Por Yanisleidy Prado Rojas
La prensa camagüeyana se alzó en la más reciente edición del concurso 28 de Septiembre con dos premios especiales instituidos para reconocer los productos comunicativos que mejor reflejaron la relación del Comandante en Jefe con los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
En Radio, el reconocimiento lo recibió el programa Por los caminos de Fidel, escrito y dirigido por la profesora de varias generaciones de periodistas y corresponsal de Radio Rebelde, Miozotis Fabelo Pinares. En tanto, Encuentros con Fidel, de Luis Varcasia Era, resultó el merecedor de dicha categoría en Prensa Escrita.
“Seguimos por los caminos de Fidel”
Quince minutos en las tardes de sábado de Radio Cadena Agramonte recorren los senderos del indiscutible líder de la Revolución Cubana de la mano de Fabelo Pinares: “El espacio surgió tras su muerte para mantener vivo su espíritu, para que los más jóvenes que no lo escucharon lo conozcan, para que no se pierda el legado suyo y para que esté también en cada acción nuestra y siga dirigiendo el trabajo.
“Cada semana tiene un tema diferente en dependencia de fechas históricas, acontecimientos, aniversarios cerrados. Es su voz a través de discursos e intervenciones la que aborda los asuntos del programa, que no es resultado solo de mi trabajo, sino de un equipo integrado por Yudit Moya Vázquez y Andrés Miguel Pérez en la locución y Lázaro García como realizador de sonido”.
¿Qué importancia le atribuye a los CDR?
“Que a 60 años todavía mantengan como su prioridad la defensa de la Revolución y la vigilancia constituyen logros indiscutibles, porque en las actuales condiciones nos obligan mantener más que nunca la consigna que dice “Con la guardia en alto”. Las agresiones no cesan, el bloqueo se ha recrudecido y las campañas mediáticas…No son las mismas armas pero la guerra es con nuevas tecnologías y los CDR deben estar preparados para enfrentarlas porque los CDR somos todos, los que estamos en redes, en las fábricas, en el surco, en las aulas…”.
¿Constituye un reto hacer un trabajo periodístico creíble y atractivo sobre el tema de los CDR?
“Es la vida cotidiana, la historia de la gente que hace todos los días un poquito de Revolución: los jubilados y la familia aportando a la producción, el que dona sangre… actitudes y respuestas que responden a necesidades del país. Cualquiera de esas historias, también enfocadas desde los CDR, la vivimos en todos estos meses de lucha contra la COVID: desde las brigadas sanitarias, pesquisando, ayudando a los más ancianos con la mensajería. Son actitudes que hay que resaltar y es lo que hacemos todos los días”.
Cuadro cederista y periodista a la vez
“Encuentros con Fidel fue un resumen de todas las veces que él se reunió con nosotros (cuadros de los CDR) desde al año 1971 hasta la década de 1990”, comentó a Adelante Luis Varcasia Era, colaborador de la revista La Calle. “Lo envié varias veces, pero nunca lo publicaban, hasta que al fin encontró espacio en esta última edición de la revista”.
“En esos encuentros Fidel se ponía a conversar con nosotros largas horas, hablaba de todo, incuso de cosas secretas, de su familia, nos hacía reír mucho, y yo creo que él lo hacía porque sabía que ese mensaje llegaría hasta el último barrio, porque otra organización era más limitada. Nos tenía esa confianza.
“La gente a veces se quejaba, entre ellos muchos periodistas, por el trabajo de su seguridad personal, pero ahí no había eso, compartíamos con él de muy cerca, le hacíamos fotos y nunca encontramos obstáculos. Una vez regaló unos libros y yo tuve la suerte de recibir los de mi fila. Yo había contado cuántos éramos, pero cuando llegó el turno, me da la mano —una mano muy suave— y me pregunta cuántas personas había en la fila, me puse tan nervioso que se me olvidó y dije cualquier número. Cuando pasó a la siguiente, volví a respirar”.
¿Cómo llega al periodismo?
“Fui cuadro de los CDR desde el año 1970 hasta la década de 1990. Al principio atendía a los corresponsales voluntarios. Yo siempre había querido ser periodista y tenía que ser ejemplo, también era corresponsal voluntario. Después se dio la oportunidad de estudiar en Santiago de Cuba y los CDR me facilitaron todo para ello, así me gradué en 1983.
“Yo digo que no soy buen periodista porque creo que siempre tengo que superarme más, y cuando leo a los jóvenes de hoy, o los escucho por la radio, que me gusta mucho, digo ‘estos muchachos nos superan el triple’, porque no es lo mismo estudiar por dirigido que en el curso regular. De hecho, teníamos un profesor que nos llamaba el grupo de los “anormales”. Pero pasar la universidad me incentivó a leer y me dio una cultura que no tenía”.
—¿Cuál fue la impronta de Fidel en los CDR?
—El hecho de que se reuniera con nosotros todos los años nos dejó muchas huellas. Estaba siempre en la dirección nacional velando porque no se desviaran los cuadros, él nos explicaba que en una organización tan masiva podía darse el caso de que algún elemento oportunista se colara. Pretendía la pureza de los cuadros, que fueran ejemplo.
¿Qué desafíos tiene la prensa para tratar el tema de los CDR?
“Es difícil porque en la voz popular la gente dice que están dormidos, pero yo creo que no, siempre hubo algunos con menos trabajo. El trabajo de los CDR no puede centrarse en las finanzas, hay que insistir en el funcionamiento real, no en la reunión (a veces necesaria) sino en que la gente sea solidaria, en tocar a la puerta del que lo necesita, en la vigilancia; y darles iniciativa a los jóvenes porque a veces les ponemos obstáculos.
“Y la prensa tiene que reflejar eso. Hay que destacar a los jóvenes que ocupan cargos, hay que sacar su testimonio, cómo aglutinan a las personas, cómo organizan los huertos familiares… porque cuando los demás lo vean creo que se pueden motivar. La prensa tiene que hacerse eco de los buenos ejemplos, sin dejar de hacer los señalamientos oportunos si fuera necesario”.