Una nueva mutación en la secuencia genómica del SARS-CoV-2 ha mejorado su capacidad de infectar células humanas con probabilidades de ser la cepa dominante que circula por el mundo en estos momentos, detalló, este jueves, una información de la revista científica Cell.
En el análisis de distintas muestras de genomas publicadas en Gisaid, una base de datos internacional de secuencias de genes, participaron investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México y la Universidad de Duke en Carolina del Norte (Estados Unidos) junto al equipo de expertos de Genomics UK de la Universidad de Sheffield (Reino Unido).
Como resultado, los especialistas descubrieron que la variación, denominada D614G, provoca un pequeño cambio en la glucoproteína (espiga que sobresale de la superficie del virus, utilizada en el proceso de infección de las células sanas), el cual posibilita un grado de infección de tres a nueve veces mayor que el de la cepa original, pero sin generar mayor gravedad después del contagio.
La autora principal del estudio Better Korber, del Laboratorio Nacional de Los Alamos, explicó que el rastreo de la evolución del virus es posible por el registro que los científicos de todos los países hacen, a través de repositorios de bases de datos como GISAID, alternativa que permitió detectar la cepa actual.
Por su parte, Thushan de Silva, de la Universidad de Sheffield, precisó que la variante D614G es más infecciosa en condiciones de laboratorio, en tanto, parece multiplicarse más rápido en el tracto respiratorio superior (nariz, senos paranasales y garganta), característica que sustenta su facilidad de propagación.
Los investigadores -enfatiza la información- realizarán más análisis de laboratorios tras el propósito de estudiar las implicaciones completas de la mutación.
Asimismo, urge conocer si la actual variación afectará el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19, pues las que se estudian en estos momentos, están dirigidas principalmente a la proteína “espiga”, sin embargo son elaboradas con el uso de cepas anteriores.
“Estamos presenciando un trabajo científico en tiempo real”, mencionaron los expertos y concluyeron: “Este es un descubrimiento interesante que potencialmente afecta a millones de personas, pero cuyo impacto final aún no conocemos (…) Descubrimos este virus hace seis meses y aprenderemos mucho más en los próximos seis meses”. (Tomado de Cuba en Resumen)