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Eleazar

La sociedad humana es comunicación. Gracias a ésta cooperamos, nos organizamos, construimos y a veces destruimos civilizaciones. Yo me comunico, tú te comunicas, él se comunica, todos somos comunicadores.

Intercambiar información es no sólo práctica universal y cotidiana: también carrera, con método, reglas, ética, función social. Sólo quien las respeta es verdadero profesional.

El profesional se hace o deshace en la práctica. El comunicador construye gran parte de la imagen del mundo de su público. No puede transmitírsela deformada, falsa ni tendenciosa. Debe verificar
exhaustiva y metódicamente la veracidad de los hechos, distinguir en forma precisa entre información y opinión. En el conflictivo año 2001 una investigación del Centro Gumilla determinó que los dos únicos cotidianos que guardaban un equilibrio informativo en lo político eran el zuliano Panorama, y Últimas Noticias, dirigido desde entonces por Eleazar Díaz Rangel. No por casualidad eran y son los diarios que convocan más público.

Un comunicador no es sólo sirviente de la actualidad, del tubazo de hoy que será caliche mañana. Debe reflexionar, analizar, investigar, difundir sus indagaciones. Los trabajos de Eleazar son material de consulta obligado sobre los medios: Pueblos subinformados; El imperio como noticia; La Prensa Venezolana en el Siglo XX; La información internacional en Venezuela; La información internacional en América Latina; Días de enero, como fue derrocado Pérez Jiménez; Todo Chávez, De Sabaneta al Socialismo del Siglo XXI.

Los estudios de Eleazar Díaz Rangel pusieron de manifiesto, entre otras cuestiones fundamentales de la comunicación, la preponderancia que durante décadas mantuvieron dos agencias estadounidenses, la UPI y la AP, en la distribución de noticias internacionales en la zona. La información sobre el mundo que ésta recibe es determinada por la misma potencia que lleva ya un centenar de intervenciones armadas contra América Latina. Señala Eleazar:

La AP y la UPI siguieron el mismo camino de penetración que en América Latina tomaron los capitales de EEUU. Y en la misma medida y época en que el capital norteamericano fue desalojando de nuestros países al capital europeo, con esa misma creciente intensidad los hombres de la AP y la UPI fueron ocupando los puestos que forzosamente debieron abandonar los corresponsales europeos.[1]

Motivo por el cual “nuestros diarios y otros medios se guían por la evaluación hecha en la `mesa’ o `desk’ latinoamericano de la AP o la UPI”[2]. La quiebra de la UPI restringe todavía más ese panorama: hoy en día, CNN domina la información televisiva de la región.

Una colectividad a veces maltratada por sus patronos como la de los comunicadores impone la actividad gremial. Eleazar fue director de la Asociación Venezolana de Periodistas, del Sindicato Nacional de Periodistas y secretario del Colegio Nacional de Periodistas, así como
presidente del Círculo de Periodistas Deportivos y de la Federación Latinoamericana de Periodistas.

Mal comunicador sería quien guardara para sí los secretos de su oficio. El buen profesional es también docente: Eleazar lo fue en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, la cual dirigió desde 1983 a 1986. Pero la mejor enseñanza es el ejemplo: el de Eleazar queda como modelo para profesionales y también para espontáneos como quien suscribe esta despedida.

PD: Las fallas ya acostumbradas de internet imposibilitaron la publicación oportuna de esta nota, y a la vez postergan el comentario sobre el golpe de pasarela del 30 de abril. Que no se repitan, ni las fallas, ni la payasada insurreccional.

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Luis Britto García
Narrador, ensayista, dramaturgo, dibujante, explorador submarino, autor de más de 60 títulos. En narrativa destacan “Rajatabla” (Premio Casa de las Américas 1970) y “Abrapalabra” (Premio Casa de las Américas 1969).

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