“Por estos días de necesario confinamiento en el hogar, realmente el tiempo no me alcanza. Me propongo variar día tras día la rutina. Realizo las actividades escolares con mi hijo, hacemos ejercicios físicos, un día ordenamos, otro reacomodamos muebles, plantas, lo que se nos ocurra”, dijo la reconocida actriz de la televisión, el cine y el teatro cubanos, Tamara Castellanos (La Habana, 1970).
“En las noches —añadió— estudio para mi nuevo proyecto y leo. Mi hijo Rodrigo, con 11 años de edad, me ha apoyado mucho, él es mi mejor amigo y crítico, lo adoro”.
El desempeño actoral de esta experimentada actriz podemos disfrutarlo por estos días en la telenovela El rostro de los días, con guion de Ángel Luis Ramírez y Serguei Svoboda, dirigida por Nohemí Cartaya y Felo Ruiz; así como en su habitual y esperada conducción en el programa televisual Cuando una mujer, patrocinado por la Federación de Mujeres Cubanas y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
Sobre la situación sanitaria que enfrentamos hoy precisó: “La responsabilidad individual es esencial en este tiempo en el que la COVID-19 nos ha mutilado esa característica innata del cubano de demostrar con abrazos y besos nuestros encuentros, reencuentros y la capacidad de crear cualquier motivo para festejar y pasar maravillosos instantes, esos que momentáneamente no tenemos y que se han ubicado en el recuerdo, en la añoranza y también para muchos, en el camino de valorar lo que tenemos. Si somos conscientes, nos cuidaremos para retornar a esa manera nuestra. Es un stop que inteligentemente debemos aprovechar”.
Acreedora del Premio Caricato en Actuación Secundaria, y de varios lauros en la categoría de documental en el Caracol de la Uneac, Tamara disfruta de su ejercicio en la comunicación con los televidentes y el público que igualmente la sigue en la radio y el teatro: “A todos ellos les exhorto a mantenerse en casa, a ser disciplinados y a seguir, al pie de la letra, las orientaciones del Gobierno y del Ministerio de Salud Pública para enfrentar, y vencer, la Covid-19”.
Sobre la próxima celebración del Día de las madres, dijo: “es un momento muy especial, que convoca a la reunión familiar, al festejo entre amigos, pero este año debemos de cuidarnos y evitar las asociaciones de personas, y mantener el necesario aislamiento social a que estamos convocados para evitar contagios del nuevo Coronavirus.
Graduada de la Escuela Nacional de Instructores de Teatro y del Instituto Superior de Arte (en dirección), la carismática actriz enfatizó: “Quiero aprovechar —resaltó— y felicitar a todas las mamás ante el advenimiento de tan hermosa fecha. Hago este saludo desde el marco del tema de la telenovela El rostro de los días, es decir, la maternidad, y en particular a todas las madres cubanas que comparten con el pueblo esta situación por la que atravesamos debido a la presencia del terrible virus, en cuyo enfrentamiento somos pilares, también un saludo muy especial a mi progenitora, Mirta”.
Pasión por la actuación
Con esta emprendedora artista no solo conversamos sobre los peligros que representa el nuevo Coronavirus para toda la humanidad, sino también sobre su labor como actriz y conductora de programas para la radio y la televisión, así como su presencia en el cine y el teatro.
En tal sentido, se refirió con agrado a su papel en el dramatizado El Rostro de los Días, “que trata sobre la maternidad y la paternidad. Grisel, el personaje que ahí interpreto es una profesora en la enseñanza primaria, ama realmente su profesión, es de vocación. Defensora de valores como la lealtad, la dignidad, el amor y el respeto a la familia, tiene el conflicto de salir embarazada y no poder interrumpirlo, suceso inesperado, a las puertas del climaterio, una edad donde se producen cambios, con dos hijos adolescentes y una economía limitada, pero la unión y apoyo de la familia hacen de este problema un premio, seguir como un núcleo funcional, y ese es uno de los mensajes de la telenovela, que sea el reflejo para nuestros hogares, creo que este momento es acertado para propiciarlo”.
Añadió que el proceso de creación de su personaje “fue muy fuerte, porque quería tener testimonios reales de mujeres que hubiesen vivido esa situación. Resultó una sorpresa la investigación, los disimiles casos que habían .Cerca de mi casa tuve dos de ellos, y esencialmente me centré en sus conflictos, en tanto estudié los detalles más significativos del resto. Confieso que la realidad supero la ficción, te lo puedo asegurar.
“En el hospital Gineco obstétrico Ramon Gonzalez Coro —agregó— encontré colaboración y apoyo. Grisel ya estaba en la mediana edad, no se toca mucho esta etapa y es importante abordarla como la antesala de otra importante de las féminas y del ser humano. En esas pesquisas, deseo trasmitir mi agradecimiento a las doctoras Blanca Rosa Manzano, Lídice Verdecia, Chabela de la Torre, Patricia y la secretaria del director del hospital, Eloisa, quien me ayudo en la coordinación”.
Admirada por su convincente actuación en varias telenovelas, entre ellas Las huérfanas de la Obra Pía, Historias de fuego —donde demostró su vis cómica—, Añorado encuentro, Bajo el mismo sol, La otra esquina, Al compás del son, La cara oculta de la una, entre otras muchas, enfatizó que “todos los personajes dejan huellas, y en el caso particular de El rostro… fue un proceso agotador, pues en el estudio de mi papel tuve que indagar mucho. Luego de terminar la filmación, retorné al Hospital, esta vez como paciente, son cosas de la vida del actor.
“Fue un rodaje complejo —precisó—, todos conocemos la situación por la que atravesamos, pero a pesar de la misma uno se sobrepone a favor de brindarle al público lo que espera. Con los directores conversábamos mucho de los personajes y situaciones y nos daban la licencia de recrear más, por supuesto todo colegiado con Ángel Luis. Es que cuando el guion llega al actor te apropias, descubres y vas más allá. Yo disfruto el proceso de hurgar, de construir el personaje. De aquí mis puntos de contacto con Grisel, el amor y el respeto por mi profesión.
“Actualmente —agregó— estoy trabajando en la telenovela Vida de mi Vida, de Amílcar Salatti y Joel Infante, dirigida por Ernesto Fiallo. El personaje se llama Rita y he disfrutado muchísimo interpretarla, no voy a adelantar, probablemente la critiquen, pero en su momento la defenderé, es una guerrera”.
También directora de programas de televisión, y traductora e intérprete del idioma francés, esta talentosa creadora estima que “no se puede perder el tiempo. Igualmente sigo con la conducción del programa Cuando una mujer, increíble, ya hace 20 años de la propuesta de Esperanza Varela, por aquel tiempo directora del espacio, quien luego de haber trabajado con ella como actriz, me dio esta oportunidad en un desempeño diferente”.
Al respecto, cuenta Tamara que ella le sugirió a Esperanza el slogan de ese proyecto televisual: “Un programa para meditar, nosotros solo le proponemos, el camino a transitar lo escoge usted”, premisa con la que “hemos transitado durante dos décadas a través de la pequeña pantalla”.
Cuando una mujer, actualmente bajo la dirección de Marilú Macías, “es parte de mi vida, una de mis grandes pasiones, además de mi hijo Rodrigo y mis padres y hermanos. Mi carrera le debe mucho a este desempeño como conductora, el cual me ha aportado incontables beneficios como profesional de los medios, siento que me ha madurado y he aprendido, además de tener la satisfacción de que el público lo sigue y lo espera semana tras semana. Con el programa he sido psicóloga, consejera, amiga…”
Sobre sus proyectos profesionales futuros subrayó que “me tienen incentivada, pero de estos hablaré en su momento, porque iniciarán cuando pasemos este periodo del cual saldremos airosos y reanimados en todos los sentidos.
“En lo personal —dijo—, seguir de la mano con mi hijo y mi familia, edificando, afrontando barreras que también fortalecen. En el presente, pero con la diana en el futuro. Esperando el personaje que como dije en una entrevista anterior, está por llegar, Actuar es mi pasión”.