Para la prensa revolucionaria en Cuba, 1965 es un momento trascendental. El 3 de octubre culmina el proceso de unidad de las principales fuerzas revolucionarias que participaron en la lucha contra la dictadura de Batista. Se constituye el Comité Central del Partido Comunista de Cuba y, como su órgano oficial, nace el periódico Granma, cuya primera edición vio la luz al día siguiente, es decir el 4 de octubre.
Desaparecen Revolución y Hoy, hasta entonces órganos del Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular, respectivamente. Poco antes había cesado de publicarse el vespertino Combate, órgano del Directorio Revolucionario 13 de Marzo. Los recursos humanos, las maquinarias, las instalaciones se concentran en un nuevo periódico de carácter político que saldría como matutino, todos los días.
En su discurso en el teatro Karl Marx, Fidel Castro anuncia dos acuerdos sugeridos por la dirección nacional del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) antes de su desaparición, como parte del proceso de unidad: Uno, la constitución del Partido Comunista de Cuba, y el otro “se refiere a nuestro órgano oficial, y es que en lugar de dos periódicos con caracteres políticos como se venían editando (Hoy y Revolución), concentrar los recursos humanos, concentrar los recursos en maquinaria y en papel para hacer un nuevo y único periódico de carácter político matutino, además del periódico “El Mundo” que no es un periódico propiamente de orientación política. Unir todos esos recursos y hacer un nuevo periódico que llevará el nombre de Granma, símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino”, según sus palabras.
Luego de concluida la sesión de constitución del Partido Comunista de Cuba, su primer secretario Fidel Castro se dirige hacia el periódico Hoy, situado en Prado y Teniente Rey, y allí pone en conocimiento de sus periodistas y trabajadores la decisión de que el nuevo periódico sería dirigido por Isidoro Malmierca Peoli, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, recién constituido. El presidente Osvaldo Dorticós, Blas Roca, Carlos Rafael Rodríguez, Ramiro Valdés y otros dirigentes también participaron en ese encuentro. Existe una foto que ha quedado como testimonio. En ese momento, se rindió un merecido homenaje de despedida, de respeto y cariño a Blas Roca, quien había dirigido el periódico Hoy desde 1961, cuando sustituyó a Carlos Rafael Rodríguez, al ocupar éste la responsabilidad de presidente del Instituto Nacional de la Reforma Agraria.
El fotógrafo Jorge Oller, uno de los participantes del encuentro, escribió años después:
“El breve, cordial y estimulante encuentro animó la faena de todos. Enrique Mesa, Gabriel Molina, Ricardo Sáenz y Joaquín Oramas tecleaban a toda prisa sus máquinas de escribir y en su departamento Daniel Reguera revisaba las planas deportivas. Los fotógrafos Miralles, Pildain y Beruvides procesaban en el laboratorio las fotos, mientras que el viejo Landrián y Luis confeccionaban los grabados. Sobre una mesa de dibujo Jacques Brouté diseñaba las páginas… En los talleres, los linotipistas, cajistas y matrizadores no paraban”.
Aquella noche se encargó al ilustrador y caricaturista Horacio Rodríguez la realización del logo del periódico, y se aprobó de inmediato. Es muy similar al que se sigue utilizando en el 2014.
“Al amanecer del día 4 de octubre salió impreso el primer número del diario Granma y el director Malmierca lo revisó atentamente. Luego dio la orden de tirar el periódico. Los cilindros de la rotativa no cesaron de girar hasta imprimir la increíble cantidad de 498 784 ejemplares, muchos miles más que la tirada de la veintena de diarios capitalinos juntos antes de 1959”, también recordó Oller. El número inicial del diario tenía 12 páginas y contenía 31 fotografías, lo que era señal de la importancia que Granma daría al fotorreportaje para mostrar la obra en desarrollo de la Revolución y la solidaridad con otros pueblos.
Quien esto escribe no tuvo la oportunidad de estar en el citado encuentro en el periódico Hoy ni participar en la confección de su primer número, pues estaba concluyendo en esos momentos el curso de la escuela provincial del Partido. Días después, cuando Granma se trasladó para el edificio ubicado en Territorial y General Suárez, donde habían estado la redacción y talleres del diario Revolución, se me comunicó que debía presentarme en Granma, pues había sido designado como uno de los jefes de información del nuevo periódico.
Granma estuvo publicándose hasta principios de 1967 todos los días de la semana. Después, pasó a hacerlo seis días a la semana hasta la década del 90 cuando se produjo la desintegración de la Unión Soviética, donde se obtenía la mayor parte del papel. Entonces, durante unos pocos años, solo pudo publicarse cinco veces a la semana hasta que se retornó a seis días, aunque en tamaño tabloide y menos páginas que las que le dieron origen.
Desde 1965 Granma ha sido el principal vocero del Partido y de la Revolución Cubana. Permanente fue la atención y presencia de Fidel Castro en ese buque insignia de papel. Mantuvo contacto telefónico sistemático con su dirección y libró numerosas batallas políticas las libró desde su redacción. Muchas veces instaló su Estado Mayor en ese lugar. Lo hizo, por ejemplo, cuando la caída del Che en Bolivia, los acontecimientos de Checoslovaquia en 1968, el terremoto de Perú y la campaña de donaciones de sangre de nuestro pueblo para los damnificados, la zafra de los Diez Millones, los sucesos de Mariel, las elecciones que llevar al poder a Salvador Allende en Chile y los ataques a los pacíficos pescadores cubanos por los elementos terroristas de Miami.
Para quienes tuvimos la dicha de integrar el equipo fundador de Granma, y que estuvimos allí casi tres décadas, ese periódico fue un escenario de combates cotidianos en defensa de la Revolución y una escuela de periodismo revolucionario.
No podemos olvidar lo mucho que aprendimos con las enseñanzas de sacrificio, abnegación y ética de los cuatro directores con que me tocó trabajar desde 1965 a 1994, y que contribuyeron a nuestra formación partidista y revolucionaria. De uno de ellos, Jorge Enrique Mendoza, tengo los mejores recuerdos sin que ello demerite o disminuya los valores de los otros. Su gran ambición fue hacer cada día un buen periódico y no escatimaba entregarse a ello cada minuto de cada día en los más de 20 años al frente de la dirección de Granma. Y era, en sus sentimientos y en sus relaciones, un ser humano excepcional. Inteligente y audaz, fiel y honesto, quizás en esas cuatro palabras pueda caracterizarlo. Y traigo a colación esto porque cuando se hable de la historia de Granma no se puede olvidar ni a él ni a otras prestigiosas figuras de la Revolución que noche tras noche visitaban su redacción para ayudar en la orientación política del periódico: a Celia Sánchez, a los comandantes Jesús Montané Oropesa y Manuel Piñeiro y a Armando Hart Dávalos, entre ellos.
Granma se convirtió en el periódico de mayor tirada en la historia de Cuba. Durante muchos años de sus máquinas salían diariamente 700 000 ejemplares y, ocasionalmente, ante acontecimientos importantes, se aproximó o sobrepasó la cifra del millón de ejemplares. El récord de tiraje lo impuso en 1973: Un millón 247 mil 866 ejemplares con el discurso pronunciado por Fidel Castro el 26 de Julio.
Son muchos los periodistas que han dejado una huella en el diario Granma. Varios de sus fundadores han fallecido: Elio E. Constantín, José A. Benítez, Félix Pita Astudillo, Evelio Tellería, Joaquín Oramas, Vicente Cubillas, Oscar Pino Santos, Aurelio Silverio, Santiago (Chago) Armada, Juan Antonio Salamanca, Tirso Martínez, Osvaldo Salas, José Agraz, Horacio Rodríguez, Pedro Luis Padrón, Ariel Rojas, Jaime Gravalosa, José González Barros, Ricardo Sáenz, Pedro Rojas, Mario Blanco Negret, Enrique Mesa, Rogelio Gutiérrez, Ernesto Calderín y José Manuel Otero, entre otros. Y también fallecieron algunos que se incorporaron después y también mucho contribuyeron con su trabajo creativo a darle prestigio a este barco de papel y lo hicieron navegar, a veces en medio de tormentas y corrientes adversas, hacia el futuro. Menciono a Julio García Luis, Guillermo Cabrera Álvarez, Virgilio Martínez, Liborio Noval, Tony Fernández, Arnaldo Santos y Fernando Lezcano.
Han formado parte de la historia de Granma otros destacados fundadores que aún tienen su pluma en ristre y otras hornadas de profesionales, salidos de las aulas de las escuelas de periodismo, que también han impulsado e impulsan ese barco de papel, algunos aún forman parte de la nómina del periódico, otros lo hacen desde otras posiciones. Menciono como símbolos de todos estos a tres: Marta Rojas, Ernesto Vera y Katiuska Blanco.
Ocho directores ha tenido Granma desde 1965 hasta 2021. Dos de ellos, Isidoro Malmierca, director-fundador, y Jorge Enrique Mendoza, quien estuvo al frente del periódico desde 1967 hasta 1987, es decir veinte años, ya fallecieron. Los otros directores han sido Jacinto Granda de Laserna, Enrique Román, Frank Agüero, Lázaro Barredo, Pelayo Terry y Yailín Orta.
Parte indisoluble del periódico creado en 1965 son también el Resumen Internacional, Granma Internacionalista, Granma Campesino y Granma Internacional.
La presencia de Fidel Castro en Granma ha sido permanente. Son numerosas las batallas políticas y de solidaridad libradas por la revolución que han tenido su Estado Mayor en el periódico. Vale la pena recordar algunas de ellas: la caída en combate del Che, los acontecimientos de Checoslovaquia, de 1968, la zafra de los diez millones, el terremoto del Perú y la campaña de don acciones de sangre del pueblo cubano para los damnificados, los sucesos del Mariel, los ataques a los pacíficos pescadores cubanos por la contrarrevolución de Miami.
Como en los tiempos del periódico La Calle, Fidel Castro ha estado en la redacción de Granma orientando trabajos a sus periodistas, escribiendo él mismo editoriales y secciones, sugiriendo títulos y caricaturas, revisando artículos y cables, leyendo las pruebas finales y retirándose ya avanzada la madrugada llevando consigo los primeros ejemplares de la tirada.
Granma es continuador de Patria y El Cubano Libre y de las mejores tradiciones del periodismo revolucionario que durante más de medio siglo no ha dejado de ser atacado y vilipendiado por los enemigos de la Revolución Cubana. ¿Por qué? Porque temen a las verdades que Granma traslada en sus páginas y que son un valladar a los planes hegemonistas, colonizadores, saqueadores, explotadores y opresores del Imperio y sus secuaces.
(Texto tomado del libro Dos siglos del periodismo en Cuba, con algunas actualizaciones a cargo de Ángela Oramas).