COVID-19

Sin una vacuna efectiva, la COVID-19 podría durar tres o cuatro años más

Sin una vacuna efectiva contra la pandemia de la COVID-19, la enfermedad podría continuar afectando durante tres o cuatro años más; por el contrario, en caso de hallar un fármaco que garantice la inmunidad al virus, podría durar dos años más, vaticinó Mijaíl Favórov, uno de los principales epidemiólogos del mundo, experto en el control y prevención de infecciones virales, subdirector del Instituto Internacional de Vacunas, durante una entrevista exclusiva con Rusia Today (RT).
El experto subrayó que, aproximadamente, el 70 por ciento de la población mundial debe enfermarse para que se desarrolle la denominada inmunidad colectiva y así concluya la pandemia. Haciendo cálculos basado en las estadísticas actuales y pronósticos epidemiológicos, Favórov sugirió que un total de 15 millones de personas podrían morir por el virus.
Con respecto a la probabilidad de que el mundo experimente una “subida estacional” de contagios, término que prefiere emplear antes que “segunda ola”, el científico destacó que depende de la cantidad de personas con anticuerpos.
“Hay miles de millones de personas en la Tierra que no se han enfermado [de coronavirus]. Pero algunas áreas como Nueva York, Moscú, el norte de Italia han pasado por el ascenso y se puede hablar de alguna inmunidad colectiva”, enfatizó.
De esta manera, el experto pronostica que después de la alta incidencia registrada actualmente en muchos lugares, vendrá una disminución de casos hasta mediados de septiembre y después de octubre pude volver a subir.
Asimismo, Favórov recalcó que ahora el virus es más tolerable, lo que se puede constatar en la baja letalidad. “Sí, existe un grupo de riesgo, pero en general el virus es menos agresivo que, por ejemplo, en Italia al comienzo del brote. Por lo tanto, quien se enferma ahora tiene más posibilidades que si estuviera enfermo al comienzo del invierno”, sostuvo.
El epidemiólogo también se refirió a las vacunas que actualmente están en desarrollo o a punto de ser registradas (como la del Instituto de Investigación ruso Gamaleya), sobre lo cual precisó que su producción es un proceso enorme, que no consiste solo en el desarrollo, ni en la prueba de su efectividad, sino que es la fabricación de una gran cantidad de dosis. “Y este proceso llevará algún tiempo. Hasta que sea sostenible, el intercambio de vacunas entre países será muy limitado”.
Durante la entrevista, Favórov confirmó que el nuevo coronavirus muta y se adapta a la población: “Ahora se habla de seis genotipos del virus que inciden en el curso clínico. En Corea del Sur en su apogeo, la letalidad era del 0,5 por ciento, en Italia, un 20 por ciento. Estos son dos virus diferentes”, aseveró el especialista y añadió que el virus europeo ahora está llegando a Asia y causando nuevos brotes.
Favórov subrayó la importancia de las medidas de protección, sobre todo el uso de mascarillas. De acuerdo con él, tendremos que utilizarlas por lo menos los próximos dos años, condición indispensable para detener la propagación del nuevo coronavirus, pues el SARS-CoV-2 es un agente dependiente de la dosis que esté siendo administrada al organismo.

Tomado de Cuba en Resumen

 

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