El acelerado esparcimiento y contagio del virus SARS-Cov-2 va acompañado por otro elemento: las noticias falsas que generan pánico, ansiedad y algo identificado por los expertos como ‘infoxicación‘.
De un lado, la comunidad científica lucha incansablemente contra la propagación del nuevo coronavirus y para descubrir una vacuna que evite más muertes; del otro, profesionales de la comunicación intentan contrarrestar el bombardeo de información desvirtuado de la situación sanitaria.
Muchos investigadores, médicos e incluso psicólogos mantienen una ardua labor explicando cada rumor divulgado sobre todo en las redes sociales que se esparcen como el propio virus, sin contar con criterios ni fuentes autorizadas en la materia.
Uno de los más difundidos fue que el nuevo coronavirus no sobreviviría al calor. Totalmente falso, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no está demostrada la relación entre el calor y la eliminación del virus.
De hecho, el virus se propaga fácilmente por países con climas cálidos y alta humedad como Cuba. Tampoco es verídico que beber agua caliente o exponerse al sol elimine el coronavirus, si no los cubanos seríamos todos inmunes.
También circuló un mensaje en Facebook llamando a evitar bebidas y comidas frías ante la propagación del virus, y en su caso consumir mucho ajo. Aquí, la OMS explicó que ‘no hay evidencia de que comer ajo pueda proteger a las personas del nuevo coronavirus’.
Sobre los niños se comentó que estaban exentos a enfermarse, sin embargo, lamentablemente sí están expuestos al virus respiratorio como cualquier otra persona. Los casos confirmados incluyen a menores de edad y personas mayores o de otras edades con padecimientos de base como el asma, hipertensión, diabetes.
Cuando los organismos sanitarios internacionales declararon la pandemia rápidamente se agotaron en varios países productos como desinfectantes. Sobre este asunto, las autoridades explicaron que eran funcionales siempre y cuando tuvieran 60 por ciento de alcohol.
Los geles caseros hechos con vodka no son funcionales porque apenas tienen 40 por ciento, tal y como aclararon oportunamente representantes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
En un intento por evitar más desinformación o exceso de esta (infoxicación), la red social Facebook anunció el 16 de abril que los usuarios que interactúen con contenidos sobre el nuevo coronavirus serán avisados en caso de que sea falso. Para ello enviarán un enlace a una página de la OMS con contenido fiable.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, consideró que la creciente desinformación es ‘un veneno que está poniendo en riesgo aún más vidas’.
COVID-19 E INFORMACIÓN EN CUBA
Con casi siete millones de personas conectadas a Internet, Cuba no escapa a la desinformación en tiempos de pandemia. El país caribeño también lucha contra las noticias falsas en las plataformas virtuales, a pesar de las limitaciones de conexión.
Uno de esos ejemplos fue el rumor divulgado en las redes sociales de personas que iban a las casas a vacunar. Un hecho desmentido por las autoridades sanitarias cubanas, las cuales alertaron que ello buscaba desacreditar el sistema de salud.
El ministro de Salud, José Ángel Portal, aclaró que Cuba enfrenta la situación epidemiológica con una pesquisa activa, casa por casa, para identificar posibles casos contagiados con la Covid-19.
A su vez, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la vacuna contra la enfermedad estaría lista en unos 18 meses y ya se estaban realizando los primeros ensayos clínicos.
Ante ello, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró que la única vacuna en estos momentos es la responsabilidad, disciplina y aislamiento social.
Otro fenómeno que trajo la pandemia a Cuba fue la circulación de audios en Whatsapp con supuestos especialistas de instituciones médicas llamando a no hacer caso a las medidas implementadas.
Una vez más, los entendidos en la materia insistieron en la importancia de informarse a través de vías oficiales como el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
En ese esfuerzo, es notable el apoyo de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) de Cuba con el diseño de aplicaciones y sistemas para procesar información, estadísticas y favorecer la comunicación.
Las iniciativas abarcan no solo herramientas informáticas propias como Todus para enviar información del Minsap a los usuarios -jóvenes mayormente-, sino también una propuesta de sistemas de procesamiento de datos obtenidos en los laboratorios en las pruebas de diagnóstico.
El vicerrector primero de la UCI, Raydel Montesino, explicó en la televisión nacional que otra aplicación desarrollada es un pesquisador virtual muy útil porque permite conocer el estado de salud de las personas.
Ante el bombardeo diario de información en tiempos de pandemia, lo aconsejable es lavarse las manos frecuentemente y durante 20 segundos con abundante agua y jabón, cumplir con el aislamiento social e informarse correctamente.
*Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.