El Gobierno de Estados Unidos adquirió la mayoría de las existencias del antiviral remdesivir, uno de los dos fármacos cuya efectividad contra la COVID-19 ha sido probada, de acuerdo a un comunicado del Departamento de Salud y Servicios Humanos del país.
La Administración Trump autorizó la compra de 500 mil dosis del medicamento a la empresa farmacéutica norteamericana Gilead Sciences, principal fabricante. Cifra que representa el 100 por ciento de la producción de Gilead prevista para julio (94 200 dosis), el 90 por ciento de la producción en agosto (174 900) y el 90 por ciento de la producción en septiembre (232 800 dosis), además de una asignación para ensayos clínicos.
“Trump ha alcanzado un acuerdo increíble para garantizar que los estadounidenses tengan acceso al primer fármaco autorizado para tratar la COVID-19. En la medida de lo posible, queremos garantizar que cualquier paciente estadounidense que necesite remdesivir pueda obtenerlo”, declaró el secretario del Departamento de Salud, Alex Azar.
La declaración significa que ningún otro país además de Estados Unidos podrá adquirir el remdesivir al menos hasta los próximos tres meses. “¿Qué pasa si descubren una vacuna contra la enfermedad? ¿Qué pasa si una vacuna está restringida solo a los EE.UU?”, se preguntó el Dr. Andrew Hill, investigador visitante de la Universidad de Liverpool.
El especialista advirtió en una entrevista con Sky News, que esta situación es una muestra “de lo vendrá y podría empeorar” ante la ausencia de un mecanismo de distribución fuera de los EE.UU.
Para probar la efectividad del antiviral, utilizado inicialmente en el tratamiento del ébola, se realizaron ensayos clínicos en EE.UU y otras naciones de Europa como Reino Unido y España, de ahí la inconformidad de Hill al afirmar que la decisión implica que Europa no tiene acceso al medicamento a pesar de haber colaborado con su desarrollo.
Desde esa misma perspectiva, el diario español La Vanguardia destacó que cuando aún no se había demostrado la eficacia del remdesivir contra el virus, alrededor de 145 organizaciones civiles dedicadas a la salud pública en todo el mundo advirtieron del peligro de que Gilead fungiera como monopolio del producto, pues amenazaría el acceso al tratamiento por parte de los países menos favorecidos.
“Actualmente, no hay centros de producción para este antiviral fuera de los EE.UU., y la compañía ha reducido recientemente la escala de su programa de uso compasivo debido a la abrumadora demanda”, señalaron los firmantes.
Con más de 2 636 000 casos confirmados y más de 127 400 muertes-según datos de la Universidad Johns Hopkins-Estados Unidos continúa siendo el país más afectado por la pandemia del nuevo coronavirus.
Panorama que se dificulta aún más por la pésima gestión gubernamental, criticada este martes por el principal experto en salud pública de la nación y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, cuando aseguró que EE.UU. está yendo en la dirección equivocada.