La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Carissa Etienne, manifestó durante una sesión informativa, este martes, su preocupación por los picos de contagios experimentados en países de Latinoamérica que habían mantenido controlado al nuevo coronavirus en los meses de propagación que lleva la enfermedad.
Desde esa perspectiva-destaca Rusia Today- la funcionaria hizo hincapié en la preocupante situación epidemiológica en países como Argentina y Colombia.
Ya se han contabilizado en Colombia, 397 623 infectados por el virus, 10 142 de ellos fueron informados este lunes 10 de agosto; no obstante, el pico más alto de infectados se reportó el pasado 6 de agosto, con 11 996 nuevos casos. En esa región, el número de muertes asciende a 13 154, después de incluir 312 fallecimientos en la última jornada.
Mientras, en Argentina, las cifras de contagios llegaron a 253 868 este lunes, luego de que en la última jornada se informaran 7 369 contagios, siendo también el pasado 6 de agosto el día con mayores reportes al comunicarse que 7 513 personas resultaron positivos a la enfermedad.
Por su parte, el número de fallecidos se elevó a 4 764, tras sumar 159 decesos en la última jornada.
De acuerdo con Etienne, en Centroamérica y el Caribe, el aumento de números de casos positivos es realmente preocupante.
En tal sentido, la especialista se refirió a Belice, donde el pasado 7 de agosto fueron registrados 28 nuevos casos y al siguiente día 32, cifras que a pesar de ser bajas en comparación con el resto de los países del área, representan un incremento del doble de casos registrados los días previos.
Asimismo, República Dominicana ha reportado 81 094 casos de contagios (1 766 solo el 1 de agosto y 1 365 el pasado 5 de agosto) y 1 346 fallecidos.
“Estos números dejan en claro que nuestra región permanece bajo el control de la COVID-19, pero el virus no es la única amenaza para la salud de las personas; la pandemia también está alterando nuestra capacidad para controlar la transmisión de otras enfermedades infecciosas”, recalcó la directiva.
Al respecto, señaló que las naciones del continente no pueden retroceder en la lucha contra la COVID-19; sin embargo, esa premisa no debe permitir que se retrase, aún más, completar la “agenda inconclusa de eliminar y controlar las enfermedades infecciosas” de la región.
Esos programas-precisó Etienne-brindan a las personas las herramientas, servicios e información que necesitan para protegerse de infecciones como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la tuberculosis, la malaria, las enfermedades tropicales desatendidas y las enfermedades prevenibles por vacunación.
Tomado de Cuba en Resumen