Es la tropa de la radio, labora cual abejas de una gran colmena, todos unidos bajo el manto de la comunicación inmediata y objetiva en tiempos de eventos climatológicos. La idea es mantener la vitalidad de todas sus emisoras municipales, provinciales y nacionales.
Ahora se suma el sistema de contenidos para Internet y las redes sociales, porque todo lo que acontece en la isla, debe ser reflejado desde cada localidad en colaboración con los Consejos de Defensa de los municipios y las provincias, e incluso en la nación.
La radio ha brillado con luz propia en estos días con la trayectoria e impacto del poderoso huracán Irma, que dibujó con su paso arrollador toda la franja costera del norte del oriente, centro y occidente cubanos. Hasta en los cayos avileños, estaba la radio con el reporte por Facebook y Radio Surco que era retocado con la voz propia de los locutores de Radio Rebelde en su programación especial.
La transmisión sea como sea
Desde el puesto de dirección de la Radio Cubana, ubicado en el piso 10 del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), se escuchó la frase que alertaba a todos: “trasmitir sea como sea”, pero no dejar que se apagara nuestro entorno sonoro y que el cubano sepa que con la radio puede contar.
Entonces un grupo de directivos hicieron guardia, otro grupo especial llamaba a cada territorio para saber de las afectaciones, otro grupo mantenía el servicio de asistencia para que nada fallara a la hora de hacer el trabajo, hasta vigilar y estar al pendiente de una cámara de la Televisión, que se ubicó en nuestro pantry, para que Cuba viera cómo “Irma” transformaba nuestro bello litoral.
Más de un compañero se acercaba a la Dirección de Información donde radica el Portal de la Radio Cubana en Internet, para conocer el parte meteorológico, lo último de Rubiera- decían jocosamente-, mientras otros querían ver desde las redes sociales las imágenes que iban publicando los radialistas sobre el paso del huracán por las provincias donde residían sus familiares, y más de uno para recargar su móvil pues ya había agotado sus pilas de tanto llamar e informar a los más cercanos.
Jamás encontré en este colectivo atisbo de cansancio, todos querían hacer su trabajo y el del otro. Y se enaltecían cuando conocían desde las transmisiones de Radio Reloj, de Radio Progreso, de Radio Habana Cuba, que las informaciones desde las radioemisoras del país en sus momentos más vulnerables estaban en manos de radioaficionados, o se trasladaban a centros más confortables con los que tenían alianzas. Curioso el caso de Radio Portada de la Libertad, que en momentos muy críticos, sus trabajadores se trasladaron hacia el Centro de ETECSA, en Niquero, Granma.
La radio también desde la televisión...
La radio siempre se muestra solidaria, con humildad colabora, es amiga, es amiga de la gente y del resto de los medios, por eso, ofrece lo que tiene, sin reparos, sin remilgos, sin advertir competencias. Por sí misma es ella, y no precisa más que el agradecimiento de sus oyentes, y el convencimiento de su quehacer público.
Por ello, cuando la televisión necesitó de la radio porque no podía acceder a los Telecentros, todos a oscuras, le ofrecimos nuestra base de datos con la información de todos los celulares de los periodistas en los diferentes puntos del país, todas las ubicaciones de las emisoras municipales y de sus directivos, para que sin límites llegaran hasta lo más recóndito del país en la búsqueda de la información. Sin lugar a dudas, funcionó.
“Irma” nos trajo momentos de mucha tensión, cuando escuchábamos decir que a un trabajador se le cayó el techo de su casa, a otros que tuvieron que ser evacuados o enviaron a sus familias a los centros de protección, mientras que se quedaban como trabajadores imprescindibles en sus emisoras, y además reportando para la Televisión Cubana.
Entonces comprendimos lo que nos quiso decir Fidel cuando dijo: “Hoy debemos ver a las radios del país como una gran Radio Rebelde”. Lo comprendimos y nos erigimos como un sistema articulado donde no habían emisoras sino una gran Cadena: La gran cadena de la Radio que abrazó también con un alcance increíble a la señal televisiva.
Es por eso que cuando en la TV se hablaba de la situación climatológica adversa en Caibarién, en Nuevitas, en Cayo Santa María, en Puerto Padre, estaban con mucha seguridad y fe los creadores de la Radio acompañándonos, informándonos, advirtiéndonos, dándonos las imágenes con sus propias palabras.
Fue entonces cuando en la dura y larga noche del 8 de septiembre los vientos del huracán Irma nos invadían y provocaban intensas olas e inundaciones costeras, y el Malecón parecía que se iba a quedar sin muros, desde la cabina de Radio Rebelde teníamos a Luis Izquierdo (narrador deportivo) y el gran sistema de la Radio Cubana compuesto por los corresponsales, los colaboradores, las emisoras de radio, los equipos de los sitios web, desde Meteorología, para la sede del Estado Mayor de la Defensa Civil (EMNDC), o transmitiendo “en contacto” con la TV Cubana.
La Revista Rebelde estuvo al son de todas las plantas radiales locales del país con mayor riesgo transmitiendo las 24 horas y con su programación abierta a la Noticia. No hubo descanso, ni lo habrá en esta etapa de Recuperación, porque los hacedores de imágenes con las palabras, estamos conscientes de nuestro hacer y tiempo, y fieles al pensamiento del líder histórico de nuestra obra cuando expresó: “y esa radio que sale temprano, no se sabe la gente que la oye, Haciendo Radio, dónde llaman, y buscan, y hacen veinte cosas…es un arma terrible”.
Tomado del Portal de la Radio Cubana