ENTREVISTA

Jorge Luis Marí Ramos: Eterno aprendiz de la historia de Cienfuegos

Cuenta que, de pequeño, había en su casa toda clase de juegos de mesa y que, como torrente de agua, acudían, en la tarde, los niños del barrio en busca de esa diversión compartida. Pero recuerda, sobre todo, aquella colección de libros muy antiguos, que le ofrecían conocimientos profundos sobre los más diversos temas. Aquellos quedaban para ser disfrutados en las horas más tranquilas.

Quizás, de su apego a la lectura nació la pasión por la Historia que durante 20 años ha marcado su trayectoria en el canal territorial de Cienfuegos. Ejercía como maestro de educación laboral cuando comenzó su formación como Director de Programas de Televisión.

“Yo vine al canal a hacer un programa histórico; esa fue la convocatoria. Presenté el proyecto y lo aprobaron”.

Jorge Luis Marí Ramos figura entre los fundadores del Telecentro Perlavisión. Acaba de recibir el Premio Pequeña Pantalla, entregado por el Instituto Cubano de Radio y Televisión en el Aniversario 70 de la Televisión Cubana.

Ha dirigido espacios vitales de la pantalla local como el Noticiario Notisur y A Debate. También, espacios infantiles. Sin embargo, su obra más importante se concentra en el programa “Semilla Nuestra”, dedicado a la historia de Cienfuegos.

-¿Cómo nació el Programa?

-Obviamente, la Historia no solo está en un combate, en una batalla; está también en los hombres, en la cultura, en las tradiciones, en los sitios. Detrás de cada edificio construido, por ejemplo, importan los hombres que lo construyeron, cómo y bajo qué circunstancia se construyó. Y ahí estuvo un poco el balance que hice entre el patrimonio tangible e intangible de nuestra Historia”

“Otro objetivo importante que me propuse desde el inicio fue tratar de aprovechar todas las fuentes vivas. La historia no está, únicamente, en los libros. Hay muchas personas que vivieron determinada etapa y recoger sus testimonios ha resultado trascendental para mí. También, estudiosos de un acontecimiento o descendientes de protagonistas de hechos históricos, que atesoran un pequeño documento, una fotografía, y podemos reconstruir la historia a partir de ahí.

“Te pongo un ejemplo. Yo estuve preparando un guion sobre la presencia de Jacinto Benavente en Cienfuegos. En la prensa no encontré escrito alguno sobre el paso de Benavente por esta ciudad. Al conocer sobre el tema que yo estaba escribiendo, un amigo que visitaba mi casa me comentó que él guardaba fotos de su tío con Jacinto Benavente. Efectivamente, gracias a él, encontré fotos de Benavente con todos los lobos de mar de la época en el Yacht Club, en el Castillo de Jagua, entre muchas otras. Aquella cantidad do fotografías, que nunca habían salido fuera del contexto familiar, me hicieron cambiar la historia que yo estaba contando.

“A principios de la década del 20, Jacinto Benavente visitó Cuba con la Compañía de Arte Comedia. Ante la imposibilidad de presentarse en el Teatro Nacional, fue invitado a Cienfuegos por el entonces representante del Teatro Tomás Terry, quien coincidentemente se encontraba en la capital del país.  De esta manera, el debut en la Isla de esta Compañía tuvo lugar en Cienfuegos. Jacinto Benavente mereció el Premio Nobel de Literatura por el conjunto de su obra”.

Entre los géneros televisivos que has utilizado, prefieres el Docudrama, ¿por qué?

-Aunque he utilizado diferentes géneros audiovisuales, me he inclinado más al Docudrama, quizás por los propios requerimientos del lenguaje televisivo. La Televisión es imagen y muchas veces nos falta elementos gráficos para narrar la historia; es por eso que decidimos recrearla con actores y situaciones. Eso no significa que no tengamos un respeto absoluto por los hechos; que no cuidemos la ambientación de cada época, sino todo lo contrario.

“Quizás, de mi inclinación por el docudrama tiene la culpa el profesor que nos formó como directores de programas de televisión.  Al terminar las sesiones de clases él siempre proyectaba alguna de sus obras para debatirlas y yo recuerdo que la primera vez que hicimos eso, se trataba de un docudrama sobre la batalla de mal tiempo. Aquello me caló tanto que aun hoy lo tengo presente.

“El docudrama es un género que te permite ser muy creativo; llegar más al público. En este sentido, tuve una experiencia que todavía me emociona. Quisimos presentar el Programa dedicado a Henry Reeves, el Inglesito, a los alumnos de la escuela que lleva ese nombre en honor al mártir. Antes de proyectar el programa, se escogió a un pequeño grupo y se sometió a una comprobación de sus conocimientos sobre la biografía de Henry Reeves. Los resultados, lamentablemente, no fueron del todo buenos.

“Qué hicimos; proyectamos el material y al final, cuando ellos estaban todavía excitados por lo que habían visto, por la parte de atrás del aula, entró el actor que trabajó en el Programa, caracterizado de la misma manera, con su prótesis en la pierna, cojeando, diciendo un breve monólogo que le habíamos preparado. La reacción fue impresionante. No solo la de los muchachos, sino la de los profesores también. Luego estuvimos debatiendo y, para cerrar, se aplicó nuevamente una comprobación a los muchachos. El resultado fue diferente, positivo. Evidentemente, logras una mayor sensación y se le imprimir a ese conocimiento que quieres trasmitir”.

-Hay mucha investigación detrás de cada guion. Esta indagación va desde el hecho o la figura en sí hasta los detalles. ¿De qué manera lograste reproducir una órtesis como la que utilizaba El Inglesito?

-Examinamos en un libro la descripción de la órtesis que usaba Manuel Sanguily. Encontramos también testimonios de la que utilizaba el propio Reeves, porque su cadáver fue paseado por Cienfuegos como trofeo de guerra y, a partir de eso, con la ayuda de los especialistas del Departamento de Órtesis en la Unidad de Electromedicina, confeccionamos una con materiales que fueran bastante parecidos…. Cada programa lleva buscar, un detalle que, por pequeño que parezca, te ayuda acercarte al hecho histórico, a recrear una época”.

-Y, ¿ qué intentas transmitir en cada programa?

-Yo me apasiono con la Historia; viajo a la época; leo; busco. Si tú no trasmites la pasión por la historia no llegas a ninguna parte”.

-¿Cuál es el momento que más disfrutas como realizador?

-Siempre lo más estimulante constituye el encuentro con los testimoniantes. Es la persona que te hace vibrar por dentro, que te saca las lágrimas…por ejemplo yo estuve más de un año esperando para entrevistar a Luis Carbonell a propósito de un programa sobre el poeta cubano Alfonso Camín, quien fue uno de los precursores de la poesía negra en Cuba y de la poesía erótica.

“Todo porque sabía que Luis Carbonell incluía obras de Camín en su repertorio; es decir, Carbonell conocía a este poeta. Finalmente logré la entrevista y resultó un testimonio impresionante del Maestro Carbonell. Recuerdo que todo el equipo estaba emocionado.

“He conversado con protagonistas de hechos que marcaron varias generaciones. Por ejemplo, con un sobreviviente del bombardeo a la ciudad española de Guernica. Todavía vibro cuando veo la entrevista. Fue un programa premiado nacionalmente, pero no por su realización sino por el testimonio invaluable de aquel hombre”.

-Hablando de premios, has recibido varios en repetidas ediciones del Festival Nacional de Telecentros, en concursos de la UNEAC. ¿Qué opinión te merece este? Que compartes con compañeros de otros telecentros y con figuras, por solo citar un ejemplo, como Geomar Venegas, quien además fue tu profesora durante el Curso de Dirección de Programas de TV.

“Los premios son importantes. Siempre los celebramos con el equipo porque no es solo mi obra, pero el premio mayor llega cuando sales a la calle y la gente te dice lo bueno y también lo malo; porque la gente te celebra, pero también te critica. Y esa crítica también es muy buena porque te lleva a profundizar más en los temas, para no cometer errores”.

-¿ … el futuro?

-Seguir trabajando; seguir aprendiendo. Yo me considero un eterno aprendiz; aprendes en cada momento… tienes que estar abierto al conocimiento, a la lectura permanente y a la interpretación, muchas veces, a cotejar lo que aparece en un texto con otras fuentes, a atreverte a lanzar hipótesis porque hay cosas que no están escritas, a explorar cuestiones de la cultura popular, como la religiosidad, las tradiciones, que a veces se tienen como un mito”.

-Después de 20 años, ¿habría alguno de tus programas históricos con el que no estás conforme; que te gustaría, tal vez, desaparecer?

-Yo te diría que no quiero perder ninguno porque todos tienen, por mínimo que sea y amén de que todo no ha salido perfecto, un aporte importante a la preservación de la historia de Cienfuegos”.

(Tomado del 5 de Septiembre)

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