Un voluntario brasileño que participaba en los test de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, falleció el jueves de la semana pasada, informó Anvisa, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil
De acuerdo con Sputnik, el Comité Internacional de Evaluación de Seguridad que realiza la investigación del caso no divulgó detalles, debido a las cláusulas de confidencialidad y ética a que está sujeto el estudio; por tanto, se desconoce si el voluntario fue vacunado o recibió un placebo, y cuál fue el motivo de la muerte.
Además, Anvisa añadió que “las agencias reguladoras involucradas reciben los datos parciales referentes a la investigación realizada por ese comité, que sugirió seguir con el estudio”.
Asimismo, el órgano estatal manifestó estar comprometido con la protección de la privacidad de los voluntarios y la confiabilidad del país para ejecutar estudios de tanta relevancia; así como con su misión institucional de resguardar la salud de la población brasileña. Por su parte —subraya el reporte—, la empresa AstraZeneca hasta ahora no se ha pronunciado sobre el voluntario fallecido durante los ensayos.
Sin embargo, los investigadores vinculados a las pruebas de inmunización en Brasil señalaron que el voluntario era un hombre de 28 años, médico y residente en Río de Janeiro.
La nota recuerda que, la vacuna de Oxord y AstraZeneca contra la COVID-19 fue la primera que empezó a testarse en Brasil. “La Anvisa dio luz verde a los test en este país el 2 de junio, y a finales de ese mes la vacuna empezó a aplicarse en miles de voluntarios de varios estados, sobre todo profesionales del sector sanitario”.
A principios de agosto, concluye el texto, el gobierno brasileño alcanzó un acuerdo de compra de 100 millones de dosis de esta vacuna que contempla la transferencia de la tecnología necesaria para que pueda fabricarse en las instalaciones de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro.