Por Maylín Vidal
A 90 años de su natalicio, las semillas sembradas por el periodista y revolucionario argentino Jorge Ricardo Massetti germinan hoy desde la Agencia Latinoamericana de Noticias Prensa Latina, que contribuyó a fundar hace seis décadas.
Ese periodismo al servicio de la verdad en los tiempos convulsos que corren, objetivo, pero no imparcial, porque como dijo una vez ‘no se puede ser imparcial entre el bien y el mal’, son premisas que sostiene la Agencia que instituyó junto con su compatriota Ernesto Che Guevara por iniciativa del líder de la Revolución cubana Fidel Castro, en 1959.
Reportero audaz y comprometido con las causas justas, el legado del Comandante Segundo florece en la joven cantera de profesionales que se han formado en el corazón de Prensa Latina, que el 16 de junio estará cumpliendo 60 años de vida, haciendo frente a los grandes monopolios de la información.
En la calle Levalle al 450, en el partido de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, ya no está la casa vieja que vio nacer el 31 de mayo de 1929 al hijo de José Reinaldo, un descendiente de italiano, y a María Esclavitud Blanco, una inmigrante española.
En su lugar solo queda una cochera y muy pocos conocen que allí en esas calles creció Coco, como lo apodaban en su seno familiar, un niño amante del fútbol que con apenas 13 años se incorporó a la escuela de Artes Gráficas y Publicidad número 15, donde realizó su primer acercamiento al periodismo.
Dos años después ya trabajaba como cadete en el diario El Laborista y en 1947 hizo sus primeros pininos como cronista de informaciones generales en el diario Tribuna. Luego pasó por el diario La Época, Noticias Gráficas, Democracia, hasta llegar a Radio El Mundo de Buenos Aires, un medio que le daría un rumbo inesperado a su vida.
Desde allí fue enviado en 1958 a cubrir los sucesos que se gestaban en Cuba y después de una larga travesía, que más tarde inmortalizó en Los que luchan y los que lloran, logró llegar a la Sierra Maestra y entrevistar a Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, alternando su labor con el fusil de combatiente en el Ejército Rebelde.
De regreso en Argentina, divulgó en programas radiales y televisivos las entrevistas y los reportajes que realizó en la isla caribeña, pero al año siguiente, después del triunfo revolucionario cubano, regresó invitado por el Che y participó en la ‘Operación Verdad’, en cuyo nucleo se gestó la creación de Prensa Latina.
Allí ‘reclutó’ a destacados intelectuales de la época, como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Waldo Frank, Wright Mills, Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Juan Carlos Onetti, entre muchos otros.
Dejó su cargo en marzo de 1961, pero el 17 de abril, ante el ataque mercenario a Playa Girón, volvió a dirigir Prensa Latina, redactó y orientó las primeras informaciones transmitidas al exterior y se trasladó al lugar de los hechos.
En octubre de 1961, viajó a Argelia, donde contactó con el Frente Nacional de Liberación (FNL), visitó campos de batalla y pasó algunos meses con los combatientes.
Un año después, al declararse la alarma de combate ante el peligro inminente de una agresión norteamericana a Cuba, Masetti fue incorporado a la comandancia del Che Guevara en el occidente de la isla.
A finales de ese año, con el nombre de Comandante Segundo, partió definitivamente de Cuba hacia su país natal, donde organizó el movimiento guerrillero en la norteña provincia de Salta.
El 21 de abril de 1964 fue visto por última vez cuando se internó en la selva de Orán, en Salta. Nunca se supo más noticias de él.
Como diría en su libro el periodista Hernán Vaca Narvaja ‘Que su nombre siga tan ignorado como el pedazo de selva que esconde sus huesos era previsible para Masetti. Periodista, sabía cómo se construyen renombres y se tejen olvidos’, señala el autor.
‘Decir que Masetti era un gran periodista, exige aclaraciones. Tenía dificultades con la sintaxis, a lo mejor no sabía lo que es un ‘lead’, quizá le faltaba sutileza literaria’, escribió una vez ese otro gran fundador de Prensa Latina, el periodista y escritor Rodolfo Walsh.
Y sin embargo, añadió, se puede decir; Masetti fue uno de los más grandes periodistas que tuvimos, porque ‘a cambio de esos defectos le sobraba lo mero principal, Masetti se metía, y llegaba antes, y volvía con la justa’.
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