Ese hombre de anteojos gruesos, mirada inquieta y voluntad de acero para investigar, publicó más de 50 libros sobre la realidad y las luchas de los pueblos de América Latina y el Caribe. El periodismo fue un arma de combate para desmontar lo que él denominaba “la historia americana de la infamia”. Gregorio Selser. Una leyenda del periodismo latinoamericano, de Julio Ferrer, rescata la figura legendaria del autor de Sandino, general de hombres libres, uno de los historiadores y periodistas argentinos más injustamente olvidados.
Como si al exilio mexicano –país en el que fue muy reconocido, valorado y respetado desde su llegada en noviembre de 1976, hasta su suicidio en agosto de 1991- se agregara la más dolorosa de las expulsiones: el inexplicable destierro editorial en Argentina, donde ninguna editorial hasta ahora ha reeditado su prolífica obra. En el prólogo de esta monumental biografía, publicada por EPC (Ediciones de Periodismo y Comunicación) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, Stella Calloni plantea que la obra de Selser “hace más falta que nunca, como falta el fuego de la memoria histórica que él recuperó para nuestros pueblos”.
Periodista, escritor y docente, Julio Ferrer trabajó durante cinco años en la investigación y escritura de la biografía. Lo ayudaron la propia Calloni, Osvaldo Bayer, Rogelio García Lupo, Oscar González y Carlos Aznárez, entre otros, que compartieron sus archivos, sus bibliotecas y sus memorias. También fue crucial el apoyo del Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (CAMeNA), adscrito al Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
“El Archivo Gregorio y Marta Selser, con más de dos millones y medio de documentos acopiados durante medio siglo por el maestro, es un material imprescindible que el CAMeNA ha garantizado sea de acceso gratuito a todos los interesados. La documentalista Bettina Gómez Oliver soportó estoicamente la infinidad de mis pedidos, consultas y sugerencias. El archivo es la columna vertebral de este libro”, reconoce Ferrer en la entrevista con Página/12.
–¿Por qué necesitamos “crear uno, dos o tres Gregorio Selser” como proponés en el libro parafraseando al Che Guevara?
–Selser investigó la realidad y las luchas de los pueblos de América Latina y el Caribe y rescató a los hombres y mujeres desterrados de la memoria por la historia oficial. Además, era un obsesivo del análisis de los medios masivos gráficos, radiales, televisivos, electrónicos y de las “noticias falsas”, que escribió innumerables artículos y ensayos donde denunciaba cómo los Estados Unidos junto a sus cómplices europeos utilizan los medios informativos como herramientas de embrutecimiento de las masas y como un arma de contrainsurgencia contra todo pueblo que intenta su libertad y soberanía, rechazando todos los postulados del Consenso de Washington. Fue un hombre antifascista, antiimperialista y anticolonialista que puso su máquina de escribir al servicio de las causas más nobles y justas de la humanidad, la de la libertad de los pueblos oprimidos y humillados.
–¿Qué importancia tiene un libro como “Sandino, general de hombres libres” a más de 65 años de su publicación?
–Selser rescató la figura de Sandino, líder de la resistencia de su “pequeño ejército loco” de campesinos contra la ocupación yanqui en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró expulsar a las tropas de Estados Unidos en enero de 1933, que con apoyo de la United Fruit Company había creado la Guardia Nacional con el general Anastasio Somoza García al frente, el iniciador de una larga dinastía derrotada casi medio siglo después por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) el 19 de julio de 1979. Los máximos líderes del Frente Sandinista, como Carlos Fonseca, Tomás Borge o Germán Pomares, se habían formado con el libro de Selser. Sandino y el libro de Selser son considerados hitos históricos en las luchas de liberación de los países de Centroamérica y el Caribe.
–¿Cómo analizás el debate entre Selser y el vicepresidente Nixon?
–En mayo de 1958 –con la proscripción del partido peronista y su líder Juan Domingo Perón en el exilio– fue elegido presidente de Argentina el dirigente radical Arturo Frondizi. Distintas delegaciones del mundo llegaron al país para participar en la asunción presidencial, entre ellas la de Estados Unidos cuya figura principal estaba representada por el entonces vicepresidente Richard Nixon. El 3 de ese mismo mes, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) promovió un debate público en la rectoría de la universidad entre Nixon y dos representantes de los estudiantes argentinos: Gregorio Selser y Alberto Ciria. El debate fue muy interesante porque Nixon habló de las “bondades” del imperio y Selser le remarcó que sus políticas colonialistas solo darían hambre y desolación en América Latina. En nada se equivocó Selser.
–¿Qué impacto tuvo la Revolución Cubana en Selser?
–La revolución cubana impactó política y espiritualmente en Gregorio Selser y estará presente en su libro La Revolución cubana de casi 500 páginas, una compilación de cartas, discursos y declaraciones de Fidel Castro entre 1952 y 1959. Selser tuvo bajo su cuidado la selección, el prólogo y las notas del volumen. En mayo del 59, Jorge Ricardo Masetti visitó a Selser en la redacción del diario La Prensa para invitarlo a colaborar con la agencia de noticias cubanas Prensa Latina. Selser aceptó de inmediato y su primera colaboración la remitió desde Santiago de Chile, donde se realizó en agosto de 1959 una conferencia de cancilleres de la OEA. Gregorio se convirtió en colaborador de los Servicios Especiales, el departamento que dirigía Rodolfo Walsh. Su material tuvo gran repercusión en América Latina.
–¿Por qué Selser, “el juntapapeles de Latinoamérica”, ha sido tan olvidado al punto de que sus libros no hayan sido reeditados?
–Selser no escribía para recibir premios ni menciones, escribía para que los pueblos de América comprendieran que su dependencia histórica del imperialismo norteamericano y secuaces locales no tenía que ser eterna. Que la justa liberación de los condenados de la tierra era posible y necesaria, pero a partir de los hechos históricos y sin olvidar la siempre postergada unidad latinoamericana. La principal razón para que no sea reeditado es que Selser fue un hombre peligrosísimo para los sectores dominantes de la prensa y el poder financiero internacional. Él escribía para despertar y liberar conciencias aturdidas por tantos años de sometimientos.