Por Magalys Chaviano Álvarez
A Elsa María Lansa Méndez, Elsita para los amigos y colegas, la he encontrado en varios sitios de la geografía cienfueguera durante la cobertura periodística de la epidemia de Covid-19.
Unas veces usa trajes especiales de protección con los que apenas se le reconoce; otras, en una conferencia, o por los pasillos del centro de Higiene, Epidemiología y Microbiología, e incluso en el Hospital Provincial, y hasta hemos compartido transporte, como pasajeras hasta el barrio de Pastorita.
Es especialista en Medicina General Integral, y en Epidemiología, y a comienzos de la epidemia en Cienfuegos, escribí sobre ella una pequeña historia de vida. Pero hace muy poco, un mensaje de Facebook desde Eswatini, en África del Sur, la ubicaba en la primera línea contra la covid-19, y me sorprendió. Integra la brigada Henry Reeve, destacada en esa nación.
“Se trata de un pequeño país, sin costas, que limita con Sudáfrica, y al noroeste con Mozambique; una Monarquía que hasta el 2018 conocíamos como Suazilandia y que cambió de nombre por orden real. Tiene una población de 1,3 millones, y una complicada situación de salud, con enfermedades como la tuberculosis y el VIH-SIDA; esta última la padece uno de cada cuatro habitantes, y la esperanza de vida se sitúa en los 49 años”.
¿Son los primeros médicos en el país de los suazis?
“Ya acá estaba asentada una misión médica que se refuerza con nuestra llegada, la cual se produce en agosto”, me cuenta Elsita vía internet, para compartir con los lectores de 5 de Septiembre.
“Por primera vez en la historia de la colaboración médica cubana en el Reino de Eswatini, se incorporan especialistas a la región de Manzini, pertenecientes a la Brigada Médica Henry Reeve; el grupo, conformado por internistas, médicos generales integrales y epidemiólogos, se suma a los hospitales regionales destinados a la atención de pacientes sospechosos y confirmados de covid-19, con el objetivo de brindar asistencia técnica y sanitaria.
“Laboramos en zona roja, en las salas, en los centros de aislamiento, en la bioseguridad y control de infecciones hospitalarias; estamos prestos a brindar nuestro aporte en conocimientos, y siempre con manos dispuestas. Yo no estoy directamente en la atención a pacientes. Mi trabajo aquí como epidemióloga es un poco diferente a como lo hago en Cuba, pero en materia de bioseguridad estamos implementado protocolos allá probados y efectivos”.
Me cuenta que extraña a la familia, a su hijo, el esposo, a Cienfuegos, pero el trabajo le cubre las ausencias y borra la nostalgia que se le aparece a ratos.
“Recientemente, el día 6 de octubre, celebramos los 15 años de la colaboración médica cubana en este país, se desarrollaron encuentros en los hospitales regionales, y han resultado lindas las muestras de agradecimiento por parte de las autoridades nacionales, todo sencillo pero emotivo; nos hemos encontrado con médicos que estudiaron en Cuba y guardan lindos recuerdos; otros tienen historias particulares de sus países, Etiopía, por ejemplo, porque hay mucho médico extranjero en este país, quienes tienen un cariño especial por Cuba y por la Revolución. Realmente la acogida ha sido calurosa en mi hospital, que es el más antiguo del país fundado por la Iglesia, y donde incluso nació el Rey, esta es la primera vez que hay médicos cubanos en estos 15 años, pero nos han acogido muy bien”, comenta la Dra. Lanza en nuestra ciberconversación.
“A Cuba, en busca de auxilio, dirigió su solicitud la nación, pequeña nación: pobre, hermana, africana. Hacia allá partió otra brigada médica, la número 39 que sale desde la Isla, para espantar la pandemia y la muerte en un pueblo hermano. Son diez especialistas integrantes del contingente Henry Reeve, que se sumarán a los nuestros que ya se encuentran allí. Llevan la decisión de vencerlo todo: a la muerte; a las calumnias; al odio de ciertos conocidos farsantes”, así publicaba Granma Digital el día 18 de agosto, en trabajo periodístico relacionado con la petición de ayuda de Eswatini para combatir la covid-19.
“En el hospital donde laboro, uno de los médicos generales atiende a los sospechosos y les toma la muestra para PCR; en compañía de otro, cubren el cuerpo de guardia, mientras yo me ocupo de la prevención y control de infecciones y del manejo epidemiológico de la epidemia, así como de la bioseguridad, porque eso sí, nos cuidamos y protegemos. Sabemos que allá, en el terruño, nos esperan la familia, los amigos, colegas, y nuestra gente, y retornaremos sanos y con el deber cumplido”.
(Tomado del 5 de Septiembre)