Es posible que el origen de la pandemia de la COVID-19 no haya sido en un mercado en Wuhan, sino a mil millas de distancia en 2012, en un pozo de mina chino, donde los trabajadores contrajeron una misteriosa enfermedad similar a la neumonía después de estar expuestos a murciélagos, recoge el periódico New York Post.
A esa teoría llegaron el virólogo Jonathan Latham y la bióloga molecular Allison Wilson, ambos pertenecientes a la organización sin fines de lucro Bioscience Resource Project en Ithaca, luego de traducir una tesis de maestría del médico chino que trató a los mineros infectados y envió muestras de sus tejidos al Instituto de Virología en Wuhan para ser evaluadas.
“La evidencia que contiene nos ha llevado a reconsiderar todo lo que creíamos saber sobre los orígenes de la pandemia”, escribieron Latham y Wilson en un artículo publicado este 15 de julio en el sitio web Independent Science News.
En abril de 2012-recoge The Post- seis mineros de la mina Mojiang en la provincia Yunnan, en el suroeste de China, se enfermaron después de pasar más de 14 días eliminando heces de murciélago. Finalmente, tres de ellos murieron.
Li Xu, el especialista encargado de tratar a los enfermos, describió en su tesis que los pacientes atendidos tenían fiebre alta, tos seca, dolor en las extremidades y, en algunos casos, dolores de cabeza, síntomas ahora asociados a la infección por SARS-CoV-2.
En tanto, Latham y Wilson destacaron que la forma en que se trató a los mineros, por ejemplo, con ventilación y una variedad de medicamentos, incluidos esteroides, anticoagulantes y antibióticos, también se asemeja a los protocolos de atención actuales en todo el mundo.
Después de realizar múltiples pruebas para la hepatitis, el dengue e incluso el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el médico consultó con varios especialistas en toda China, incluido el virólogo Zhong Nanshan, quien manejó el brote del síndrome respiratorio agudo (SARS) en 2003 y se encuentra entre los asesores del Gobierno chino para manejar la pandemia. Como conclusión, la enfermedad de los seis mineros fue motivo de gran preocupación, pues un coronavirus similar al SARS se consideró como la causa probable de la afección.
Latham y Wilson explicaron que el virus, una vez dentro de los mineros, evolucionó a SARS-CoV-2, “un coronavirus inusualmente patógeno y altamente adaptado a los humanos”.
Desde esa perspectiva, los científicos aseguraron a The Post que “de manera casi segura” el coronavirus “escapó” del laboratorio en Wuhan.
Sin embargo, este sábado, Latham dijo que la investigación está circulando clandestinamente en la comunidad científica porque, según él, “la gente piensa que tiene mérito, pero se resisten a hacerlo público porque la enfermedad se ha politizado mucho”.
Algunos políticos estadounidenses, incluidos el presidente estadounidense Donald Trump y el secretario de Estado de ese país, Mike Pompeo, han sugerido que el coronavirus se originó en un laboratorio en Wuhan, acusación que China ha negado rotundamente.
Por su parte, el director ejecutivo para Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, Mike Ryan, anunció que el organismo tiene pruebas avaladas por la secuenciación genética del virus, las cuales demuestran que este es de origen natural.
Tomado de Cuba en Resumen