Por Sany Basulto y Cristian Martínez, estudiantes de Periodismo
Si bien hemos oído alguna vez que “nadie es profeta en su tierra”, de seguro hay jóvenes artemiseños que demuestran lo contrario. Un proceso transparente como el de la ubicación laboral, muchas veces se ve sesgado por intereses personales de graduados universitarios que no desarrollan la trayectoria profesional en su provincia de origen.
¿País o provincia?
De la Facultad de Comunicación y del Instituto Superior de Diseño (ISDI), asentados en La Habana, se gradúa gran parte de los profesionales que tributan a los medios de comunicación, dígase Periodismo, Comunicación Social, Ciencias de la Información y Diseño.
No son muchos los egresados de esas carreras; mas, en Artemisa les aguardan. Como bien dice la colega pinareña, devenida habanera, Mayra García, directora de Alma Mater, esperan que las universidades allende sean casas prestadas para adquirir conocimientos y transformar el hogar propio, que el estudiar fuera sea apenas propósito para cambiar lo de adentro.
Karen Brito, conductora del programa televisivo La pupila asombrada; Sarahí García, de Radio Rebelde, Premio Nacional de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena; y Lisandra Fariñas, del periódico Granma, ganadora del Gran Premio del concurso de periodismo de Salud, distinguen a Artemisa más allá de sus fronteras. ¡Cuánto de bueno hubieran podido aportar en el territorio!
También Yuniel Labacena, joven periodista sancristobalense, de la comunidad de Ramón López Peña, se graduó y no retornó. “Aunque la situación de la vivienda es difícil, por el costo de los alquileres, no regresé, pues casi toda mi familia vive en La Habana. Me quedaba distante la cabecera provincial, donde están los medios, y aun más el periódico, a ocho kilómetros de Artemisa”.
Además, “hice las prácticas en Juventud Rebelde, aunque también colaboraba —y todavía lo hago— con el artemiseño. Al final de la carrera encontré una buena oportunidad en el diario de la juventud, donde tengo más posibilidades para hacer periodismo acerca del país, incluso fuera de él”.
Sin embargo, Osniel Velasco, quien atiende la página de deportes del semanario provincial e igual desarrolló sus prácticas en el diario de la juventud cubana, se convirtió en verdadero profeta en su tierra.
“La Habana es un mundo totalmente distinto, con mucha vida cultural, y resulta lógico que algunos piensen en quedarse allá, porque tienen varios trabajos a la vez, que les deparan mayores ingresos. Aun así, me gusta más el periodismo que se hace desde provincia; el periodismo más local siempre me llamó la atención”.
Y Yemmi Valdés, natural de San Cristóbal, eligió ejercer en el telecentro ArTv. “Hacer periodismo más cercano al público resulta una experiencia interesante. Me gusta sentir ese reto continuo.
“Vivo lejos de la cabecera provincial, pero viajo todos los días, interactúo con la gente, me conocen, me consultan sus preocupaciones… También tengo opciones de incursionar en otras áreas de trabajo en la televisión, y de publicar mucho, porque somos pocos periodistas en el medio”.
No solo ellos adoptaron esa decisión. Dianna Rivera, estudiante de segundo año de Comunicación Social, coincide en sus proyecciones de regreso a Guanajay. “Es la mejor forma de demostrar el agradecimiento y el compromiso de los graduados guanajayenses con la tierra que nos vio nacer.
“Quiero estar cerca. El ejercicio de la profesión no depende de dónde te desempeñes, si en La Habana, Villa Clara o Artemisa, sino de tus capacidades, de ser un buen profesional desde tu puesto de trabajo; esa idea me acompaña.
“Quienes se quedan en La Habana seguro lo hacen en busca de su realización personal, materializada en la ubicación laboral a la que aspiran, ya sea en los medios nacionales o en la búsqueda constante y necesaria de mayores ingresos (más allá del salario incrementado), gracias a las diversas oportunidades en la capital”.
¿Cuestión de oportunidades?
Probablemente, Dianna no anda muy lejos de la verdad. “En la capital hay más posibilidades de empleo. La cantidad de empresas no se compara con las de Artemisa”, la secunda la joven de Caimito Mónica Giralt Delgado, estudiante de cuarto año de Ciencias de la Información.
Mientras, Daniela Garzón, estudiante de primer año del ISDI, aporta otros elementos. “En las provincias hace mucha falta el conocimiento, la imaginación y habilidades de un diseñador. Aun así, no le brindan la debida importancia; de ahí que la carrera tenga un abanico de aplicaciones más amplio en La Habana.
“No hay cultura de diseño en la sociedad, menos en el interior. Y, en numerosas ocasiones, el graduado no ejerce lo que estudió en la academia; por eso no veo mucho futuro en las provincias”.
Precisamente, la periodista Danay Galleti, de Bauta, graduada en 2011, justo cuando entró en vigor la nueva División Política Administrativa, se siente satisfecha, al haber realizado un documental en Guatemala, cumplido misión internacionalista en Venezuela, como parte del colectivo de Radio Habana Cuba y actualmente en Prensa Latina, como corresponsal de Telesur en Brasilia.
“En cambio, parece increíble que viajar al corazón de mi propia provincia esté al nivel de uno de los 12 trabajos de Hércules, así de difícil lo encuentro. Si trabajara allí, el tiempo de traslado y el costo del pasaje serían mucho más elevados. Otro de los beneficios es la superación; tengo muy cerca el Instituto Internacional de Periodismo José Martí”.
Cada quien defiende sus razones. “Hay jóvenes que mucho antes de comenzar la carrera en La Habana, se cambian de dirección, porque consideran que tendrán mejores coberturas, herramientas más sofisticadas o la satisfacción de trabajar con los más altos dirigentes de este país”, comenta Mayvi Cruz, amante de la radio en su querido Ariguanabo.
“Quizás ven a los medios provinciales o municipales con menor jerarquía y prestigio”. Por supuesto, no comparte esa opinión, pues ha podido conocer a su localidad desde más adentro, y sabe que existen profesionales con mucho talento, incluso sin haberse graduado de Periodismo.
“No pensé nunca en cambiar mi dirección para obtener una plaza en algún medio de la capital, aunque realicé la tesis en el periódico Juventud Rebelde e hice prácticas en Prensa Latina, el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, Habana Radio, el portal Cubarte y la revista Mujeres.
“Mi experiencia ha sido maravillosa. No cambiaría la radio municipal, local, pequeña, sencilla, por un gran medio capitalino, donde quizás el talento de un joven recién graduado tarde en ser reconocido, ante la popularidad de los más experimentados”.
Asimismo, María Caridad Guindo, periodista de el artemiseño, asegura haber aprendido mucho. “Resulta atractivo y enriquecedor abordar temas de interés social, sentir de cerca la gratitud o los criterios de la población sobre sus preocupaciones. Me leen amigos, familiares, vecinos… Me reconforta saber que contribuyo de forma modesta a convertir a Artemisa en una provincia hermosa”.
Y Roberto Carlos Delgado, director del semanario Invasor, afirma que en Ciego de Ávila sucede algo similar, aunque en menor escala. “Algunos se quedan en Camagüey o Villa Clara, y otros cambian la dirección y se van para La Habana.
“Las causas son múltiples, pero no en todos los casos apuntan al deseo de trabajar en medios nacionales, porque pasados uno o dos años tampoco están allí. Ni atañen al tipo de periodismo que quieren hacer, pues la realidad ha demostrado cuán bueno es el que se realiza en las provincias”.
Lo asegura quien encabeza un colectivo capaz de ganar incontables premios de periodismo económico y científico, de sobresalir en el concurso 26 de Julio y de obtener varias veces el Premio Anual Juan Gualberto Gómez.
“Es un fenómeno que no solo ocurre con los graduados de Periodismo o Comunicación, sino también en otras carreras. Debería existir el mecanismo para que esto no se permitiera: el servicio social debería ser de estricto cumplimiento en la provincia que demandó la fuerza de trabajo”, añade.
“Tras ese período, sería responsabilidad de cada institución trabajar para establecer un compromiso”.
Yudaisis Moreno, directora del periódico de Artemisa, coincide con la responsabilidad de enamorar a los estudiantes en su período de práctica pre-profesional, pero no siempre las facultades los envían a las provincias a realizar sus prácticas.
“Apenas llegan, con muy buena proyección, estudiantes de Periodismo; no hemos tenido de Ciencias de la Información ni de Diseño, pese a asignar cada año no menos de dos plazas. Incluso mantenemos relaciones de trabajo con el ISDI, y nos han ubicado graduados según nuestra demanda, solo que no se incorporan y nada pasa, aunque esté legislado.
¿Qué dice la Ley?
Jesús Otamendi Campos, director de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), expresó que “la Universidad debe encargarse de ajustar el plan de estudio de los educandos, a fin de que puedan hacer sus prácticas laborales en el centro que los acogerá una vez graduados, de acuerdo con la nueva resolución”.
Otamendi se refiere a la Resolución 29 de 2019 del Ministerio de Educación Superior, que ajusta la ubicación de los egresados a la concepción de la pre-asignación laboral de los estudiantes en el penúltimo año de la carrera y la asignación definitiva al culminar los estudios.
Aun cuando esta resolución pretende que la mayoría de los universitarios realice su tesis en la entidad en la cual trabajará, a fin de continuar los temas desarrollados, recién aparecen las primeras inconformidades.
“No debe aplicarse a todos por igual, pues quienes vivimos en Artemisa o Mayabeque, debemos venir al menos dos veces a la semana para continuar las clases en la facultad, mientras nos adiestramos en el medio provincial donde nos ubicaron. Esos viajes frecuentes serán muy agotadores, sin hablar del costoso y escaso transporte”, señaló Erika Alfonso, una artemiseña de cuarto año de Periodismo.
Pese al referido inconveniente, Otamendi puntualizó que el proceso de ubicación laboral, regido por la Resolución 8 de 2013, se realiza sobre la base del municipio de residencia.
“Conocemos que un grupo de jóvenes, sobre todo de las carreras nacionales, cambian su dirección particular, por lo cual, como es lógico, serán ubicados en La Habana. También algunos cumplen su servicio social fuera de la provincia donde residen, principalmente ingenieros civiles, eléctricos, químicos, mecánicos…
“La entidad laboral que recibirá al graduado debe crear las condiciones mínimas necesarias para conquistarles. Pero luego del cumplimiento del servicio social, que continúen trabajando en su propia provincia es una decisión personal.
Según lo estipulado en el Reglamento sobre la planificación de la formación y distribución de la fuerza de trabajo calificada (Resolución Ministerial 8/2013, del MTSS) en su artículo 1, “la formación y distribución de la fuerza de trabajo calificada se planifica para los planes anuales, quinquenales y otros períodos, en correspondencia con la proyección de las necesidades del desarrollo económico y social de la nación, provincias y municipios”.
Otamendi enfatiza en que “el inconveniente primordial para la formación de Periodismo en Cuba es no responder a las necesidades de los medios, debido a las limitadas capacidades en la Universidad.
“La Facultad debería hacer extensiva a otras carreras la voluntad de que la práctica docente y tesis se hagan en provincia; así después no ocurrirían estos inconvenientes y se podrán familiarizar con el medio desde primer año”.
Más cerca del lector
Odette Domínguez, del poblado Las Cañas, en Artemisa, actualmente profesora de Agencia de Noticias en la Facultad de Comunicación, siempre pensó en regresar a la provincia, pues no tenía ningún familiar en la capital.
“A mi profe de Agencia le propusieron ir a impartir clases al exterior. Ella no tenía suplente y, por supuesto, primero pensaron en los alumnos ayudantes de la asignatura, quienes rechazaron la propuesta por tener otros planes una vez culminaran los estudios. Luego vendría yo; no era alumna ayudante, pero me había destacado en la asignatura. Acepté, los profesores se brindaron a ayudarme y así lo hicieron”.
Muchos entrevistados coinciden en las causas para no regresar. Parten del hecho de haber pasado varios años en La Habana, en contacto con “medios laborales atractivos, con más posibilidades de superación y de emplearse en varios a la vez en busca de multiplicar el salario” (a pesar, o precisamente, porque ahora es mayor).
A eso unen que no son pocos quienes en ese tiempo establecen algún vínculo amoroso, se casan y hasta comienzan a formar una familia capitalina.
Marla García, estudiante de Comunicación Social, considera que Artemisa “necesita expandirse y desarrollarse, a fin de satisfacer la demanda de puestos de trabajos suficientemente seductores para los graduados.
“Es necesario informar a diversas instancias la necesidad de cada una de estas carreras para la prosperidad territorial. Hoy los espacios están limitados, o no se corresponden con las funciones y el perfil de los especialistas”.
Aydelín Vázquez, del semanario el artemiseño, alude otro detalle: el anhelo de no pocos graduados de trabajar en medios con un perfil específico, propiamente cultural, deportivo o científico-técnico, inexistentes en nuestra provincia y probablemente en muchas otras.
Adianez Fernández, alquizareña y subdirectora de este medio desde su fundación en 2011, incluso antes de graduarse, refiere semejante ubicación como un gran reto.
“Cuando llegas a un lugar donde todo está establecido, tienes que adaptarte a las normas, cubrir lo que otros no quieren. En cambio, aquí todo lo fuimos estableciendo nosotros; aprendimos sobre la marcha, guiados por unos pocos experimentados que nunca dudaron en extendernos su mano y enseñarnos cuanto sabían”.
Esta profetisa de su tierra sostiene que “ha sido una experiencia única. Ningún otro medio como un periódico provincial te permite estar tan cerca del lector, hablar de lo que a ellos les interesa y hacer un periodismo de investigación más apegado a la realidad.
“Cada estudiante que llega aquí de una forma u otra se enamora, aun salvando la fatalidad geográfica que nos ubica a ocho kilómetros de la ciudad capital, lo cual está previsto cambiarse con el apoyo del Partido. Yo me enamoré, sigo renovando ese sentimiento cada día, y —junto con los demás— tratamos de transmitirlo a los jóvenes que pasan por aquí: en buena medida, lo hemos logrado”.
Ingreso a la Educación Superior en Cuba
Curso escolar 2019–2020
Año de graduación: 2023 o 2024
Carreras que tributan a los medios de comunicación en Cuba Demanda Deben ingresar Plazas otorgadas Diseño Informacional 44 96 60 Periodismo 116 159 153 Comunicación Social 160 232 136 Ciencias de la Información 140 178 110 En el caso de Comunicación Social y Ciencias de la Información, las plazas otorgadas en toda Cuba aún no satisfacen la demanda. Las plazas otorgadas son inferiores a la cantidad de estudiantes que, en correspondencia con los índices de eficiencia educacional, deben ingresar a la carrera para satisfacer la demanda en el país. Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.