Cuba tiene entre las voces más prestigiosas del periodismo radial de la actualidad a Angélica Paredes López, quien ha dedicado de manera íntegra su carrera profesional a este medio de comunicación, al cual le debe también mucho de su vida espiritual.
Quien ha convertido a los “remotos” y cabinas en una especie de segundo hogar dialoga sin reservas en entrevista con la Agencia Cubana de Noticias, en ocasión de celebrarse este 24 de febrero seis décadas de la creación de Radio Rebelde, familia a la que pertenece desde hace ocho años.
– Periodista (P): ¿Por qué optaste por el Periodismo y la radio, específicamente?
– Angélica Paredes (AP): El Periodismo ha sido una razón de vida desde la infancia. Te puedo asegurar que desde la secundaria básica estuve muy centrada en ser periodista, tenía esa certeza. Cursé estudios de secundaria y preuniversitario en la vocacional de Pinar del Río y en el año 1989 llego a la Universidad de La Habana, donde me gradúo de Periodismo en 1994, en pleno Período Especial, para ser ubicada luego en Radio Progreso.
De lo que sí estaba convencida era de que no quería hacer radio. Mi sueño era ir a Juventud Rebelde y hacer Periodismo de investigación, porque además de que JR siempre fue una escuela en eso yo quería ver mi crédito en un papel, como todo periodista joven.
Ese año fue uno de los más difíciles para concretar esa aspiración, porque incluso los reporteros más consagrados, los de mayor trayectoria y experiencia, fueron reubicados en las emisoras de radio ante la escasez de papel para la tirada de materiales impresos.
Te confieso que pensé que mi paso por Radio Progreso sería puro trámite, un escalón que me llevaría a hacer periodismo en otro lugar, a hacer el periodismo que de verdad yo quería hacer, pero ¿sabes qué? estuve 16 años en esa emisora, hasta inicios de 2010 cuando doy el salto final y llego aquí a Radio Rebelde.
– P: Entonces algo te atrapó de la radio…
– AP: A mí me gusta mucho hablar y la radio te da la oportunidad de narrar historias, de llegar a la gente, de desarrollar un oído fenomenal -para escuchar a las personas-, y en esa medida te posibilita elaborar mensajes más directos, hurgar en lo que ellos quieren conocer, además de que enseña a contar lo cotidiano de una manera diferente.
Así ese mundo me fue atrapando, y como joven se me abrieron muchas puertas y, de pronto, me vi con un micrófono y unos audífonos en los remotos y en importantes coberturas, y poco a poco se me fueron quitando los deseos de ir a la prensa escrita porque fui descubriendo el mundo inimaginable que no sabía que era la radio.
Me fui desarrollando entonces en los temas internacionales, los que más me gustaron siempre y si me preguntas, yo sí me considero una “adicta” a la radio, para mí es una razón de vida; mi marca profesional la encontré aquí y no me imagino fuera de este medio que, sin subestimar al resto, es el que más se parece al pueblo, aun con las insatisfacciones que tenemos y los vacíos informativos.
– P: ¿Cuáles consideras son los retos de este medio en Cuba?
– AP: Una radio que no dé noticias con inmediatez no es interesante; por tanto, no puede perder esa cualidad que la distingue de los demás medios, a pesar de que ahora con las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones todos somos inmediatos.
Hoy la radio necesita mucha más superación y crecimiento profesional para poder llevarla aparejada a esas nuevas plataformas comunicativas que han emergido. Creo que como parte de ello debemos hacer un periodismo parecido a los nuevos tiempos, y pensar que la audiencia que consume la radio busca otras maneras y soportes para hacerlo, ya no tanto de la manera tradicional.
Considero que resulta necesario unir entonces el talento de la juventud con los aportes de los grandes maestros en el oficio. Pienso que sumando eso podremos enfrentar el gran desafío que tenemos de no dejar morir la inmediatez, contar más historias de vida y convertirnos en la plataforma de discusión, debate y polémica que necesita la Cuba de hoy.
– P: ¿Cuánto aportó Fidel a este amor que has desarrollado por la radio?
– AP: Fui muy afortunada de llegar con apenas 26 años a integrar el equipo de prensa que acompañó al Comandante en Jefe en sus múltiples visitas oficiales a otras naciones, su asistencia a importantes cumbres y otros viajes por países de América Latina, Asia, África y el Oriente Medio.
Angélica Paredes es una de las más versátiles reporteras de Redio Rebelde, la emisora insigne de Cuba que este 24 de febrero está cumpliendo 60 años de vida. Les compartimos un fragmento de la entrevista que esta periodista le concediera a la Agencia Cubana de Noticias.
Lo que aprendí en aquella etapa creo que me hizo formarme como la mujer y la periodista que soy.
Resultó de un tremendo crecimiento tanto profesional como espiritual aprender de ese gran periodista que es y siempre será Fidel, de esa agudeza suya para conversar con la prensa. La manera de escuchar las preguntas de cada periodista e intercambiar con nosotros marcó un momento definitivo de mi vida.
Me hizo desarrollar, además, el oficio como periodista de la radio, la inmediatez, y enfocarme más en las interpretaciones de los fenómenos de la política exterior de Cuba y el mundo, pero lo más importante era estar cerca de la figura de Fidel.
– P: ¿Alguna anécdota especial relacionada con Fidel?
– AP: Muchas, pero recuerdo especialmente el viaje a Brasil para la toma de posesión de Lula da Silva como presidente, el 1ro de enero de 2003. Pensábamos que Fidel no iba a ir porque hacía dos semanas antes había faltado, por primera vez en la historia de la Asamblea Nacional del Poder Popular, a una de sus sesiones, pues debía guardar reposo a causa de una linfangitis en una pierna por la picadura de un insecto.
Estábamos en el aeropuerto brasileño esperando que llegara la delegación oficial de Cuba para la ceremonia, cuando vimos descender a Fidel del avión. Fue impresionante, recuerdo como venía caminando despacio, acompañado por los médicos, y hacia donde primero se dirigió fue al equipo de prensa, y nosotros con tantas preguntas para hacerle mientras los médicos nos indicaban que, por favor, recordáramos que estaba convaleciente.
Imagínate, como periodistas teníamos la disyuntiva de si lo abordábamos y obteníamos la información o, simplemente, protegíamos su salud: le hicimos una sola pregunta.
– P: Un periodista de radio debe enfrentarse durante su ejercicio profesional a las transmisiones y coberturas en vivo ¿cómo fue tu primera experiencia en un remoto?
– AP: La primera cobertura en vivo fue dura, mucho, un desfile martiano en la Plaza de la Revolución con los niños, estaban Vilma Espín y Raúl, entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y yo allí con el remoto de Radio Progreso. Era domingo por la mañana, 28 de enero de 1995. Ellos hablaron con la prensa y me tocó trasmitir ese momento.
Estaba muerta de miedo, no sabía qué iba a preguntar y creo que no lo hice. Esperé a que otros lo hicieran. Me quedé impactada, con mis 23 años. Sólo describí el momento y puse el micrófono para que hablaran esas personalidades. Trasmitimos el intercambio de ellos con los niños, y luego concluí el pase.
Con los años eso se va aprendiendo y mientras más se ejecute y se practique más en confianza uno se siente. Me apasiona la trasmisión en vivo, entrar a cabina bajo la presión del director y hacer una entrevista o una descripción, o estar en un lugar e ir narrando porque sé que con mi palabra la gente va construyendo una imagen. Ese desafío incentiva a un radialista a seguir armándose de herramientas para convertir los hechos en imágenes y que cuando te escuchen digan “parecía que estaba allí”.
Moriría de miedo el día que no pueda hacer una trasmisión en vivo.
– P: En el plano un poco más personal, eres madre soltera ¿cómo logras conjugar la vorágine del trabajo radial con la educación y la atención a tu hijo?
– AP: Llevar la maternidad y la vida profesional paralelamente es muy difícil para una mujer de cualquier profesión, no sólo para las periodistas. Yo me demoré incluso en ser madre, lo fui a los 36 años.
Después que nació Ernesto, incluso fue que vine para Radio Rebelde, una emisora más fuerte que me absorbe mucho tiempo y requiere que esté despierta si la noticia está en desarrollo.
Angélica Paredes es una de las más versátiles reporteras de Redio Rebelde, la emisora insigne de Cuba que este 24 de febrero está cumpliendo 60 años de vida. Les compartimos un fragmento de la entrevista que esta periodista le concediera a la Agencia Cubana de Noticias.
La mujer, la mamá y la periodista, deben ir caminando paralelamente. El día que descuides alguno de esos roles no vas a ser buena en ninguno de los tres. La familia es fundamental, como esa retaguardia necesaria, porque la profesión lleva que te despierten en la madrugada o llegues a casa bien tarde.
Pero cuando hay convicción, seguridad y pasión se borran las cosas feas, porque no todo ha sido fácil, he tenido obstáculos.
– P: ¿Cómo lograste salir adelante en medio de obstáculos tan fuertes, entre ellos una enfermedad muy peligrosa?
– AP: Esa misma pasión, el apego a la vida y a lo que hago con convicción me ayudaron a sortear los problemas por los que he tenido que pasar, como mi enfermedad, difícil, de la que el estrés es el peor enemigo.
La gente me preguntaba si iba a combatirla sometida a las tensiones que genera la radio, pero para mí el estrés de la radio es vida, compromiso, luz, lo que justamente me iba a ayudar a soportar y a vencer la enfermedad y no sentirme sola, además del apoyo de la gente linda de Rebelde.
Eso me impulsó a continuar adelante, sobre todo a luchar para seguir narrando historias de vida a la gente a través de la radio, pero sin olvidar que también como mamá debo seguir contando historias a mi hijo.
Por Lisandra Romeo Matos/ ACN