La Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) y la Orden de Abogados de Brasil (OAB) acusaron al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de utilizar su cargo para intimidar a los medios de comunicación.
Bolsonaro divulgó la noche del domingo una serie de declaraciones falsas atribuidas a Costança Rezende, periodista del diario “O Estado de Sao Paulo”, uno de los más importantes de Brasil, que habrían desvelado un caso de posible corrupción que salpicaría a Flavio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente.
El mandatario publicó en Twitter un audio divulgado por el portal Terça Livre que recoge la conversación que la periodista mantuvo en inglés con un hombre que se hizo pasar por estudiante de periodismo.
La traducción del audio realizada por Terça Livre, portal formado por activistas de tendencia conservadora, atribuye falsamente a Rezende su “intención” de querer “arruinar” a Flavio Bolsonaro y al Gobierno brasileño.
No obstante, lo que realmente dice la periodista es que el escándalo “puede comprometer” y “está arruinando a Bolsonaro”, pero no relaciona su trabajo con ninguna intención en ese sentido.
De acuerdo con un comunicado conjunto de la Abraji y la OAB, el mensaje publicado por Bolsonaro en sus redes sociales muestra “no solo la falta de compromiso con la veracidad de los hechos, lo que en sí ya sería grave, pero también el uso de su posición de poder para intentar intimidar a medios de comunicación, una actitud incompatible con su discurso de defensa de libertad de expresión”.
Las dos entidades recordaron que la ola de ataques contra la periodista comenzó incluso antes de la declaración del presidente, cuando grupos de simpatizantes de Bolsonaro difundieron las declaraciones manipuladas de Constança Rezende.
El objetivo, de acuerdo con la Abraji y la OAB, es “alimentar la narrativa gubernamental de que la prensa miente” cuando se refiere a las investigaciones sobre movimientos bancarios sospechosos de Fabricio Queiroz, quien fue empleado de Flavio Bolsonaro en su etapa como diputado regional de Río de Janeiro.
“Lo grave del episodio es que el propio presidente instigó ese comportamiento al citar como indicio de supuesta conspiración que Costança es hija de un periodista de ‘O Globo'”, agrega la nota.
EFE
