Mercedes Muñoz Fernández y Max Barbosa Miranda
La plataforma ideal para el periodismo postindustrial. Así definían a Medium algunos análisis del sector en 2016. Aun cuando ese entusiasmo –un tanto determinista– ha ido disminuyendo en el mundo, no fue una expectativa superflua. Se basaba en el ambicioso objetivo con el que surgió en 2012 la iniciativa.
Bajo las firmas de los cofundadores de Twitter, Biz Stone y Evan Williams (este último también socio de Blogger), la propuesta inicial era definir un nuevo modelo editorial para internet, en el que las presiones económicas no mermaran la profundidad, la originalidad y la calidad de los contenidos.
Pero, claro, no todo fue color de rosa. En busca de un modelo de negocio que sustente el servicio, la plataforma ha experimentado numerosos virajes y contrapunteos que ponen su popularidad y futuro económico en juego. A pesar de ello, su misión original está más presente que nunca.
¿Qué propone Medium?
Desde su página principal con noticias destacadas y un menú muy semejante al de cualquier sitio de medios digitales, se entiende que Medium funciona como una gran revista. La diferencia radica en la procedencia de cada titular. Las entradas van a pertenecer a varios blogs y publicaciones de pequeñas compañías de medios y generadores de contenidos, fundamentalmente.
Con esa estructura, la herramienta logra reunir varias dimensiones de interés para la labor del periodista. Representa un canal mixto con publicaciones multiautor de actualidad. Además, cada cuenta individual es un blog sencillo, donde subir historias con firma independiente o republicar entradas del medio al que se pertenece para darle mayor visibilidad si está en la plataforma.
Asimismo, ofrece un entorno de trabajo simple e intuitivo para editores, moderadores y el propio autor, debido a su gestor (CMS) y su sistema de agregación y curación de contenidos. De esta forma se optimizan los tiempos de publicación; así como la gestión de la información que llega a cada usuario de acuerdo a sus preferencias.
Y aún se puede añadir otra dimensión si se interpreta como red social, en tanto brinda la posibilidad de crear comunidades en línea alrededor de temáticas e intereses afines entre los suscriptores, como una marca heredada de Twitter.
Ahora, ¿Cómo sacarle más provecho?
Una práctica recomendable es publicar historias firmadas por individuos en lugar de editoriales. La propia compañía reconoce que los textos de autor obtienen más recomendaciones, respuestas, compartidos y mayor posicionamiento.
Las conexiones con otros autores y usuarios, que escriben o no, ayudan a que el buen contenido se pueda encontrar. No funciona tener seguidores y no seguir a nadie. La mejor forma para que un autor llegue a posibles personas interesadas en sus textos, es hallar voces que le atraigan a él en primer lugar. Eso abre nuevos caminos para descubrir y construir significados.
Para mejorar esa interacción, existen varias opciones que casi nunca se explotan como los resaltados de un fragmento específico de texto. Las facilidades en este sentido van desde marcar en un color un segmento hasta añadir una nota pública (o privada) al margen de la historia. Dichos apuntes pueden aportar datos y comentarios ampliados al diálogo.
La esencia está en responder a las publicaciones y autores que se siguen. Tal vez, incluso, en agregar esas respuestas o menciones a personas en específico (con @) a las entradas del medio al que se pertenece; y usar título, imágenes, etiquetas y elementos que sumen nuevas mentes y voces al debate.
Por otro lado, si bien algunas plataformas para montar blogs son muy visuales, Medium tiene éxito por su sencillez estética. Apuesta a que sean los autores y sus textos quienes marquen la diferencia sin preocuparse por elegir fuentes o luchar con el espaciado. Sin embargo, también hay otros trucos para atraer al lector.
Como la primera impresión siempre cuenta, no solo se debe cuidar el título (y la imagen de portada) sino lo que puede leerse del texto en las vistas previas generadas por defecto con las primeras líneas del trabajo. A veces eso puede funcionar. Otras no. La suerte es que el menú de esta herramienta en su versión de escritorio permite personalizar el contenido de ese subtitulo o bajante.
Dentro del cuerpo del texto es aconsejable dirigir la mirada a citas y puntos clave que hagan que los lectores quieran resaltar, responder y compartir el material. Las diferenciaciones visuales pueden lograrse con letras (T1) y (T2) para los subtítulos, los saltos de sección (CMD/Ctrl+Enter) y el uso de entresacados para resaltar o reiterar oraciones o frases relevantes sobre todo en textos largos.
Además del empleo de letras capitales (grandes iniciales al comenzar el primer párrafo). Para mantener la tipografía propia del medio solo hay que personalizar la letra capital presionando hasta que aparezca un contorno verde. Luego se arrastra hasta ese cuadro la imagen de la tipografía adecuada desde el escritorio.
Por supuesto, las historias con imágenes tienen valor agregado. Se recomienda que superen los 700px de ancho y de largo. Medium potencia la suma de casillas consecutivas de fotos para acompañar los materiales más extensos. Pueden alinearse a la izquierda para no frenar el texto o a todo lo ancho de la pantalla.
Cada una puede tener pie de foto y, en función de la accesibilidad, una descripción especial interna para las personas ciegas o con debilidad visual. Aplicar esta opción se logra mediante un doble clic sobre la imagen, y para ubicar en ella un link se emplean los controles (CMD/Ctrl + K en tu teclado).
Con estos trucos lo que se persigue es un número de visitantes alto, pero que permanezcan navegando y leyendo el contenido del blog personal o la publicación. Esas estadísticas en Medium pueden consultarse desde la propia aplicación de forma gratuita.
Hacia el futuro
El interés en torno a esta plataforma puede ser creciente pues es relativamente joven y para la audiencia en español todavía no existe una gran actividad. Su desarrollo se frenó debido la decisión de eliminar los equipos de redes y curación de contenidos en esta lengua, aunque en 2016 la comunidad hispanohablante creció a muy buen ritmo.
No obstante, a ocho años de su fundación, Medium se sustenta más en una idea inspiradora que en una solución de mercado válida. La esperanza, como explicaba un antiguo empleado de Medium en una entrevista para Business Inder, es que Evan Williams no está tan interesado en los ingresos provenientes de esta plataforma. Se da el lujo, por tanto, de mantener un espacio democrático para que la gente tenga voz, para que los mejores contenidos alcancen la cima.
Este mensaje hace que, aún sin un dominio personalizado e independencia de su URL, tantos escritores y publicaciones se hayan volcado hacia esta entidad comercial centralizada que se presenta como una solución a los problemas de la industria editorial en el mundo.