Las normas para el empleo del plural son precisas: los sustantivos y adjetivos terminados en vocal átona forman el plural con -s: casas, estudiantes, taxis; al igual que aquellos que terminan en -e tónica: comités, cafés, carnés y chalés.
Si no van precedidos de otra consonante, los sustantivos y adjetivos terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j, forman el plural con -es: dóciles, colores, céspedes, relojes. Los extranjerismos que terminen en estas consonantes deben seguir esta misma regla: buldóceres, blúmeres y pulóveres —aunque está generalizado el uso de pulóvers—. Constituyen una excepción las palabras esdrújulas, que permanecen invariables en plural: los polisíndeton. Excepción de esta excepción es hipérbaton, cuyo plural es hipérbatos.
Sin embargo, hay especificidades que vale la pena recordar:
Los sustantivos abstractos encierran una idea de generalización que hace innecesario el plural. Por eso y aunque se ha puesto de moda hablar de educaciones, ello constituye un lamentable error gramatical. La mayoría de los abstractos no admite el plural nunca, entre ellos están honradez: cualidad de ser honrado y educación: acción y efecto de educar.
Algunos sustantivos que excepcionalmente lo admiten, cambian su significado. Por ejemplo, curiosidad: cualidad de ser curioso y curiosidades: cosas curiosas; horror: emoción y horrores: actos que motivan o provocan horror; instrucción: acción de instruir, caudal de conocimientos e instrucciones: indicaciones para hacer algo.
De igual modo, los sustantivos referidos a una ciencia, arte o profesión no admiten el plural: abogacía, medicina, anatomía, pintura. Algunos, como abogacía, nunca tienen plural, y otros, cuando se usan en ese número, cambian su significado: medicinas: medicamentos; pinturas: obras de arte, latas de pintura y hasta acuarelas
Los apellidos se consideran invariables y la marca de plural se indica en el artículo: los Pérez, los Rosales, los Álvarez; sin embargo, los nombres propios lo admiten con frecuencia: las Marías.
Por el contrario, existen sustantivos que solo se usan en plural: los Alpes, las Baleares, las Canarias. Otros, como las Antillas, admiten la referencia a una de estas islas: Cuba, la Antilla mayor.
En fin, un conjunto de normas sencillas y fáciles de asimilar.