En su discurso del 3 de octubre de 1965, efectuado en el teatro Chaplin —hoy Karl Marx—, Fidel reveló la creación del periódico Granma. Anunció que, en lugar de dos periódicos, los recursos humanos, maquinaria y papel se concentrarían para hacer un nuevo y único diario de carácter político matutino que llevaría el nombre de Granma, “símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino”.
Así surgió Granma, de la fusión de los periódicos Hoy (órgano del Partido Socialista Popular) y Revolución (del Movimiento 26 de Julio), para convertirse en el órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Su primer número vio la luz el 4 de octubre de 1965.
Cuarenta años después, el destacado intelectual y político cubano, Armando Hart Dávalos (1930-2017) recordaba a las “decenas de trabajadores de la prensa que contribuyeron a hacer de Granma un baluarte indispensable de la Revolución socialista”.
“Resulta imposible mencionarlos a todos”, dijo. “Por ello solo nombraré, como homenaje a su eterno y vivo recuerdo, a dos de sus más significativos directores: los entrañables compañeros Isidoro Malmierca Peoli y Jorge Enrique Mendoza Reboredo; el primero, proveniente del Partido Socialista Popular; el segundo, del Movimiento 26 de Julio. En ambos se representa con la mayor justeza el empeño del colectivo laboral de Granma”.
Al referirse a los alcances del rotativo durante cuatro décadas, el notable ensayista y periodista agregó: “…Ahí están, desde luego, los discursos e intervenciones de Fidel en estos últimos 40 años. La historia política de Fidel en esas décadas se halla en las páginas de este medio de prensa, a disposición de todos aquellos que quieran profundizar en sus conocimientos y enseñanzas. Las experiencias en la lucha por la unidad que Fidel ha mostrado con enorme riqueza, se fundamentan en el legado de José Martí, aporte importante para las formas de hacer política que necesita el futuro de Cuba, de nuestra América y del mundo. Vale la pena investigar en las colecciones del diario las aristas más provechosas para la historia que harán las nuevas generaciones, las cuales vivirán bien entrado el siglo XXI. Quienes lo hagan, seguramente hallarán elementos de juicio indispensables para descubrir los caminos que Fidel se planteaba el 26 de julio del 2003 cuando, ante el Monumento a Antonio Maceo en Santiago, se preguntaba cómo sería Cuba en el Centenario del Moncada”.
Quince años antes de dicha celebración, en 1990, tras el derrumbe de la Unión Soviética, cuando se cortó el suministro sistemático de papel para su impresión, el periódico ya había registrado uno de los impactos más adversos que ha sufrido. De seis páginas de gran formato, se redujo a cuatro, en formato tabloide. Se intentó producirlo con papel nacional hecho con bagazo de caña, pero no resultó y hubo que adquirirlo, a precios más elevados, en Canadá.
La reconocida escritora y periodista, Marta Rojas, fundadora de Granma, rememoró esa época: “A mi juicio perdió mucho estéticamente porque dejamos de ver esos extensos reportajes con grandes fotos. Ya nada de eso se podía hacer por cuestiones de espacio. Sin embargo, el contenido mantiene la divisa de Fidel de publicar siempre la verdad”.
Fue a mediados de esa misma década que el diario se alzó como pionero del periodismo digital en nuestro país, propósito al que se sumó la edición on line de Granma Internacional, semanario que desde 1966 ya estaba disponible en los idiomas inglés, francés, portugués, italiano, turco y alemán.
Asuntos oficiales del gobierno; relatos vinculados con la historia de la lucha revolucionaria en Cuba, desde el siglo XIX hasta la actualidad; la situación política en Latinoamérica y el mundo; el desarrollo registrados en las industrias azucarera —y sus adversidades—, el turismo, la educación, la ciencia, el arte y el deporte en nuestro país; en tanto es fuente obligatoria de consulta para los analistas de temas relativos a importantes acontecimientos nacionales, entre ellos la campaña por la liberación de los Cinco Héroes, el retorno a la Patria del niño Elián Gonzalez, los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, entre otros, han estado entre las temáticas fundamentales tratadas por Granma.
Dos testimonios
Arsenio Rodríguez, experimentado colega, comenzó a desempeñarse en Granma el 14 de marzo de 1986, luego de cinco años en Finlandia, como representante de Cuba ante el Consejo Mundial por la Paz.
“Entré al periódico en la última etapa de Enrique Mendoza como director. En esa época existía un equipo de periodistas, en total 12, que atendían los temas internacionales. Profesionales de primera línea y bajo la dirección del maestro Juan Marrero. Mi experiencia personal es que no tuve dificultades para desarrollar la profesión. Atendía coberturas de primer nivel y logré ser considerado entre los más productivos en la página”, dijo a Cubaperiodistas.
También presidente de la Delegación de la Unión de Periodistas de Cuba, durante diez años, en ese rotativo, Arsenio cuenta que en “el tiempo que estuve no recuerdo limitaciones para escribir sobre cualquier tema y nunca fui censurado, a pesar de tocar en determinados momentos temas sensibles.
Vilma Rubiera, quien comenzó a trabajar a la edad de 18 años como realizadora de prensa en Granma Internacional, recién llegada de Suiza, donde había estudiado, y de donde venía con nociones del diseño, comenta a Cubaperiodistas:
Con la ayuda de Juan Ayús, director artístico, me preparé en el aprendizaje del oficio. Tuve el apoyo de magníficos artistas y diseñadores de aquel momento”, narra.
“Luego cumplí misión internacionalista en la República de Angola, de 1986 a 1988. Y, al regresar, me reincorporé al periódico en momentos en el que en la prensa nacional se iniciaba el sistema de empalme por computación, proceso sobre el cual recibí un curso en el Centro de Intercambio Automatizado de Información (Ceniai), junto con otros 17 colegas, y así reinicié mi labor como como diseñadora de la página web de Granma”.
Vilma agradece a este órgano su preparación artística y profesional, “pues me abrió muchas puertas y me preparó como diseñadora con el aval de la Ondi. Hoy soy miembro de la Asociación de Publicistas y Comunicadores Sociales, y tengo a mi haber más de 10 publicaciones internacionales y libros en otras editoras”.
Como diría Armando Hart, las historias de quienes han edificado al periódico Granma serían interminables. Y este 4 de octubre, en el 55 aniversario de la primera edición del rotativo, el destacado intelectual, como escribió hace 15 años, reafirmaría otra vez:
“¡Felicidades, trabajadores de Granma de todos los tiempos! Más que felicitarlos, debo decirles gracias por lo que han hecho, por lo que harán, y por el ejemplo que han dejado para la prensa revolucionaria cubana”.
Imagen: Ary Vincench