La organización Panamericana de la Salud no solo se ha preocupado por el desarrollo y la lucha contra la pandemia mundial de la COVID-19, sino también sobre cómo se informa sobre el virus y trazó una serie de pautas dirigidas a los medios de prensa, con el ansia de mejorar las coberturas periodísticas y los mensajes sobre el tema. En este sentido publicó hace una semana en su sede en Washington el manual “Covid-19. Consejos para informar. Guía para Periodistas”
Según la guía, cubrir la COVID-19 requiere un periodismo que sea ético y responsable; que esté comprometido socialmente; que no sea sensacionalista ni alarmista y que transmita hechos e información veraz sobre la enfermedad, no miedos.
Además es necesario que los reportes sobre la COVID-19 recurran a fuentes confiables, científicas, verídicas y chequeadas; que cite a científicos, investigadores, académicos y especialistas de diversas disciplinas que despejen dudas y lleven claridad a la población sobre la situación y sobre todo que informe con veracidad sobre las medidas que ayudan a contener o mitigar la propagación de la enfermedad.
El trabajo del reportero en esta situación debe reflejar la situación que atraviesa el personal de salud, que es crítico en la respuesta a esta epidemia; debe buscar las historias de superación de los pacientes o las comunidades que toman medidas para enfrentar la enfermedad o países que dan ejemplos con su abordaje y debe contribuir a aportar soluciones con su reportaje.
El compendio además recomienda una serie de pasos organizativos para los medios de prensa y sus reporteros, como en los periodistas respeten la intimidad de los pacientes y eviten revelar su identidad o proporcionar información personal detallada sobre ellos sin consentimiento y sobre todo que conozcan los fundamentos básicos de la epidemiología y busquen información sobre el tema con los especialistas.
La Guía recomienda además que los reporteros busquen formas innovadoras de cubrir las noticias y hacer entrevistas para evitar el contacto directo con pacientes, personas con síntomas o en cuarentena y familiares de esas personas, como las videollamadas. Además hace énfasis en que los medios de prensa eviten el uso de fotografías o imágenes de vídeo que puedan contribuir a generar estigma o provocar miedo, como mostrar sólo personas con barbijo o imágenes de personal de salud con el equipo de protección personal para Ébola en África, que no aplica para atender a pacientes con la COVID-19.
Los consejos aportados en esta Guía de la Organización Panamericana de la Salud están dirigidos a todas las etapas del trabajo reporteril, desde la obtención de los datos hasta su publicación, con el fin de combatir la otra epidemia que nos afecta hoy: la sobresaturación de información falta o descontextualizada sobre la pandemia de la COVID-19.
Recordemos que el periodismo juega un rol clave en la gestión de crisis sanitarias y alertas globales como la que actualmente se atraviesa en torno al coronavirus. El trabajo de los medios de comunicación incide en la generación de confianza en la población; pero también, no comunicar bien produce desconfianza y miedo.
Considero que los que nos informamos también debemos asumir una actitud más responsable en este sentido, muchas veces sin darnos cuenta le damos crédito a informaciones de dudosa procedencia y que no proviene de fuentes oficiales y hasta las replicamos sin corroborar su veracidad.