He aquí tres vocablos con los que, por una u otra razón, suelen cometerse errores:
Entre otras acepciones, técnica, procedente del latín technicus y este del griego, es el “conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte” y también la “pericia o habilidad para usar de esos procedimientos y recursos”. Entre sus muchos sinónimos se hallan: procedimiento, método, regla, estrategia; maña, pericia, habilidad, conocimiento, sagacidad, acierto, agilidad, arte, capacidad, desenvoltura, destreza, dotes, facilidad, maestría, manejo, ojo, práctica, soltura, táctica, tacto, talento; tecnología, ciencia, automatización, electrónica, industria. Sin embargo, con alguna frecuencia, lo he visto usado como sinónimo de equipo, medio o equipamiento, en expresiones como: “mantenimiento a la técnica”, “recuperación de los medios y la técnica” y otras similares. Este empleo, obviamente, resulta un error.
Con respecto a policlínico / policlínica constituye un problema de variante regional. En España y quizá en otros lugares de nuestra América se llama policlínica a lo que en Cuba llamamos policlínico. Ya es hora de que todos aprendamos a defender nuestra variante, aun cuando no esté recogida en diccionarios, que no es el caso de policlínico, palabra que sí aparece en el Breve diccionario de la lengua española, elaborado por el Instituto de Literatura y Lingüística y publicado por la colección Biblioteca Familiar y que, además, quedó incorporada en el Diccionario de la lengua española (DEL, 2014), como “policlínico, -a “establecimiento sanitario que atiende a pacientes de diversas patologías en régimen ambulatorio”.
Por otra parte, la palabra evento es una muestra más de cómo la Academia recoge e incorpora lo que el uso fija y, también, del modo en que el español que usamos en nuestra América aparece cada vez con más fuerza en los diccionarios académicos, lo cual resulta muy lógico puesto que somos mayoría. En la última edición del Diccionario de la Real Academia Española (Drae, 2001), dice: en “Cuba, El Salvador, México, Perú, Uruguay y Venezuela: Suceso importante y programado, de índole social, académica, artística o deportiva”. En el Diccionario de la lengua española (DEL, 2014) se precisa que es más usado en América y aparece la misma acepción. De modo que ya no es solo “acaecimiento” o “eventualidad, hecho imprevisto o que puede acaecer”, en nuestro continente, se refiere también a un hecho previsto. El reconocido lingüista Manuel Seco ha afirmado que “La lengua es de la comunidad que la habla”. He aquí un nuevo ejemplo.