Daniel, ¡qué manera de atrapar a Gustavo Rollé Fernández, el Padre de la Lucha Cubana, en un escrito! La misma altura en contenido y forma. Más que entrevistar, pusiste a conversar al protagonista con los lectores. Así se siente al disfrutar Una vida de luchas, texto publicado por Trabajadores el 6 de enero de 2019, página que bien puede ascender a un libro si conviertes los pasos en zancadas, y fortaleces la magia que distingue a una obra testimonial, a cualquier género literario.
No te limitaste a lo noticioso y a las loas cuando Rollé fue exaltado al Salón de la Fama de la Unión Mundial de Luchas. Por encima de leer, uno lo acompaña al recibir el galardón en Budapest el 19 de octubre de 2018. Es la potencia de tu narración. Ese andar se impone en todo el trabajo. Como debe hacer un escritor, aunque ahora caminas por las sendas periodísticas, le birlas las vivencias al personaje, las pules al hacerlas tuyas, más bien, de todos, sin usar un lenguaje falso, poco creíble.
Tampoco te quedas en lo deportivo. Lograste recorrer gran parte de la existencia de esta persona. No solo lo das en su brega frente a un rival o enseñando llaves y agarres, porque se retiró temprano de la contienda activa debido a la fractura grave de la clavícula. Uno lo observa con las armas en las manos combatiendo a los bandidos alzados en El Escambray y a los mercenarios pro yanquis que invadieron por Girón. Asegura: “Estas experiencias sirvieron en el deporte. La voluntad, la disciplina y la fidelidad son atributos que les inculco a los atletas Batallo para formarlos como mejores hombres”.
La decisión que mostró en la movilización durante la Crisis de Octubre, la reiteró en las aguas boricuas: formó parte de la Delegación de la Dignidad. Por cierto, al hablar de esta trompada al hígado de los gringos, consigues penetrar el manto de la modestia de Gustavo y enlazas una información: “Tiempo después sugerí para el centro de entrenamiento de los atletas el nombre Cerro Pelado. No me guié por la emoción. Ya tenía pensado que era el ideal para una instalación que tendría un peso significativo en el deporte “.Su idea resultó aceptada…
Estas palabras, peso significativo, caben para señalar su reflexión en relación con la familia. Deja claro que sin ella no sería lo que es. Vemos, gracias a ti, el brillo de los ojos cuando habla de su esposa Bertha Isabel, conocida por Rebeca, los hijos, los nietos. Merecen un monumento”, dice.
Hombre tranquilo enfrenta, lejos del alboroto, lo que considera erróneo venga de donde venga. Estuvo en contra del veto a la las mujeres con respecto a la especialidad. Sus juicios fueron potentes aunque no convenció. Esos oídos sordos, según los expertos, nos han costado más de veinte medallas al arribar tarde. Lo peor: se laceró la libertad, el derecho de las damas: “Durante un tiempo dijeron que era muy violento para ellas. Las defendí argumentando que tenían capacidad de cortar caña, levantar edificaciones y asumir cualquier tarea. Al final se impuso la lógica. Lo mejor está por llegar”.
Esto y mucho más nos ofreces en el citado escrito. Lo prometido al inicio de tu trabajo no cayó en el hueco de las deudas: “Le garantizo que entraremos en un terreno plagado de emociones, alegrías y conflictos. Fieles hijos de la guerra de la vida. No pierda la oportunidad y devore esta historia. Al final, tal vez luche con más ahínco por sus pasiones”.
Mientras, Rollé Fernández, jubilado pero no retirado, continúa apoyando a su gran amor atlético y se prepara para participar activamente, como miembro de la Unión de Historiadores de Cuba, en el I Simposio de Historia del Deporte, el 16 de agosto próximo, en el Memorial José Martí a partir de las nueve de la mañana, organizado por la sección deportiva del citado organismo.
Daniel Martinez es un excelente Periodista, formado en radio reloj, y fogueado en otros medios. Felicidades para el y exito en su Trabajo