En la madrugada de este 19 de mayo, en la intersección de calle 23 y Malecón, en el Vedado habanero, un automóvil embistió a una veintena de personas que se recreaban en el sitio, y dejó un saldo de tres muertos –una de ellas (no menciono su profesión, porque no es un dato particularmente relevante ante la muerte) en el lugar del suceso, y dos que llegaron con vida al hospital–, además de varios heridos –hasta niños– que pudieran engrosar la cifra de fallecidos, o de personas afectadas con discapacidades para el resto de su existencia.
Lo ocurrido reclama acción y pensamiento. Además de lamentar la pérdida de vidas humanas y solidarizarse en general con las víctimas y sus familiares, hay mucho por hacer.
En primer lugar, saber en qué condiciones se hallaba el conductor del vehículo, y las condiciones técnicas de este último. En el Noticiero Nacional del mediodía una autoridad en temas viales adelantó que evidentemente el «almendrón» no tenía el estado técnico requerido para circular. De ser así, urge determinar si tenía o no tenía actualizada la licencia técnica para la circulación y, si la tenía, averiguar a fondo cómo se le extendió, para saber si la corrupción medió en ello.
Hay personas, fuerzas e intereses en disposición de no perdonarle a Cuba nada: ni lo malo, ni mucho menos lo bueno que haga. Pero Cuba debe actuar bien, y un accidente como el mencionado es un indicio de peligros que andan a veces sueltos en la vía pública.
Añádase que quien esto escribe habló hace unas horas con una persona de su familia, alguien insospechable de malas intenciones, y le comentó que donde ella vive, a más de 700 kilómetros de La Habana, se rumora que lo ocurrido en Malecón y 23 no fue un accidente, sino un acto de terrorismo. La maledicencia contrarrevolucionaria no descansa, ni se detiene ante el peligro de incurrir incluso en el ridículo. Pero marcha, marcha, y hay que ponerle todos los frenos legales posibles.
NOTA INFORMATIVA DE SALUD PÚBLICA
Debido al accidente ocurrido a las 0:29 horas del 19 de mayo de 2019, en 23 y Malecón, en la que resultaron lesionados 23 ciudadanos, uno de ellos fallecido en el lugar del accidente, fueron recibidos un total de 22 pacientes en instituciones de salud de La Habana, según refiere una nota informativa emitida por el Ministerio de Salud Pública, el 19 de mayo de 2019 a las 6:00 p.m..
Uno de los lesionados se trasladó del sitio del accidente al Hospital Clínico Quirúrgico Salvador Allende y los 21 restantes al Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García. Después de ser clasificados y evaluados tres menores de edad fueron remitidos al Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, siete al Hospital Militar Carlos J. Finlay, por ser integrantes del MININT y el MINFAR, estos últimos sin lesiones graves, y dos al Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez.
De los tres menores atendidos en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, dos se reportan de cuidado y uno crítico. Se trata este último de un adolescente de 11 años, con el antecedente de ser autista, que fue intervenido quirúrgicamente con el diagnóstico de politrauma, traumatismo craneoencefálico y traumatismo de miembros superior e inferior derecho.
Los otros dos menores de 16 y 18 años, con traumatismos menores en las extremidades, se encuentran hospitalizados en el servicio de cirugía y reportados de cuidado con evolución favorable. Los dos adultos atendidos en el Hospital Miguel Enríquez, se reportan de cuidado, con lesiones leves y la paciente hospitalizada en el Salvador Allende se reporta de cuidado, operada de fractura de ambos miembros inferiores, los tres con evolución favorable.
De los nueve pacientes que fueron hospitalizados en el Calixto García, fallecieron tres, que fueron operados, politraumatizados con traumatismo craneoencefálico severo. Los seis restantes, uno se reporta de crítico, uno muy grave, dos graves y dos de cuidado, dos se encuentran en el postoperatorio del salón de operaciones, dos en la UCIE y dos fueron trasladados a sala. Dos son extranjeros, con 20 años de edad, de nacionalidad estadounidense, ambos con fractura expuesta de miembros inferiores.
El sistema provincial de salud cuenta con los recursos humanos e insumos médicos y no médicos necesarios para garantizar la atención médica de todos los pacientes en cada una de las instituciones, así como mantiene la información oportuna y actualizada a los familiares. (Tomada de Granma).