Por Maribel Acosta Damas y Roberto Chile
Fue justamente 59 años atrás cuando se publicó por primera vez la foto del Che tomada por Korda. El periódico Revolución, nacido después del triunfo de enero de 1959 tenía entre sus fotorreporteros a Alberto Díaz Gutiérrez. En la edición del sábado 15 de abril de 1961 esa foto ilustró la información que anunciaba que el Ministro de Industrias, Ernesto Guevara, participaría en el programa Universidad Popular previsto para el 17 de ese mes, como parte del ciclo Economía y planificación que trasmitiría Televisión Revolución. En ese entonces la foto no se hizo famosa. Aún no había comenzado su recorrido interminable por el mundo. Sin embargo, ese día de abril de 1961, ya la foto tenía una historia en Cuba.
El 4 de marzo de 1960 estalla en el puerto de La Habana el vapor francés La Coubre, que traía a Cuba un cargamento de armas y municiones adquiridas por la naciente Revolución. El sabotaje terrorista causó un centenar de muertos y mucho dolor a las familias cubanas. Un día después, el 5 de marzo, en las honras fúnebres de las víctimas del sabotaje, Fidel Castro pronunció por vez primera la consigna de Patria o Muerte.
Allí estaba el fotorreportero Korda, y como él mismo contó muchas veces, en segundos tal vez su lente descubrió entre la multitud la imagen del Che y apretó el obturador. Quedó la foto y como arte de magia el Che también desapareció de la visión del lente fotográfico. La foto pasó a los archivos del periódico Revolución hasta que aquel 15 abril de 1961 vio la luz por primera vez.
Seis años después, el miércoles 18 de octubre de 1967 en la velada de homenaje al Che por su muerte en Bolivia, la foto de Korda presidió el triste encuentro en uno de los grandes edificios cercanos a la Plaza de la Revolución.
Ha trascendido a la prensa cubana que la heroína Celia Sánchez, entre las numerosas fotografías que revisó del Che, escogió esta para honrar su memoria en aquella velada inolvidable.
A partir de ese momento, la foto que el propio Korda llamó Guerrillero Heroico, comenzó su viaje de inspiración y custodia en todas las utopías del mundo. Y hoy nos sigue haciendo falta como compañera inseparable en las batallas por un mundo mejor. Por eso no es extraño que a un médico cubano le acompañe la bandera de la estrella sola y un Che, el médico guerrillero.