Zoila Casas Rodríguez fue la cubana que habló por primera vez ante un micrófono de la radio; ella es la pionera entre las locutoras, narradoras y anunciadoras en la historiografía de la radio en América Latina, cuando a partir de 1922 Cuba se convirtió en el primer país latinoamericano que funda una estación de radio. Luego lo harían México y Argentina.
Pudo haber sido aquella una noche calurosa en La Habana. Zoila debió dejar a un lado su abanico para acercarse al micrófono y presentar las canciones que se escucharían mediante la emisora que inició las trasmisiones radiales en la Isla, la 2LC, invención y propiedad del padre, Luis Casas Romero, instalada en su propia casa, en Ánimas No.99.
A la mañana siguiente, por las calles aledañas al hogar, corría la noticia como un escándalo: una muchacha se había atrevido a romper con el mito de una profesión exclusiva de hombres, porque incluso en Estados Unidos –que en 1920 instaló su primera emisora radial, la KDKA, se tardó años para permitir de manera oficial que una mujer ocupara la plaza de locutora.
Pero Zoila hizo oído necio de aquel rumor, por eso cuando su padre le pidió que además de anunciar canciones, narrara un cuento infantil, ella esbozó una sonrisa de entusiasmo y le dijo: ¡Pinocho! Tiempo después, por esos azares y sortilegios de la vida, la muchacha abandonó el camino de la comunicación y entró en un convento, para, hasta su muerte, cubrir su imagen con el velo y manto de monja.
Sin embargo, siempre que emprendamos el viaje virtual a la semilla de la radio en Cuba, ella, como una estrellita, estará esperándonos para de alguna manera alumbrar el comienzo del azaroso camino que emprendieron sus sucesoras, durante las décadas del 20 y el 30 del siglo pasado. Entre ellas, su hermana María Luisa, quien, desde su comienzo, con talento y nivel profesional, conquistó a los oyentes de la radio, luego que el padre fundara la emisora C.O.C.O.
Zoila y María Luisa habían tenido la suerte de ser hijas del notable flautista, compositor y director de bandas Luis Casas Romero, creador de la primera criolla hecha en la Isla, Hortensia, un hombre inclinado a los experimentos y de ahí que junto con su hijo Luis, que entonces tenía 16 años de edad, construyera la primera planta de radio en Cuba, el 22 de agosto de 1922, la cual trasmitió hasta 1928.
Realmente el experimento era muy modesto, con 10 watts operaba en la banda de 360 metros y salía al aire, desde la propia vivienda de la familia Casas Rodríguez. Minutos antes de las nueve de la noche la 2LC abría su señal con un toque de atención dado con una corneta de juguete, a lo cual seguían golpecitos sobre el metal del instrumento, semejantes al tic tac de un reloj, mientras el micrófono captaba por una ventana abierta el tradicional y milenario cañonazo, que todavía se dispara a las nueve, desde la emblemática fortaleza habanera La Cabaña. Acto seguido, y luego de otro acorde de corneta, Casas Romero, decía: “Son las nueve en punto”. A continuación, él ofrecía el pronóstico del tiempo: “… Buen tiempo esta noche…Temperaturas terrales y brisas…” (22.8.1922). Seguidamente Zoila presentaba una canción, obtenida de un fonógrafo y luego narraba un cuento para que los niños se durmieran con la feliz máxima de colorín colorado mi cuento se ha acabado y ustedes tienen que dormir.
No obstante, la radiodifusión en Cuba fue inaugurada oficialmente el 10 de octubre de 1922, cuando a las cuatro de la tarde salió al aire la señal de la emisora PWX, de la Cuban Telephone Co., filial de la ITT, emitida en onda de 400 metros, con una potencia de 500 watts. La planta, instalada en el edificio de esta empresa estadounidense, en Águila y Dragones, en La Habana, fue abierta con breves palabras de identificación, en inglés y español, a continuación Rita Montaner interpretaría la canción Presentimiento.
A la famosa Rita Montaner, un poeta la llamó La Única y en 1929 el célebre escritor Alejo Carpentier, al escucharla cantar en París Mamá Inés, escribió: “..Olía a Trópico. Tenía fragancias de fruta al sol y auténtica alegría arrabalera”. Entre 1933 y 1954, la diva cubana filmó 15 películas que rodaron por toda América. Al morir en 1958, Ernesto Lecuona dijo: “Cuba perdió una gran artista y los que hacemos música a una intérprete genial”.
Al convertirse Cuba en el primer país de América Latina en establecer
la radio, devino también en la primera nación en trasmitir radionovelas. Este género fue inaugurado con la voz femenina de Enriqueta Sierra, talentosa actriz de teatro y de la radio, que también escribía los libretos donde aparecían, incluso, los personajes que ella misma interpretaría, mientras se convertía en maestra de otras grandes figuras masculinas y femeninas, entre ellas Rosita Fornés.
Del grupo iniciador se recuerdan, además, Esther Sabater, Enma Lapeseña, María Luisa Casas Rodríguez, Angélica de Céspedes, Bellita Borges, Xiomara Fernández, Hilda Saavedra, Mirta Velazco, Maruja García, Georgina Almanza, Dulce María Corbielle, Pilar Clemente, Rosa María Hurtado, las hermanas Yolanda y Carmen Pujolls, Conchita García, Consuelito Vidal, Margarita Balboa, y otras más que permanecen en la memoria de la radio cubana.
Hacia 1935, la población isleña registraba el 70 por ciento de analfabetismo y es por esto que también la radio constituyó un milagro, más que un entretenimiento, pues desde sus casas las miles de personas que no sabían leer ni escribir, tenían el privilegio de escuchar, con sorprendente inmediatez, la noticia, la canción de moda, una novela y hasta el pronóstico del tiempo.
En 1933 los países que en el mundo contaban con mayor número de plantas de radio eran: Estados Unidos (625), Canadá (77), Rusia (68) y Cuba (62), seguidos por Suecia (31) Australia (30), Alemania (29) y Francia (28).
En la actualidad Cuba cuenta con numerosas emisoras, locales, provinciales y varias nacionales, y la internacional: Radio Habana Cuba que trasmite desde 1961 en onda corta y en 8 idiomas para todo el mundo.
En 1985, la radiodifusión cubana, tuvo como vicepresidenta a una mujer, Josefa Bracero, quien logró cubrir el territorio nacional, con una variada programación, casi toda realizada en la Isla. Josefa Bracero inició su vida profesional como locutora y periodista en su provincia natal, Camagüey.
Las comunicadoras de la radio, la televisión y el cine en Cuba celebran el Día del Locutor, con el orgullo de las pioneras y de todas las que han venido después.