Un experimento con láser, de los Institutos Nacionales de Salud de Bethesda, Maryland, Estados Unidos, ha demostrado cómo pueden propagarse los virus al hablar, con o sin mascarilla. Las imágenes resultantes ilustran el recorrido de las gotas de saliva cuando se desplazan por el aire durante una conversación, según publicación del New England Journal of Medicine, informó Rusia Today.
Este particular mecanismo de emisión de luz, el láser, “permitió a los especialistas destacar las gotas de saliva que salen de la boca de un hablante al repetir la expresión ‘manténgase sano’ en el interior de una caja de cartón”, añade el texto.
“Las gotas grandes ‘caen rápidamente’, pero las pequeñas se pueden deshidratar, agruparse y permanecer suspendidas en el aire con opciones de expandir la extensión espacial de las partículas infecciosas”.
Asimismo la fuente reseña que, a medida que el hablante aumenta el volumen de su discurso se incrementa la cantidad de saliva que expulsa, mientras que si pronuncia la misma frase con una toallita húmeda sobre la boca se reduce el número de gotas que propaga.
“Todas las gotas de saliva que salen de un ser humano al hablar o respirar son capaces de transportar un virus, sin importar su tamaño”, expresa Harvey Fineberg, quien preside el Comité Permanente de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Academia de Ciencias de Estados Unidos.
Otro reporte de Rusia Today refiere que, investigadores de la Universidad Bauhaus de Weimar, Alemania, publicaron un vídeo que ilustra cómo se propaga el aire al toser en diferentes situaciones. “El video se filmó con el uso de un proceso óptico llamado ‘efecto Schlieren’, que permite captar las corrientes de aire más pequeñas”, dice la nota.
“Está dividido en seis secciones. En la primera se ve la silueta de un hombre respirando de manera normal, y en las cinco siguientes, respectivamente, el mismo hombre tose sin medidas de protección, cubriéndose la boca con la mano, con el codo y finalmente con dos máscaras de protección, una contra el polvo y otra quirúrgica”.
Así los investigadores han podido mostrar “la importancia de cubrirse la boca al toser y de mantener la distancia, de al menos un metro, de las personas que presentan este síntoma”. Como se observa en el audiovisual, “ni siquiera el uso de máscaras respiratorias protege al cien por ciento contra una infección por pequeñas gotas de líquido”.
La información insiste en algo ya dicho, pero no siempre escuchado: Cuando alguien tose o estornuda, desde la nariz o la boca se esparcen pequeñas gotas que pueden contener virus. Si se está demasiado cerca, pueden inhalarse esas gotas, y con ellas las moléculas del SARS-CoV-2, si la persona que tose porta el virus. (Publicado en Cuba en Resumen).