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La picada del cóndor

Los vínculos religiosos de los humanos con los animales se diferencian de los personales en que se establecen de forma colectiva. O sea, con todos los individuos de la especie y no con uno en específico, según reglas establecidas por cada religión. Cada especie se considera un dios en sí, un mensajero de los dioses o la reencarnación de espíritus humanos. Antiguas civilizaciones, comunidades primitivas y ciertas naciones, sobre todo asiáticas como China y la India, mantenían o aún mantienen fuertes vínculos religiosos con sus animales, como veremos en los siguientes ejemplos.

Ratas. En el templo Karni Mata de la India, cientos de ratas viven libremente sin causar problemas. Se les da comida y hogar, porque se considera que son las reencarnaciones de espíritus humanos.

Cerdos. En el Antiguo Egipto los cerdos eran sagrados y se sacrificaban en honor a los dioses. Lo mismo ocurría en la Antigua Grecia, pero en honor a la diosa Demeter. Esta diosa representa los cultivos, la pureza, la fertilidad, la juventud y la preservación de matrimonios. Serpientes. En la India hay sitios donde se adora a dioses relacionados con las serpientes. La cobra es la serpiente sagrada de ese país, y Shiva tiene una enroscada en su cuello. Hay un festival llamado Nag Panchami donde las serpientes son adoradas mientras se ofrecen plegarias.

Tigres. Los tigres no solo están entre los 12 animales del horóscopo chino, sino que son un símbolo de la tierra para las artes marciales chinas. En la ciudad de Kunming, el culto al tigre es tan famoso que se ha vuelto una atracción turística.

Vacas. En la India las vacas son sagradas y los bueyes se sacrifican, pero siempre en honor a los dioses. Para los hindúes, cualquier producto de la vaca es sagrado, y beber la orina de este animal trae fortuna.

Perros. En el hinduismo los perros son mensajeros de los dioses y se cree que guardan las puertas del Cielo. En Nepal se celebra el día de los perros, y se los adora con plegarias y prendiendo inciensos.

Cocodrilos africanos. En Ghana, los cocodrilos conviven con las personas en armonía. Los pobladores creen que contienen el espíritu de sus ancestros, así que juegan con ellos y los protegen. Dañar un cocodrilo está totalmente prohibido.

Macacos. Respetados y consentidos hasta la malacrianza, los monos macacos en la India, son adorados al celebrarse el cumpleaños de Hanuman, el dios-mono al que los hindúes consideran un ejemplo de fuerza y fidelidad. En el Hanuman Jayanti o Día de Hanuman, la gente colma los templos para ofrendarle golosinas y oraciones, por lo general llevando en las frentes una marca trazada con sándalo.

Según cuenta el Ramayana, obras épicas de la literatura sánscrita, Hanuman y su ejército de monos construyeron un puente hasta la vecina isla de Sri Lanka para ayudar a Rama a rescatar a su amada Sita de Ravana, el demonio.

En recordación a su hazaña, los monos son por esos días los principales personajes de obras danzarías, teatrales y musicales acompañados de los regalos y saludos que intercambian familiares y amigos, y sugerentes motivadores de los saris y joyas tradicionales que llevan las damas.

Elefantes de la India. De los más de 31 000 elefantes que aún quedan en este país, unos 3500 viven en cautiverio y alrededor de una veintena tienen a Nueva Delhi por hogar.

La mayoría se asientan en las arboladas de las márgenes del río Yamuna al cuidado de los mahouts, quienes por lo regular trabajan con ellos desde sus primeros años y son los encargados de bañarlos y darles de comer.

Es una relación de afecto en la que cada parte gana lo suyo, pues los domesticadores obtienen ganancias al alquilarlos para festivales religiosos, bodas, cumpleaños y celebraciones de fechas patrias. Símbolo del país y patrimonio nacional, los elefantes son sagrados para el hinduismo y el budismo, por lo que hasta los ciudadanos menos gentiles les dispensan las más exquisitas muestras de atención y no pueden maltratarlos.

Cóndor de los Andes. Los antiguos peruanos que observaban al Cóndor de los Andes lanzarse en picada sobre sus presas desde alturas de 3000 metros o más, creían que llegaban desde el propio sol, y por eso consideraban al cóndor como mensajero de los dioses. El cóndor es el ave capaz de volar más grande del mundo y la mayor de América. La especie llega a medir 1.30 metros de pico a cola y 4.10 de la punta de un ala a la otra.

Aunque en tierra su andar es desgarrado y cansino, en el aire adquiere una majestad y belleza sin igual. En la Yanar Fiesta, fiesta de sangre, hacen luchar un cóndor contra un toro.

Este último es un animal traído por los conquistadores españoles y la lucha con el cóndor nativo es símbolo del violento encuentro entre las culturas entre los indios americanos y los blancos europeos.

El día de la fiesta, el cóndor es amarrado sobre el lomo del toro y los sueltan en una plaza. Mientras el toro corcovea y muge, el cóndor intenta picarle los ojos. Al final alguno gana. Si es el animal autóctono es buen augurio para los campesinos, en caso contrario dicen, será un año duro.

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Vicente Berovides Alvarez
Profesor Emérito de la Universidad de La Habana.

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