Por Mario Miguel Rodríguez Martínez, estudiante de Periodismo.
La Bienal Internacional de Humorismo Gráfico es un evento dedicado a caricaturistas, historietistas y a todos aquellos que ven este arte como una forma de mover el mundo. Entre las actividades realizadas en la presente edición, se desarrolló en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí un encuentro teórico, en el que se debatió sobre la importancia del humor en la sociedad cubana.
Bajo el lema “Humanos con Derecho”, se conversó acerca de la finalidad útil de la risa. Al respecto, Luis Enrique Kike Quiñones, actual Director del Centro Promotor del Humor, afirmó: “El humor gráfico es capaz de ridiculizar aspectos de un país, logrando así, presentar los problemas existentes, reflexionar sobre posibles soluciones y divertir al público”.
Durante el debate, algunos periodistas y humoristas cubanos opinaron sobre la importancia de la caricatura como una manera de interpretar los hechos y exponer interrogantes.
Desde inicios del siglo pasado Cuba ha sido vanguardia en el uso de humor gráfico como crítica social y política dentro de los medios de prensa, sin embargo, desde hace algunos años la calidad y cantidad de esta ha disminuido. “Hoy en día la mayoría de las gráficas son dependientes de texto, sin este no sería posible interpretarlas. Hay que lograr que solo con la imagen, el mensaje sea claro”, afirmó la licenciada en Periodismo Roxana Núñez.
El humorismo gráfico es un instrumento de crítica social y política que busca una determinada reacción del público. “Actualmente en los medios nacionales solo se realiza de puertas para afuera, existe mucha burla relacionada con la guerra, con el bloqueo, el racismo, incluso con algún presidente demasiado excéntrico, pero nunca nada relacionado con la política interna de Cuba”, opinó Jorge Antonio Piñero Estrada (JAPE), escritor y redactor del suplemento Dedeté.
Como parte del encuentro se reconoció el desempeño de las publicaciones humorísticas Dedeté y Melaíto, sitios vanguardia del humor cubano que realizan fuertes críticas a los proceso burocráticos, la dualidad de la moneda, el problema salarial, el alto costo de los productos de primera necesidad, entre otros.
A modo de conclusión, la periodista Brenda Espinoza, reflexionó sobre la complejidad de crear una sátira bien lograda: “Gracias a los humoristas cubanos por su inmensa seriedad, pues cuando se hace buena sátira, se logra transformar el pensamiento”, dijo.