La Jornada de la Prensa Cubana continúa concitando actividades. Este 10 de marzo, en la casa matriz de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) el motivo fue un conversatorio sobre la vida y obra de Juan Manuel Márquez, al cumplirse, este año, el aniversario 105 de su nacimiento.
Para hablar de Juan Manuel hay personas que no deben faltar. Por eso, esta mañana asistieron al homenaje: el combatiente Pedro Urra, uno de sus biógrafos y compañeros; la realizadora cubana Teresa Gómez, y miembros de su familia, entre ellos, su sobrino Orestes Quintana, su hija Alba Márquez y sus nietas.
Después de la exposición del documental Por una Cuba mejor, de Teresa Gómez, la conversación se tornó en debate para intentar develar, tras la misma figura de Juan Manuel, los rasgos que lo identifican como héroe y como hombre.
Cuando a Teresa Gómez le propusieron hacer ese documental no dudó en aceptar, quizás por las tres preguntas que siempre se ha planteado en su vida y que ahora recuerda: “quién soy, de dónde vengo y a dónde voy”.
Como “marianense de pura cepa”, desde pequeña sabía la historia de Juan Manuel, quien nació en Santa fe, una localidad de Guanabacoa, pero que desde la infancia, se trasladó junto a su familia para el municipio de Marianao.
A pesar de no haberlo conocido personalmente, Teresa hizo el documental cuyo nombre registra la ambición real de quien fuera el segundo jefe del Movimiento Revolucionario 26 de Julio y de la expedición del yate Granma: luchar por una Cuba mejor”.
Para la documentalista, a veces cometemos el error de magnificar a los héroes, “como periodistas debemos desacralizar a estas figuras, hacerlos más humanos”. Sin embargo, el escritor y periodista Luis Toledo Sande dijo que “debemos ser capaces de representar al héroe y de demostrar el hecho de por qué esa persona es sagrada”.
Pedro Urra vivió ese documental como si hubiera vivido su vida. Así lo dijo, y añadió que a sus noventa años, hoy había tenido la oportunidad de asomar algunas lágrimas y recordar más que nunca a “ese hombre que se lo merecía y se lo merece todo”.
Después de contar algunas anécdotas junto a su padre, Alba Márquez habló de En cada latido del combate, el libro que publicó en 2016 que, a pesar de no ser una biografía como escribió en el prólogo el investigador Pedro Pablo Rodríguez, constituye un importante acercamiento, “una deuda que debía saldar con su madre y sus hijas para que conocieran la vida de Juan Manuel Márquez”.
Al finalizar el homenaje, la vicepresidenta primera de la Upec, Rosa Miriam Elizalde, entregó a Alba Márquez dos fotos enmarcadas de Juan Manuel, en las que aparece acompañado por su esposa y por Fidel Castro, uno de los hombres que más confió en su genialidad revolucionaria y de quien expresó: “… tenía ya una larga historia política, revolucionaria, sana, un compañero muy bueno, muy competente. Era el segundo jefe del movimiento, Juan Manuel fue excelente, desde que comenzó a trabajar nunca tuvo un fallo”.
