El nuevo director de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB, por sus siglas en inglés), Tomás Regalado, anunció esta semana que Radio y Televisión Martí se verán “pronto” en toda Cuba, sin interferencias y en alta definición.
Millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses son desperdiciados cada año para intentar llevar la propaganda de Miami al territorio cubano. Todos los métodos intentados hasta ahora chocaron con al efectividad de las autoridades para bloquear las señales, que constituyen una violación de las normas internacionales para el uso del espacio radioeléctrico.
Regalado asegura, sin embargo, que en unos seis meses habrá “penetración total en todo el territorio de Cuba”, asi como una nueva frecuencia de onda corta.
En entrevista con el periodista Óscar Haza, de la cadena de Miami Mega TV, calificó el proyecto como una “revolución tecnológica”. El sistema se basaría en pequeños equipos que permiten propagar la señal en un radio de “hasta unos 10 kilómetros”. Las primeras pruebas del funcionamiento ya se habrían llevado a cabo en La Habana, según el exalcalde de Miami.
“Es una tecnología que no existía y como no la conocen es casi imposible que puedan bloquearla”, dijo Regalado, quien desde que asumió el cargo prometió retomar la agresividad contra Cuba.
“La línea es volver a las raíces a cumplir la ley, por lo que fueron creados Radio y Tv Martí. Ambas se habían desviado producto de los cambios en política exterior (de Estados Unidos) y el hecho de que se quería enmascarar la realidad”, dijo el mes pasado en entrevista con Notimex.
Entre sus prioridades está aplicar toda la tecnología posible para que los cubanos puedan recibir la señal, incluso a través de sus teléfonos celulares. “Trabajamos en eso y para octubre próximo vamos a tener respuestas tangibles desde el punto de vista técnico”, había adelantado.
Regalado añadió que el contenido y la programación serán “más atractivas, atrevidas y agresivas”.
Detrás del dinero
Resulta cuando menos llamativo que el “optimismo” de Regalado y la fórmula mágica para superar décadas de fracasos lleguen precisamente a unos días de la reunión en Washington donde se debatirá el prespuesto de Radio y TV Martí para el próximo año.
La obsesión de los directivos de la OCB es mantener el flujo de presupuestos hacia una empresa que no cuenta con un solo éxito en su haber y que ha sido sometida a varias auditorías por escándalos de corrupción y malversación de fondos.
Regalado, exalcalde de Miami, dijo a la prensa que el 5 de septiembre próximo dará una presentación en la capital estadounidense para respaldar los fondos de la OCB, que espera sean los mismos que los actuales, es decir, unos 30 millones de dólares.
Entre sus cartas bajo el brazo está un video de las primeras pruebas hechas en La Habana con la nueva tecnología mágica.
“Ese video lo presentaremos en Washington como una exigencia de la Cámara y el Senado de los Estados Unidos, para respaldar el presupuesto aprobado del próximo año”, dijo Regalado.
La lucha por el dinero ha sido reñida. El presupuesto incial para el año 2019 presentado por la administración de Donald Trump contemplaba una reducción de los fondos de los que se benefician la OCB y otras estructuras mafiosas de La Florida contra Cuba.
Sin embargo, la protección del senador de origen cubano Marco Rubio y el representante cubano-americano Mario Díaz-Balart, ayudaron a mantener el dinero para la política contra Cuba e incluso aumentarlo.
Nuevas tecnologías para un viejo proyecto
Incluso con el apoyo incondicional de los legisladores anticubanos, la OCB y sus filiales Radio y TV Martí necesitan convencer a sus superiores de que tienen alguna repercusión en Cuba y que no están botando el dinero.
De ahí que el uso de las nuevas tecnologías esté en su agenda desde hace varios años.
Regalado recordó en su entrevista con Haza que el presidente Trump firmó en mayo pasado una orden ejecutiva para la creación de la Fuerza Operativa de Internet contra Cuba, que incluye la participación de Radio y TV Martí.
La OCB estuvo entre los presentes en el primer encuentro de la Fuerza Operativa, que se llevó a cabo en una pequeña sala de conferencias en un sótano del Departamento de Estado, según relató la agencia AP.
Además de Radio y TV Martí, también forman parte de la operación la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y FreedomHouse, entre otras organizaciones y actores «no gubernamentales», que serán coordinados por el Subsecretario adjunto interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, John S. Creamer.
La OCB tiene experiencia en el campo de las agresiones contra Cuba con el uso de nuevas tecnologías. Un reportaje del New York Times mostró cómo en sus oficinas centrales se grababan más de 15 000 DVD mensualmente con programación propia y otros materiales, que luego eran distribuidos ilegalmente en Cuba.
Además, Radio y TV Martí estuvieron detrás de Piramideo, un servicio similar a una red social que utiliza la mensajería de texto nacional para crear una plataforma y ganar influencia sobre la sociedad, muy similar a la idea de ZunZuneo
Una historia de fracasos
La OCB es una reliquia de la Guerra Fría diseñada para emitir propaganda enemiga y llevar a cabo operaciones sicológicas contra Cuba. Funciona como una instancia federal supeditada a la Junta de Gobernadores sobre Transmisiones (BBG, por sus siglas en inglés).
Durante el gobierno de Ronald Reagan inciaron las transmisiones de Radio Martí y el 27 de marzo de 1990, impulsados por el éxito de los programas subversivos en Europa del Este, dieron el salto hacia la televisión.
El primer método utilizado para las transmisiones fue un aerostato a 3 000 metros de altura en los cayos del sur de la Florida.
Cuando un huracán mandó a bolina el artefacto, comenzaron a utilizar un avión militar EC-130, perteneciente a una Unidad de Guerra Psicológica de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Aunque también ensayaron con otras aeronaves, la señal siempre fue bloqueada con efectividad por los especialistas cubanos a un costo comparativamente bajo.
Esas agresiones radioeléctricas afectan el normal funcionamiento de las telecomunicaciones nacionales y violan directamente la letra y el espíritu de numerosos acuerdos internacionales, lo cual ha sido denunciado por nuestro país en diversos foros.
Una inspección rutinaria a mediados del año 2014 reveló un verdadero desastre en las oficinas centrales de Miami y reportó baja moral dentro del personal, falta de transparencia en la toma de decisiones y corrupción en el manejo de dietas y otros recursos.
La OCB también estuvo involucrada en un escándalo al realizar pagos ilegales a decenas de periodistas de Miami entre 1998 y 2002, violando las leyes norteamericanas. Esos mismos profesionales, que deberían trabajar de manera imparcial, escribieron artículos y reportajes hostiles y discriminatorios sobre Cuba y en especial sobre el caso de los Cinco.