas y ya habían procesado más de 2000 PCR. Nuestra intención es dedicarle un audiovisual de la Serie Rostros, pero le adelantamos esta conversación que nos la revela inmensa, gigante:
“Me gradué en el año 2017, inmediatamente me incorporé a IPK (Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”) porque yo había realizado mis años de prácticas laborales y la tesis en este Centro, esta última relacionada con Inmunología y el virus del dengue, no los virus respiratorios. Hice el preuniversitario en el Instituto Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, estuve allí hasta el 2012, los tres años estuve becada. Soy de la graduación 38. Tengo 25 años, ahora el primero de noviembre cumplo 26 años.
Realmente las guardias de nosotros son bastante tranquilas, siempre queda un trabajo anterior pendiente, casos confirmatorios, evolutivos, casos que se confirman por primera vez, entonces, las mañanas normalmente se pasan tranquilas, realmente es en el horario de la tarde, alrededor de las cinco a seis de la tarde, cuando se acumulan las muestras, depende también del horario en que entran las muestras al Centro; pero, por lo general, nosotros hemos acoplado bastante bien, yo anteriormente estaba en extracción, ahora estoy en placa, porque normalmente los trabajadores del Centro que están apoyando las guardias ya sabemos hacer la rutina del laboratorio, las funciones que se hacen desde que le das la entrada a las muestras, hasta que las dejas en los equipos, entonces, yo me dedico donde me necesitan, en dependencia de la persona que esté vacante en ese momento, ahora estoy acá arriba en placa, realmente nos acoplamos bastante bien a la hora de montar los equipos, de hacer las lecturas, de tener los intercambios a veces con las dudas, las discusiones de los casos.
La guardia de hoy realmente ha estado bastante tranquila y son alrededor de las cinco de mañana. Hoy nosotros hicimos 36 placas, de ellas aproximadamente 10 son corridas de 36 y el resto son para son corridas de 96, así que aproximadamente hemos hecho 2 mil 250, 2 mil 300 más, menos, por ese rango va el número de muestras.
Yo me incorporé desde que se diagnosticó el primer caso el 11 de marzo, nos incorporamos a las guardias, o sea las muchachas de Virología que ya teníamos una experiencia en guardias anteriores, puesto que ya habíamos rotado por cuerpo de guardia de Zica, guardias de Dengue, guardia de Influenza, teníamos más o menos una experiencia en ese sentido y nos acoplamos bastante bien. En un primer momento fue en un solo laboratorio, estábamos Melisa, Celeste, Esther y yo, luego se fue ampliando en dependencia del volumen de muestras que entraban y de las diferentes funciones que se iban realizando, y hasta el momento han sido 7 meses bastante estresantes, duros; pero hemos tenido también nuestras alegrías, hemos compartido todos los cumpleaños aquí, el día de las madres, el de los padres, todo, y nos hemos acoplados bastante bien realmente.
En un primer momento nosotros hacíamos alrededor de 300-500 muestras diarias, éramos 4 muchachas solamente, entonces a pedido del mismo país, del mismo Gobierno, de que realizáramos un mayor número de muestras, que nos sumáramos a realizar la capacitación a todo el país, se fueron ampliando los laboratorios para llegar a tener de 1900 a 2 000, 3 000 muestras diarias…
Hay un laboratorio al que van las muestras de todos los pacientes que están en terapia, pacientes evolutivos, pacientes confirmatorios que han salido por otros Centros, que nosotros le hacemos una especie de control de calidad y un primer laboratorio donde se le da entrada a todo ese volumen de muestras y donde ahí mismo se confeccionan los protocolos, se confecciona la base de datos que luego sube y se confecciona el parte que se le envía al Ministerio.
Hemos tenido apoyo de muchos Centros, aquí hay muchachos del CIM (Centro de Inmunología Molecular), hay muchachos del Centro de Apicultura, muchachos de Sanidad Vegetal, es decir hemos tenido microbiólogos, bioquímicos de todos los Centros de La Habana, a través de la Facultad de Biología se han captado para acá y todos han estado bastante acoplados, han interactuado bien, se sienten bien, luego a raíz que abrieron estos cuatro laboratorios se hizo un pedido al Ministerio y entraron 20 muchachos licenciados en Tecnología de la Salud en Bioanálisis Clínico, son los que actualmente se están incorporando a los laboratorios y están trabajando. Estos muchachos están rotando, no es que estén fijos en un solo puesto, entonces, ellos rotan por todas las funciones…de manera tal que ellos ya puedan adquirir las experiencias en cada una de las funciones y puedan trabajar por sí mismos sin ningún problema.
Realmente en estos siete meses hemos tenido dolores, no sé si se dice tendinitis, es de pipetear tanto constantemente y de procesar grandes volúmenes de muestras a veces se nos entumecen las manos, a veces llegamos a la casa y por ejemplo me pasa a mí, que me voy a lavar los dientes por la mañana y no puedo lavarme los dientes con la mano derecha, porque no logro hacerlo del dolor que tengo al apretar el cepillo, también me pasa a la hora de comer, que no puedo sujetar los cubiertos, sobre todo con la mano derecha; pero con respecto a los dolores de espalda no son tan pronunciados como el dolor de la mano provocado por tener que estar pipeteando todo el tiempo, a veces un ligero dolor de cabeza; realmente es bastante agotador.
Nosotros llegamos al otro día a la casa, hay muchachas aquí que tienen niños, tienen familiares que tienen que atender y cuidar y muchas veces empatan un día con el otro, no llegan a descansar, llegan a todo lo que tienen que hacer en la casa y después a la noche del siguiente día se acuestan a dormir y normalmente los que no tienen nada que hacer, estamos prácticamente todo el día durmiendo en la casa; pero es bastante estresante y agotador, realmente.
En un primer momento nosotros tuvimos mucho apoyo de las profesoras, las profesoras siempre nos han guiado desde los inicios de marzo hasta la actualidad. Hemos tenido mucho apoyo de la profe Odalis (Dra. Odalis Valdés Ramírez), que es la Jefa del Laboratorio Respiratorio, sobre todo por la parte técnica, ella tiene mucha experiencia con los PCR en tiempo real y nosotras hemos ganado en experiencia. Habían muchas muchachas que no sabían trabajar en los nuevos extractores y hemos aprendido realmente a hacer todas las técnicas de manera rápida en un corto período de tiempo y pienso que si todo el mundo pone de su parte, todo el mundo se cuida, cumplen con las medidas higiénico-sanitarias, vamos a reducir el coronavirus al mismo nivel de sus inicios. Para eso necesitamos del apoyo de toda la población, necesitamos que toda la gente acate las medidas, que siempre estén atentos a las noticias de las autoridades.
En la casa somos tres, mi mamá, mi abuela y yo. Mi abuela es la viejita de la casa que tiene 87 años; pero es bastante fuerte, mi mamá es Licenciada en Ciencias Farmacéuticas, ella sí trabaja de lunes a lunes prácticamente, cuando yo estoy en este período de tres días de descanso asumo el cuidado de mi abuela, a veces cuando ella tiene un tiempito libre, yo paso tiempo con mi novio o él viene a la casa; pero realmente nos acoplamos bastante bien.
A mí particularmente lo que me gusta es cocinar, entonces eso es lo que hago, la mayor parte del tiempo en la casa y bueno mi novio normalmente es el que ayuda, generalmente lo que hace es arreglar todos los equipos que se rompen, todo lo que aparece roto, el teléfono, televisores y realmente es bastante tranquilo. Mi abuela hasta hoy está bien, está sana sin ningún problema, yo siempre trato de cuidarme por todos los medios y que no haya ninguna situación y hasta ahora todo ha fluido bastante bien.
Realmente a nosotros nos pidieron el apoyo para entrar en las guardias de 24 horas de la Covid. A todos nos preocupó el posible contagio de las personas mayores de 60 años que convivían con nosotros, yo lo que siempre me decía era: cuídate, mira que no te pase nada, trata de cumplir con todo, báñate, cámbiate los guantes. Cuando llego a la casa, lo primero que yo hago es me quito toda la ropa, me baño y a veces me pongo a ayudar a mi mamá con las cosas de la casa. Mi abuela no sale, ella está todo el tiempo en la casa y está bastante bien realmente, un poco nerviosa y ansiosa, de vez en cuando hay que apagarle el televisor y no deja de ver la Mesa Redonda.
Me gustan los espaguetis, me encanta cocinar espaguetis en todas sus variantes, en todos sus tipos, es el plato preferido de mi novio, por eso es que generalmente lo cocino y a mi abuela lo que le gusta son los potajes y entonces generalmente lo que hago es judía, garbanzo cuando aparece, sopa o ajiaco, lo que le gusta es comer algún tipo de caldo y eso es lo que normalmente se hace en la casa.
Cuando ustedes filmaron aquí, era la primera vez que salía en cámara, nunca lo había hecho, entonces me puse un poco nerviosa en ese sentido, sobre todo que saliera una publicación que leyera toda Cuba, las redes sociales, que mi nombre saliera en toda la Isla, tuve un poco de pena por decirlo de alguna manera, porque realmente nosotros estudiamos para esto, nosotros nos gusta hacer este trabajo, ya nos sentimos bien haciendo este trabajo, entonces para nosotros es parte del día a día. Ahora no es tanto, no me da tanta pena porque han salido Rostros en el transcurso de todos los meses, de manera general la población se ha dado cuenta que es mucho más amplio el rango de especialistas, de investigadores que están involucrados con las enfermedades infecciosas, particularmente las enfermedades respiratorias y que de una manera u otra muchas personas han colaborado: médicos, técnicos de análisis, licenciados, microbiólogos, todo el mundo ha colaborado y eso es meritorio realmente que todo el mundo haya dado el paso al frente.
En un primer momento yo quería estudiar Medicina, me gustaba mucho la Medicina y realmente lo que quería era estudiar los seis años de Medicina y hacer la especialidad; pero, después sentí que era un período de tiempo un poco extenso y ya me habían hablado del IPK, me habían hablado que no tenía que ser necesariamente médico para estudiar microbiología y la Facultad de Biología me gustaba mucho, porque no solo se estudiaba la Microbiología Clínica, se estudiaba la Microbiología Industrial, la Microbiología Vegetal, en fin toda la rama de la Microbiología, que es mucho más rica, mucho más amplia y me interesó mucho la carrera, igual fui a las puertas abiertas en la Universidad de La Habana y un profe de la Facultad fue a dar las explicaciones y nos llevó a las aulas, a los laboratorios y me quedé encantada con la carrera, fue mi primera opción en la boleta.
En todo este período de tiempo, el mayor significado personal es haber contribuido con la población, haber contribuido con el diagnóstico del coronavirus en Cuba, haber contribuido a que la epidemia no se haya extendido más, con otras consecuencias. En un segundo orden, he adquirido muchos conocimientos y he aprendido a trabajar con todos los equipos de PCR, he pasado por todas las funciones de una guardia de Covid y actualmente me siento capaz de desempeñarme sola en un laboratorio, de realizar mis propias investigaciones, mis propios análisis.
Actualmente estamos en las guardias de Covid; pero también llevamos a la par la maestría, que todavía está ahí y no la hemos podido sacar, esperemos que para diciembre de este año pueda ser; pero realmente contribuir con el buen desenvolvimiento de la epidemia ha sido muy importante para mí.
Los momentos especiales han sido los cumpleaños, hemos compartido todo lo que hace Lupe (Dra. Guadalupe Guzmán), lo que hace Sonia (Dra. Sonia Resik), todos hemos estado acá y momentos especiales han sido también cuando las profes han entrado al laboratorio, ellas normalmente no entran al laboratorio, no deben hacerlo y ver a la profe Lupe con traje y toda vestida dentro del laboratorio, eso nos da satisfacción y entonces lo ha hecho, la profe tiene 70 años y realmente es muy importante y lo hace de todo corazón, es muy importante ese momento, por lo menos para mí es muy importante. La pandemia me ha enseñado a tener responsabilidad, me ha enseñado de una manera u otra a protegerme a mí, a proteger a mi familia y a proteger todo el mundo a mi alrededor y mucha voluntad, mucha perseverancia”.
(Tomado de Naturaleza Secreta de Cuba)