“Tengo un mensaje para los más jóvenes: no son invencibles, el virus los puede poner en el hospital por semanas o incluso matarlos“, dijo a fines de marzo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, a propósito de la circulación, en medios y redes sociales, de imágenes de jóvenes de varias partes del mundo ignorando las medidas de distanciamiento social, imprescindibles para contener la propagación del SARS-CoV-2.
Entre tantos otros, la evolución hacia la gravedad en pacientes jóvenes infectados por el SARS-CoV-2, es un enigma para la ciencia. Según publica bbc.com, de acuerdo con los informes de los médicos que luchan contra el nuevo coronavirus, “el problema es que estos, precisamente porque son menos propensos a desarrollar síntomas más severos de la enfermedad, se exponen a más riesgos”.
Un texto publicado hoy en el mismo sitio bajo el título Coronavirus: las teorías de por qué la covid-19 puede llegar a causar la muerte de pacientes jóvenes y aparentemente sanos, argumenta que los científicos han pensado en causas multifactoriales; entre ellas la predisposición genética, la tormenta de citocinas, la exposición a otro coronavirus, la carga viral y la virulencia de la cepa del SARS-CoV-2 que infecta a la persona. Y, en este sentido, se plantean seguir distintas líneas de investigación.
“Entender por qué personas que no son evidentemente vulnerables sucumben a la enfermedad permitirá identificar a aquellos que corren más riesgos, diseñar nuevos y efectivos tratamientos —incluida una vacuna— y aprovechar fármacos ya existentes”, refiere el reporte.
La teoría de la predisposición genética —subraya la fuente— se basa en la idea de que nuestras propias particularidades genéticas podrían influir en la virulencia con la que el virus afecta nuestro cuerpo.
Un ejemplo que varios científicos —incluido Stephen Chapman, especialista en enfermedades respiratorias e investigador de Genética Humana del Wellcome Trust Centre de la Universidad de Oxford, en Reino Unido— utilizan para explicar el peso de la genética, es el del virus herpes simple[i].
“La gran mayoría de las personas expuestas al virus no se enferman de gravedad, pero una pequeña minoría con una única mutación genética, desarrolla encefalitis herpética (inflamación del cerebro), que puede ser fatal”, señala Chapman. “Una mutación similar, dice, podría explicar los casos severos de Covid-19 en gente joven”.
Chapman añade que como es posible que las variaciones genéticas que hacen a las personas más vulnerables a la Covid-19 se encuentren en los genes vinculados al sistema inmunitario, si la persona tiene una variante en particular puede que al virus le resulte más fácil o más difícil entrar a la célula y, por tanto, hacerle más vulnerable o más resistente a la enfermedad.
Un gen de particular interés —indica— es el que codifica al receptor ACE2 (la enzima convertidora de angiotensina 2 de la proteína de superficie celular), que se encuentra en la superficie de las células del pulmón y otras partes del cuerpo, y es la puerta de entrada que el virus utiliza para invadir las células de las vías respiratorias y empezar a replicarse.
Para Jean-Laurent Casanova, profesor e investigador de la Universidad Rockefeller en Nueva York, Estados Unidos, estas variaciones genéticas (o, como las llama, errores congénitos), pueden estar latentes por décadas, hasta que se produce una infección por un microbio en particular, subraya el reporte.
Por su parte, Stephen Chapman cree que la vulnerabilidad dependerá probablemente no de la variedad de un gen sino de varios genes, sumada a factores adquiridos a lo largo de la vida. “Estas variaciones podrían estar localizadas sobre todo en genes vinculados a la respuesta inmunológica”.
Además de la predisposición genética, otro tópico que consideran los científicos ante la interrogante del por qué las formas más severas de Covid-19 también afectan a personas jóvenes es la llamada tormenta de citocinas (activación excesiva de estas sustancias que el sistema excreta para atacar al virus), que provoca una respuesta hiperinflamatoria y ataca a múltiples órganos.
“Algunos pacientes que mueren podrían tener polimorfismos o mutaciones en los genes que controlan el sistema inmunitario que los predisponen a una respuesta inflamatoria más excesiva”, señala Chapman a bbc.com.
La exposición a otro coronavirus podría ser la causa de que seamos más o menos sensibles al nuevo coronavirus, opina el genetista de Stanford, Michael Snyder. Su sospecha —refiere la fuente— apunta a otro coronavirus que está circulando y del que no se ha hablado mucho, llamado HCoV-229E, y que produce resfriado común. “No sabemos si el haberse infectado previamente con este resfriado común puede hacer a la persona más inmune o todo lo contrario, más hipersensible”.
Otra causa de la severidad de algunos casos puede ser la carga viral en el momento de la exposición al virus. “Cuanta más exposición al virus, más oportunidades para este de entrar y replicarse en nuestras células. Pero lo que no sabemos es si eso es por la cantidad absoluta de virus a la que están expuestos o el número de encuentros que han tenido con este”, dijo a BBC Mundo la viróloga Alice Sinclair.
“Sabemos, por estudios llevados a cabo en China, que quienes cuidan de pacientes con Covid-19 son más susceptibles que otros porque, probablemente, están expuestos al virus todos los días, todo el día, durante sus horas de trabajo”.
De todos modos, agrega, la respuesta no es concluyente, entre otras cosas porque una persona asintomática puede producir una gran cantidad de virus.
Los expertos consultados por BBC Mundo consideraron además otro factor: “más allá del huésped, la gravedad de la enfermedad también podría depender del virus mismo. “Los virus están en mutación constante y es posible que haya una cepa más virulenta que otra, aunque aún no se ha podido determinar si este es el caso del el SARS-CoV-2”. (Foto: Abel Rojas Barallobre/Juventud Rebelde).
Publicada en Cuba en Resumen
[i] Este es un virus muy distribuido en la población que puede causar infecciones en forma de ampollas en la boca o en la cara, si es de un tipo, o llagas en los genitales, si es de otro.