A los programas de debate en los medios de prensa públicos del país, y a la posible incidencia de las audiencias participantes en la gobernabilidad, fue dedicada la primera sesión del año 2020 del espacio Moviendo los Caracoles, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), este 12 de febrero en la Sala Villena de la organización.
Moderado por la periodista Soledad Cruz, el panel estuvo integrado por los Ricardo Ronquillo, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) y miembro del equipo editorial de Hablando Claro, de Radio Rebelde; Arleen Rodríguez, coordinadora de la Mesa Redonda; y Dianet Doimeadios, subdirectora de Cubadebate.
Una primera interrogante —¿en qué medida el reflejo en los medios de lo que la gente escribe, señala y es motivo de quejas, es tomado en cuenta por los decisores políticos?— formulada por Soledad Cruz abrió el diálogo de la jornada vespertina.
Dianet Doimeadios dijo que, precisamente los comentarios de los internautas, constituyen la mayor fortaleza de Cubadebate. “Son alrededor de mil los que moderamos a diario, aunque hay temas que por su sensibilidad e impacto en la vida de la nación generan el doble. Las estadísticas internas del sitio nos ofrecen que en ocasiones hay artículos en los cuales lo más leído son las opiniones de los lectores, por el rico debate que se suscita”.
Asimismo expuso que todas las opiniones se recogen, se analizan y se entregan a los organismos pertinentes y a la oficina de la Presidencia de la República. Y añadió que las denuncias recibidas que no se publican se tramitan con las autoridades vinculadas a los correspondientes escenarios.
Refiriéndose a las dinámicas de la Mesa Redonda, Arleen Rodríguez Derivet dijo que surgieron de la visión de Fidel de explicarle a la gente con profundidad ciertos acontecimientos noticiosos: “lo qué hay detrás de una noticia y de un determinado titular”.
Acerca de los forodebates que acompañan a temáticas de particular interés en la opinión pública nacional, advirtió que surgieron como una especie de contrapeso a la comparecencia de funcionarios públicos. La coordinadora de la Mesa, también señaló que compulsar a los representes de las instituciones del Estado y el Gobierno a interactuar en las redes sociales con las audiencias y a comparecer en el espacio televisivo (que la fuente ponga la cara) han constituido arduas tareas para este equipo de trabajo.
Respecto a Hablando Claro, espacio de opinión y debate radial basado en las cartas que se reciben en la emisora Radio Rebelde, Ricardo Ronquillo explicó que la gran limitación que tiene el programa es que se encuentra cerrado a los ciclos editoriales del periodismo moderno, pues aún está anclado a la era analógica.
El presidente de la Upec subrayó además que, antes la participación de los públicos en la construcción de la agenda de los medios era vista como una opción, pero que hoy es un imperativo si se aboga por la supervivencia mediática.
“El salto a las nuevas tecnologías proveen lo que muchos teóricos de la comunicación denominan un cambio antropológico. Ya las personas no reciben miméticamente un contenido; reciben y producen como prosumidores. El medio de prensa que no se adapte a esta nueva realidad está condenado a desaparecer”.
Asimismo acentuó que en la contemporaneidad la supervivencia mediática y la hegemonía en el interés de los públicos va a estar estrechamente relacionada con la construcción de la agenda pública.
“A lo largo de la Revolución mantuvimos un modelo de prensa demasiado verticalizado y de una altísima dependencia institucional. Funcionó en cierto momento, pero hoy no responde a los actuales presupuestos de la comunicación; por ello, construir un nuevo modelo de prensa no es una opción sino una necesidad.
“Para que nuestra sociedad pueda afrontar los enormes desafíos que tiene en la edificación del proyecto de país que nos hemos propuesto, y encuentre en las circunstancias del mundo de hoy los consensos necesarios, el modelo de comunicación debe responder a los mecanismos de control popular”.