En Cuba, no solo se presta una rigurosa atención médica a los enfermos de COVID-19, sino que se mantiene un seguimiento sanitario evolutivo a los pacientes dados de alta, con el propósito de detectar a tiempo las secuelas de la enfermedad y evitar la progresión de complicaciones pulmonares hacia insuficiencias irreversibles de esos órganos.
La nación caribeña ha tomado como referente los estudios realizados y divulgados en diferentes países por medio de prestigiosos centros científicos internacionales.
Muestra de ello resulta el novedoso ensayo clínico iniciado recientemente en el Instituto Nacional de Hematología (IHI) del Ministerio de Salud Pública, el cual aplica células madre adultas a personas que hayan padecido la enfermedad.
“Hemos incluido en el estudio a enfermos clasificados en su hospitalización como graves y críticos que presentaron síntomas respiratorios agudos. En ellos ha podido apreciarse la permanencia de lesiones inflamatorias o fibróticas, secuelas del nuevo coronavirus, detectadas mediante la Tomografía Axial Computadorizada (TAC), de alta resolución”, detalló al diario Granma, la doctora Consuelo Macías Abraham, directora de la mencionada institución y coordinadora principal del estudio.
El protocolo de actuación concibe, en primer lugar, una visita al paciente para explicarle los objetivos de la investigación. Una vez obtenido su consentimiento-precisa la especialista- la persona es trasladada al IHI, donde se le realiza una evaluación integral clínica y de laboratorio, que incluye pruebas funcionales respiratorias.
Posteriormente, en búsqueda de lesiones específicas dejadas por el virus, los pacientes son enviados al Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología. Tras evaluar el caso con un equipo multidisciplinario conformado por inmunólogos, neumólogos e imagenólogos, se decide la aplicación de las células madre.
Consuelo Macías explicó que el tratamiento comienza con la inyección del Factor Estimulador de Colonias Granulocíticas, IOR Leukocim, producto fabricado por el Centro de Inmunología Molecular, para lograr la movilización de las células madre desde la médula ósea a la sangre periférica.
Después de extraer la sangre del paciente se procede a separar y concentrar las células mononucleares, dentro de las cuales figura la célula madre hematopoyética y otras no hematopoyéticas con propiedades inmunorreguladoras que favorecen la desaparición de lesiones y la reconstitución del tejido pulmonar.
La terapia celular permite eliminar o disminuir las lesiones inflamatorias pulmonares posteriores a la infección para mejorar la calidad de vida de las personas.
Asimismo, de acuerdo con la experta, estos ensayos representan un nuevo logro de la ciencia cubana al permitir extender el tratamiento a otras enfermedades pulmonares crónicas, como la Enfermedad Obstructiva Crónica y la Fibrosis Idiopática.