Por Bertha Mojena Milián | internet@granma.cu
La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad (REDH), en su última declaración, llamó la atención sobre el interés estratégico de derribar a los gobiernos progresistas y revolucionarios de América Latina y el Caribe por parte de las oligarquías locales aliadas con Estados Unidos.
A la declaración se sumaron las firmas de los presidentes Evo Morales Ayma, de Bolivia, y Nicolás Maduro Moros, de Venezuela, la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, entre otras personalidades de la política, las letras, el arte y los movimientos sociales.
“Pretenden hacer caer a los gobiernos populares en pie, desarticular los avances en la unidad latinoamericana y anular los liderazgos constituidos, sobre todo, porque estos pueden ser referencias electorales para la vuelta de las fuerzas progresistas y revolucionarias donde las han logrado destituir mediante golpes de Estado institucionales o estafas y fraudes pre o poselectorales. Llegan al extremo de intentar la destrucción de referencias morales e históricas de líderes que ya no están, como Fidel Castro, Hugo Chávez y Néstor Kirchner”, afirma dicho comunicado.
Y agrega que «los medios hegemónicos efectúan un linchamiento mediático de los líderes populares, con el que allanan el terreno sicológico en las masas, para que luego el poder judicial avance en su persecución y procesamiento».
La arremetida judicial de la derecha en la región se ha mostrado con fuerzas en los procesos impulsados contra los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Rafael Correa, de Ecuador; y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, donde se ha mostrado, otra vez, la «arquitectura de la impunidad», esa que les posibilita ocupar todos los espacios de poder e inventar cualquier cosa.
“No necesitan pruebas. Su palabra “superior”, heredera de las “democracias blancas” con las que forjaron a sangre y fuego nuestros estados nacionales, les es suficiente”, denunciaron miembros de la REDH.
“Pero cuando las pruebas son convincentes y señalan a sus mercenarios o sicarios, como los drones que explotaron cerca del primer mandatario venezolano, no bastan para que los monopolios mediáticos reconozcan el obvio magnicidio, y en cambio acusen a sus propias víctimas”, agregaron.
Por ello, intelectuales y artistas repudian la actual gira por Sudamérica del jefe del Pentágono, James Mattis, quien vino a asegurar el creciente control estadounidense sobre los recursos naturales de la región, entre otros propósitos injerencistas, y la persecución a Cristina Fernández y a Correa, así como la ofensiva integral contra el Gobierno y el pueblo venezolanos.