El domingo 26 de noviembre pasará a la historia de Cuba por tres hechos sumamente importantes: se efectuó con notable concurrencia la primera etapa de las elecciones generales, concluyó su exitosa visita de dos semanas a Cuba el patriota boricua Oscar López Rivera, y falleció uno de los dirigentes históricos de la Revolución Cubana: Armando Hart Dávalos.
Para quienes estamos altamente comprometidos con el proceso de la Revolución Cubana y no desmayamos en la solidaridad con la independencia de Puerto Rico, estos hechos marcarán por siempre la fecha del 26 de noviembre de 2017.
El domingo fui uno de los ocho millones de electores que concurrimos en Cuba a emitir voluntariamente nuestro voto en los más de 24 mil colegios electorales a lo largo de todo el archipiélago cubano para elegir a los delegados municipales del Poder Popular.
El sábado en la noche asistí en La Habana, en la Misión de Puerto Rico, a un fraternal encuentro para despedir al patriota boricua Oscar López Rivera, quien en horas de la tarde fue recibido por el Presidente Raúl Castro, al término de su visita de dos semanas a Cuba, donde recibiò varias condecoracines y rindió homenajes al Ché Guevara y a Fidel Castro.
Pero debo reconocer que me causó un fuerte impacto la muerte, a los 87 años de edad, del doctor Armando Hart Dávalos, a quien conocí como primer ministro de Educación y de Cultura de la Revolución Cubana. Recibí a Hart con su esposa Haydée Santamaría en 1963, cuando me desempeñaba como diplomático en Chile, en una escala que ellos hicieron en la capital chilena; tuve con él y con ella muchos contactos en los años siguientes, y fue Armando Hart quien en el 2005 me entregó en el Memorial José Martí de La Habana, el Premio de Periodismo JOSÉ MARTÍ por la obra de la vida.
Cuatro años después recibí de sus manos la Distinción Honrar, honra, en su calidad de Presidente de la Sociedad Cultural José Martí y Director de la Oficina del Programa Martiano.
En enero de 2015 recibí también de manos de Hart LA UTILIDAD DE LA VIRTUD, la más alta distinción que otorga la Sociedad Cultural José Marti, y ese mismo reconocimiento entregó Armando Hart al colectivo de Radio Habana Cuba en abril del pasado año, cuando nuestra emisora celebraba su 55 aniversario.
La semana pasada, en la Casa del Alba Cultural, asistí en la capital cubana a la presentación del libro de Armando Hart Dávalos titulado CUANDO ME HICE FIDELISTA, compilado por su esposa de los últimos treinta años, la académica Eloísa Carreras Varona.
Con el fallecimiento de Armando Hart Dàvalos, gran pensador martiano, pierde Cuba a un hombre que consagró su vida a la Revolución Cubana.
Por Pedro Martínez Pirez / Premio Nacional de Periodismo José Martí