En tiempos de la Covid-19, la solidaridad y la cooperación “parecieran” el camino seguro para cerrarle el paso a esta enfermedad que ha sido declarada por la OMS como una pandemia.
Enfatizo en “pareciera” porque esa verdad –la de salvar vidas en cualquier lugar del mundo– y que para nosotros se ha hecho cotidiana, para algunos gobiernos no lo es; en especial el de Donald Trump, cuya mayor preocupación está en salvar su economía y no la vida de miles de seres humanos que han contraído la Covid-19, en un Estados Unidos que es ya el país con mayor presencia de casos del nuevo coronavirus, unos 85 mil al día de hoy, con más de mil fallecidos.
Mientras que la respuesta de Cuba ha sido enviar brigadas médicas a países del Caribe, África e Italia, el Departamento de Estado, manejado a su antojo por la Casa Blanca, enfiló –nuevamente esta semana– sus municiones digitales de ataque contra el personal de salud cubano.
Fíjense cómo una vulgar mentira es asumida como verdad y difundida sin el menor pudor: “Cuba ofrece misiones médicas internacionales a afectados por la Covid-19 sólo para recuperar el dinero perdido por países que abandonaron este programa abusivo. Los países anfitriones que busquen la ayuda de Cuba deben examinar los acuerdos y poner fin a abusos laborales”. Los adjetivos para calificar esto, pueden ser muchos, diversos, incluso fuertes para escribirlos, pero yo sé que estamos pensando en los mismos.
Es la mentira que usaron en Brasil y en Ecuador, acusaciones infundadas porque no entienden los funcionarios de la administración Trump lo que hacen nuestros médicos y lo que significa la solidaridad.
A pesar de la difícil situación que atravesamos con el recrudecimiento del bloqueo, Cuba puede, modestamente, prestar cooperación, que no es de ahora, tiene más de cinco décadas y usted lo sabe porque en cada familia cubana hay al menos un héroe anónimo de la salud: acudimos a la lucha contra el Ébola en África, tras terremotos como el de Paquistán o Chile, huracanes, etc.
Más de 400 mil profesionales médicos cubanos han cumplido misiones en 164 países; pero al Departamento de Estado se le olvidan esos datos, es una amnesia temporal para construir la verdad según “San Donald Trump”. El mismo mandatario que dijo esta semana que si no abren pronto los negocios en EE.UU, las personas comenzarán a suicidarse en números mayores que los que pudieran morir por la Covid-19 y prometió que no va a dejar que este “problema médico” se convierta en un “problema financiero de larga duración”.
Claro, no tuvo en cuenta que solo en Nueva York –la llamada capital económica del mundo– hay 40 mil contagiados, muchos de ellos sin acceso a la salud, que de paso, es también un derecho humano.
La respuesta de Trump ha sido tan mala que primero comparó la Covid-19 con la gripe, mientras describía el coronavirus como un intento malicioso por parte de los medios de comunicación y los Demócratas de dañar su administración. Solo nueve días después cambió su discurso y aún es insuficiente la respuesta; con más retórica que acciones y estigmatizando al coronavirus como la enfermedad china.
Si ya con las declaraciones de Trump no fuera suficiente, el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, dijo que los ancianos deberían estar dispuestos a morir de la Covid-19 para salvar la economía estadounidense… Sin palabras.
Después de estas declaraciones y los tuit del Departamento de Estado y la Embajada en La Habana, solo cabe preguntarse si EE.UU. enviará médicos a Italia o España, o abrirá nuevos hospitales públicos y gratuitos para resolver el problema del coronavirus en su país, o más aún, si estaría dispuesto Trump a que en pleno Central Park, en Nueva York los médicos cubanos –dispuestos ahora como hace más de una década cuando se le ofreció ayuda al gobierno de Bush, el hijo, tras la catástrofe que provocó el huracán Katrina– armaran un hospital de campaña en el corazón de la gran manzana y atendieran allí a los más necesitados. Las preguntas están hechas, las respuestas, veremos si llegan.
El coronavirus y sus efectos son el mismo en todo el planeta Tierra, pero desafortunadamente la respuesta para enfrentar la rápida propagación en cada nación ha sido muy diferente. La convocatoria es a que los gobiernos se unan por encima de ideologías o creencias para solucionar esta pandemia. Mire que detalle, solo China, Rusia y Cuba han ofrecido ayuda a otros; ¿Y EE.UU?, con tristeza, hay que decir que NO está en las mejores manos.
Quisiera si se pudiera alargar los aplausos para los mecánicos que trabajamos el la empresa Mercedes benz los cuales estamos en la línea De guerra contra el coronavirus trabajando para que sigan prestando servicio y más en estos tiempos