Juventud Técnica es el único medio cubano dedicado, específicamente, al análisis periodístico cerca de temas de ciencia, tecnología y medio ambiente. Durante 55 años –se cumplen exactamente en julio de 2020–, la revista se ha distinguido en dos etapas fundamentales. La primera de ellas estuvo encaminada a la divulgación científica y de los resultados de la innovación nacional y foránea. En un momento más reciente, la publicación se ha centrado en la investigación periodística: interpreta, cuestiona y contextualiza sobre las maneras de hacer y gestionar el conocimiento.
De igual modo, en los últimos tiempos el impulso por convertirse en un espacio mediático multiplataforma ha revitalizado a JT. La producción de un noticiero web, la creación de infografías personalizadas, la puesta en marcha del proyecto #VerificaJT contra las noticias falsas, así como la elaboración de otras estrategias exclusivas para redes sociales son solo algunos de los ejemplos más reseñables en este sentido.
Con estas prácticas como contexto de trabajo cotidiano, la revista ya tenía un punto del cual partir para realizar la cobertura de la Covid-19. Antes de que la enfermedad fuera notificada por primera vez en Cuba, los periodistas de la publicación ya habían trabajado en varios artículos relacionados con el tema, se había confeccionado una línea interactiva de la evolución por países de la crisis, así como varias infografías relacionadas con las características del contagio y su sintomatología. Además, se había divulgado un trabajo que desmentía un bulo relacionado con la aparición de contagiados en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, semanas antes de que esto realmente ocurriera.
Solo el aislamiento social y control epidemiológico frenarán la Covid-19
Aunque en JT las temáticas científicas se dividen por áreas de especialización, casi desde las primeras informaciones relacionadas con el virus, el equipo completo se volcó a trabajar en el tema. La revista no cuenta con un abultado número de reporteros, no obstante, si con buenas experiencias de trabajo en equipo.
Indistintamente, y en la medida en que aparecían las conferencias de prensa, los periodistas de la publicación asistieron a ellas y prepararon reportes que, en la mayoría de los casos, se acompañaron de contenidos gráficos que sus diseñadores iban construyendo “en caliente”.
Luego de las notificaciones de los primeros casos en la Isla, las dinámicas de trabajo sufrieron algunas modificaciones. Casi de inmediato surgió la idea de crear un boletín que llegara a los usuarios vía correo electrónico. En la confección de este, por lo general intervienen más de seis manos que tratan de condensar el contenido relacionado con la Covid-19 en el país para las personas inscritas.
La cobertura en tiempo real del nuevo coronavirus ha hecho que todos los miembros del equipo asuman diferentes roles. Una de las acciones con mejores resultados hasta el momento ha sido dividir la gestión de redes sociales. Por ejemplo, cuando comienza la conferencia de prensa diaria del Ministerio de Salud Pública, hay un periodista que se responsabiliza de Twitter y Telegram, mientras la directora Iramis Alonso actualiza Facebook. Lo mismo ocurre cuando se brindan informaciones del perfil en espacios como la Mesa Redonda.
Desarrolla Cuba protocolo de extracción de plasma para tratar a pacientes con Covid-19
Los diseñadores también están atentos a los datos ofrecidos en estas conferencias para poder realizar infografías en caso de ser necesario. Durante y posterior a dichos espacios, otro de nuestros periodistas se encarga de confeccionar una nota resumen con los datos ofrecidos por las autoridades sanitarias. En paralelo, otro redactor completa boletín diario que luego se revisa y finalmente se envía a los suscriptores.
La distribución del trabajo también ha dependido de la conexión y de las posibilidades de trabajo vía Internet del equipo periodístico. Estas condiciones no siempre son las mejores, por tanto, quienes tienen más facilidades se encargan de las redes sociales. Aquellos con mayores dificultades realizan los trabajos en profundidad. El trabajo consensuado entre los integrantes de la publicación permite que todos los contenidos sean revisados exhaustivamente y así tratamos de minimizar la aparición de errores relacionados con la rapidez de la cobertura o la incertidumbre que genera la novedad de la Covid-19.
Juventud Técnica, de conjunto con la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana y el proyecto Postdata.club, se encarga de completar el tablero de datos, actualizado en tiempo real, Covid19CubaData. Esta herramienta ofrece gráficos interactivos que permiten apreciar, de una manera diferente, el comportamiento de la enfermedad respiratoria en el país. Uno de nuestros periodistas se alterna con otro de los integrantes de Postdata para rellenar el fichero digital que permite renovar la información que ofrece esta web.
Al mismo tiempo, la revista continúa la producción de su noticiero web, la Píldora JT. Para extremar las medidas de seguridad necesarias contra el nuevo coronavirus, la periodista Magda Iris Chirolde graba, edita y publica esta capsula audiovisual semanalmente. Todo esto gracias al dominio de edición y herramientas del periodismo móvil.
La distribución de las diferentes obligaciones dentro de la publicación ha permitido que Juventud Técnica haya podido contribuir desde el periodismo especializado a la cobertura de la Covid-19. El trabajo todavía no ha terminado. El virus tiene latencia y la misión principal es ayudar a mantener una percepción de riesgo elevada entre nuestros lectores. Bajo esa estrategia se suman más posibilidades de salvar vidas. (Redacción Juventud Técnica).